les hizo luego dexar; y lo y ordenaron, con su tercio que le fuesse acompañar D. Fernando de Toledo, y procurase euitar que gente de los Estados allí dexase de entrar; y áunque se dieron gran priesa nunca se pudo escusar que el presidio de tudescos se dexase de juntar con los vezinos del pueblo, para hazer retirar al capitan Montesdoca al burgo de la ciudad, lo qual pudieron hazer con mucha facilidad; y por esto D. Alonso acauando de llegar, manda que la infantería comience luégo á pasar en barcas por el rio Molza y se fuessen á juntar con los demas que se auian retirado al arrabal, para darles por dos vn asalto general partes en disparando una pieça, que se le dió por señal: vuo á los primeros lances alguna difficultad, aunque duró poco espacio dexarse esto de allanar, porque se rindió la villa sin poderse reparar, costando la vida á muchos que quisieron pelear, porque de hierro ó de fuego no fué posible escapar; túuose aquella victoria por mucha felicidad, por ser de gran importancia el paso de aquel lugar para que nadie pudiesse á los Estados entrar. ROMANCE VEYNTE Y DOS. En el tiempo que Mastrique fué de los nuestros ganada, dina de inmortal infamia, y viendo que éste era el medio para acabar su jornada, auia de rendir la entrada, y el otro de Valencianas; y assí mandan de Bruselas, de Malinas y Lobayna recoger las guarniciones, y con ellas embiauan al Conde de Hegmont Phelippe, el qual consigo lleuaua toda la cauallería de las viejas ordenanças, y la que entónces de nueuo auia sido leuantada, por cuyo General yua á tan infame hazaña el traydor Marqués de Habre auia venido de España que muy pocos dias auia, con una llave dorada de la Cámara real, en él muy mal empleada, y muy rico de mercedes y ciertos que Phederico, que la villa gouernaua, quel señor de Chanpagñi en los Estados llamauan, en llegando auia de darles sin resistencia la entrada (porque ya entre todos ellos era cosa concertada), viérnes, á tres de Noviembre, sin saber los nuestros nada, campeando sus banderas, á la villa se acercauan; y acordaron essa noche que el sábado de mañana entrasen todos en ella, á los quarteles y casas que estauan ya preuenidas para esto y señaladas; y al punto que amanecia ya en la villa resonauan las trompetas y atambores de los soldados que entrauan, con tanto contentamiento de la gente ciudadana, como si estuuiera en esto su redencion declarada, |