imbocando el dulce nombre de la Virgen Sacro Sancta, y del Sancto Patron nuestro el ayuda acostumbrada, cerraron con las trincheas, no sólo fortificadas, sino de diez y seis mil hombres de guerra guardadas; mas fué de tan poco estoruo aquella deffensa y guarda, que con más facilidad que si fuera tierra llana, los animosos leones subieron por la muralla, y sin resistencia alguna por la fuerte villa entrauan; no hallando inconuiniente sino en la gente alemana, que no seruia de otra cosa sino de abiuar la saña, pues en ménos de una hora, los que más fieros andauan, començaron á hazer animosas las espaldas, sin hallar parte segura aunque era muy desseada, porque la cauallería los que huyan alcançaba, y era por gran marauilla quando alguno se escapaua; retiróse mucha gente aquella famosa casa, donde el Consistorio siempre de la villa se juntaua, que duzientos mil ducados auia costado labralla, á la qual poniendo fuego era una tragedia estraña ver muchos huyendo dél hecharse por las ventanas; y otros que en saliendo fuera á cuchillo los pasauan, y arder en contorno desta otras ochocientas casas, que sin remedio ninguno fueron todas abrasadas; y en ellas tanta riqueza y de cosas tan preciadas, que en tres millones ó más pudieran ser estimadas; y no contenta con esto y otros de aquella semana, se gastaron en robar se entendió con certidumbre que de veynte mil y acabada de ganar pasauan; aquella importante plaça, supieron de la venida del Príncipe D. Juan de Austria, flor de la cauallería, luz y espejo de las armas, retrato sacado al viuo del que en luste rindió el alma; y ansí dexó de seguirse no se viera en nuestros dias lo que en toda Flandes passa. ROMANCE DE ISTORIAS DIFERENTES. DE De la famosa Lisboa E salió con campo formado, y de los moros vezinos ántes, saliendo de noche en que estauan los christianos, temiéndose del socorro que embiar podia su hermano, con el Infante acordó de hazer concierto y trato, que se le entregase á Ceuta, y que siendo concertado, á Portugal dexaría que se boluiesen en saluo, con tal que el Infante quede en rehenes hasta tanto que se le entregue la fuerça del que la tiene á su cargo; y siendo con el Infante aquello comunicado, juntó los de su Consejo, donde se propuso el caso, y despues que bariamente fué largo espacio tratado, tras diuersos pareceres que algunos dellos le an dado, con vn generoso pecho y honroso celo y christiano, por sólo el bien de los suyos, pospuesto todo su daño, |