ROMANCE QUARTO. EL L gran Monarca del mundo, Emperador quinto Carlo, el vencedor no vencido, el leon nunca domado sino sólo de sí mismo de su voluntad forçado; el deffensor de la fe de Christo crucificado, de todas las naciones el más temido y amado, y á quien embió de Roma el Pontífice Romano los títulos más honrrosos que á mortal hombre se han dado, Cárolo, Máximo, Augusto, inuictíssimo y humano, amparo, deffensa y guía de todo el pueblo christiano, y no sólo con los hombres estuuo en tan buen estado, porque Dios tanto le quiso que siempre fué dél librado en los mayores peligros sin detrimento ni daño, que en la guerra de Alemaña contra el pueblo luterano, todo el campo de la Liga auiendo desbaratado más de treynta mil infantes, ciento en número contado, por los del bando contrario, y fuésse desalojando, y sin que el César perdiese ningun hombre señalado, huyó el Duque de Saxonia, y Lanzgraue no ha esperado; rehizo el Duque su gente y en Milang fortificado, esperó al Emperador; pero despues, retirado, ántes que lugar tuuiese de entrar dentro de Jorgao, los nuestros le detuuieron fuertemente peleando; y el Emperador que vido el requentro començado, caminaua á muy gran prisa sobre vn cauallo castaño; y alçando á caso los ojos vió vn Christo crucificado, por la mitad de los pechos con vn arcabuz passado; y velle le dió tal pena que estuuo vn poco parado, y altos los ojos al cielo desta manera á hablado: Poderoso soys, mi Dios, para hazeros vengado, ayudadme vos en esto que yo lo tomo á mi cargo. Y en diziendo estas razones dió de espuelas al cauallo, y quedó el Duque vencido y preso y desbaratado; y el Duque Hesterno con él mal herido en vna mano, hasta que se reduxeron para siempre señalado, y el diuino Sacramento, donde está Dios encerrado, con notable desuergüença offendido y maltratado; razon será que imiteys al mismo que os ha engendrado, pues el reyno de Granada está todo á vuestro cargo; mirad que importa la honrra á Philippo, vuestro hermano, y que con inmortal nombre hasta el cielo leuantado sereys vos de gente en gente para siempre celebrado. ROMANCE QUINTO. PARTIÓSE César de Roma, y lo tarde que se cobra la buena ocasion perdida, puestas á punto sus gentes á la bela se hazia, y á pesar ántes que saber pudiese Pompeyo cómo venia, echó los suyos en tierra y en Macedonia surgía, de los soldados que allí Pompeyo tenia; y por los que le faltauan las mismas naues embia; y començando la guerra la Belona combatia; quando Pompeyo lo supo contra César se partia; el qual, por la poca gente, la batalla entretenia, aguardando que llegase la que en Brandusio tenia; |