efetuó con el moro el concierto demandado; y quedando en su poder los suyos se han embarcado; y aunque estaua en son de preso era del Rey bien tratado, por la inexpunable fuerça que esperaua de su mano; y al fin, la resolucion del hecho auiendo llegado, de que se entregase á Ceuta porque fuesse libertado, el Infante no lo aceta, diziendo: que rescatado no quiere ser tan á costa y pérdida de su hermano, ni que se entregase fuerça sólo para que él de offendido y maltratado, de aquel moro edificado), de poder cobrar á Ceuta, y para tan gran effeto y á Dios muchas gracias dando, començó á dezir á bozes, reconociendo el milagro, que vivir y morir quiere en la fee de aquel christiano; y siendo de muchos moros delante del Rey lleuado, se retificó en lo dicho sin miedo ni sobresalto (como lo suele hazer vn hombre de Dios tocado); por lo cual el Rey injusto mandó que fuesse arrastrado, y assí murió, del Infante la fee á bozes confesando, y los mismos que le auian de la vida despojado, vn sepulcro le hizieron en la ciudad muy honrrado, de tejas blancas y 'azules cubierto y adereçado, que desta suerte Dios honrra por mano de sus contrarios á los que saben seruirle y acudir á su llamado; despues desto mandó el Rey que de la cerca quitado, fuesse del Infante el cuerpo, que estimó despues en tanto, que por ningun precio quiso dar los huesos á su hermano, hasta que de quatrocientos y setenta y vno el año, el Rey D. Alonso el quinto en el Africa passando, se hizo Señor de Arcila; y auiéndola conquistado, armó en ella cauallero, su mesquita consagrando, al gran Príncipe D. Juan, su primogénito amado, y en el despojo que entonces en Arcila fué ganado, vna muger y dos hijos aquel dia cautiuaron, de Muley Otaz, que della era señor declarado, á quien el Rey D. Alonso dió, de los huesos en cambio del Infante glorioso que en Fez estaua enterrado, vna hija y la muger; y ansí los huesos lleuados fueron desde allí á Lisboa, y agora están sepultados en el rico monesterio de la Batalla nombrado, muy honrrados en el mundo y el alma de Dios gozando. ROMANCE. SEYS años tuuo á Coymbra cercada el Rey D. Fernando, que fué de moros cuchillo y de christianos amparo; y estaua en su conpañía esse buen Cid, castellano, flor de la cauallería de su tiempo y del passado; y por estar en la villa vn moro gallardo y brauo, se defendió tanto tiempo sin auerle conquistado; y viéndose el Cid vn dia desta dilacion cansado, la sobreuesta mudada, se sale del campo armado, riberas de Mondego se fué por la diestra mano, de aquel agua y su ruydo con gran contento gozando; y con esto entretenido fué gran rato caminando, y por vn ancho camino que de allí passa cercano, vió venir en compañía nueue moros de á cauallo, y |