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SEGUNDO ROMANCE.

DE vn

E vn espléndido vanquete adonde se auian juntado en la villa de Santron los que estauan rebelados de la obediencia del Rey

y

de la del Padre Sancto,
á cinco del mes de Abril
de sesenta y seys el año,
salieron treynta ministros
del demonio conjurados,
lleuando por capitan
para aquello señalado

á vn Monsiur Henrrique
de Bre de Rodas llamado,
y salieron todos ellos
por yr más disimulados,
á modo de pordioseros
vestidos de sayal pardo,
vnas alforjas al cuello
y dentro en ellas de palo
vnas horteras pequeñas

y

bordones en las manos,

y de colas de raposos

en los sombreros penachos, aunque algunos las lleuaban á las espaldas colgando; y llegados á Bruselas, sin vergüença ni recato, se fueron con aquel trage hasta llegar á Palacio do está la Gouernadora, y en él sin defensa entrando, atrebida y libremente

á hablar le han començado,
como gente que dexaua
bien asegurado el paso;
y fué su desemboltura
con exceso tan extraño,
que ella tuuo por muy cierto
que estauan determinados
á no la dexar con vida
contradiziéndoles algo,
porque unas vezes pedian
algunas cosas rogando,
y otras en el mismo punto
con fieros y amenaçando,
y en la que más insistian
poniendo mayor cuydado,
es que cosas de la fee
se fuessen disimulando,
y que en esto no hiziessen
viuir á nadie forçado,
sino que se predicasen

en un lugar señalado
las setas, sin que por ello

fuese nadie castigado,

y que por serles un yugo insoportable y pesado;

de Trento, el Sacro Concilio, fuesse luego reuocado;

y con esto, cuando vuieron
sus demandas acabado,
la Gouernadora luégo
respondió á lo demandado,
con un término suaue,
amoroso, dulce y blando,
diciendo que ella no puede
hazer lo que le han rogado;
pero que les prometia
de escribillo y suplicallo,
y que entretanto les pide,
pues era tan en su mano,
que pusiesen en concierto
aquel pueblo alborotado:
y con aquellas palabras,
mezcladas con tierno llanto,
aquella turua confusa
una peticion le ha dado
llena de malicia inmensa,
traycion, falsedad y engaño,
para que al Rey la embiase
pidiéndole lo passado;
y con esto se salieron
todos juntos de Palacio,
y luégo fué aquel negocio
con muchos comunicado
del Tuson y del Consejo;

pero en muy pocos hallado
fauor ni amparo ninguno
con que remediar el daño,
ántes vuo pareceres

que para no acrecentallo
era justo conceder

lo

que se auia demandado;

y aqueste fué el Conde de Hornos,

de secreto conjurado,

y assí la Gouernadora despachó luégo el recado contando lo que passaua

al Rey Philippe, su hermano, embiando juntamente

la súplica que le han dado, entendiendo

que andaria, resolucion aguardando, el desenfrenado pueblo un poco más reformado; pero fué tan al reués

que traxeron entretanto, para que les predicasen

de Ginebra luteranos,

y

fué el Condado de Flandes

do primero se han juntado
siendo del Conde de Egmont
acogidos y amparados:

no tardó en llegar á Amberes
un par de aquellos letrados,
que era tintorero el uno
y otro un currador honrrado,
(que tan infames doctores

son entre ellos los muy sanctos); y auiendo en lengua francesa y alemana predicado,

fué acogida su doctrina de todos con tanto aplauso, que de la Gouernadora sin hazer quenta ni caso (aunque el Príncipe de Orange vino para remediallo),

se fueron desde aquel punto
los negocios empeorando,
porque de la Virgen Santa,
en el dia señalado

de la Asumpcion gloriosa
y en el domingo cercano,
yendo en una procesion
esta fiesta celebrando,
con diabólico denuedo
y un infernal desacato,
yuan el sagrado nombre
de la Vírgen blasfemando,
diziendo injurias crueles
á su ymágen y retrato.
Y á los que la benerauan
juntamente maltratando;
y como tan gran exceso
quedó sin ser castigado,
juntáronse muchos dellos,
del demonio combocados,
y por la yglesia mayor
començaron el estrago,
que á la Vírgen sin mancilla

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