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y

nuel Francisco Gil Delgado, Procuradores de Córtes, lo signo y firmo yo Rafael Antonio Perez, Escribano del Rey nuestro Señor del número y Ayuntamiento de esta ciudad. En Búrgos á nueve de julio de mil setecientos ochenta nueve, en estas seis fojas primera y última del sello segundo, y las demás papel comun rubricadas de la que acostumbro-En testimonio de verdad-(Hay un signo)Rafael Antonio Perez-(Sigue la rúbrica).

PODER DE CÓRDOBA.

Notorio y manifiesto sea por el presente público instrumento como Nos la muy noble y muy leal ciudad de Córdoba, á saber, D. Pascual Ruiz de Villafranca y Cárdenas, Caballero profeso del Orden de Calatrava, Regidor perpetuo de la ciudad de Orihuela, Alguacil mayor en ella, del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisicion de la de Murcia, Maestrante de la Real de Ronda, Corregidor, Justicia mayor y Capitan á guerra de esta de Córdoba y su jurisdiccion; D. Joaquin Mariano Fernandez de Córdoba, Ozes, Ponce de Leon, Venegas, Góngora y Acevedo, Marqués de la Puebla de los Infantes, Señor de los Donavios de la villa de la Campana, Alferez mayor perpetuo del Pendon Real de esta muy noble y muy leal ciudad, Alguacil mayor, propietario de alcabalas, cientos y tercias Reales de ella y su provincia, con honores y tratamiento de Grande de España; D. Diego de Montesinos Fernandez de Vera, D. Josef Fernandez de Córdoba

y Teruel, Maestrante de la Real de la ciudad de Sevilla; D. Manuel de Medina y Corella, Caballero de la Real y distinguida órden española de Cárlos III; D. Rodrigo Fernandez de Mesa y Argote, Señor de la villa del Chanciller; D. Rafael de Tena Castril; D. Antonio de Hoces Fernandez de Córdoba y Torquemada, Señor de Malpartida, Maestrante de la citada de Sevilla; D. Josef de Valenzuela Fajardo y Cárdenas, Teniente Capitan del regimiento provincial, á que da nombre esta dicha ciudad, todos Veinteycuatros de su Ayuntamiento; D. Diego Antonio de Leon, Caballero profeso del órden de Calatrava, Capitan del dicho regimiento provincial, Teniente Alguacil mayor de esta misma ciudad y del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisicion de ella; D. Blas Manuel de Codez, Secretario honorario del secreto del dicho Santo Oficio, Diputado de su comun; D. Alonso Mariano de Orive Villalon y Rios, Maestrante de la expresada de Sevilla, Procurador Síndico general de esta dicha ciudad; D. Francisco Linares y Barnuevo, Abogado de los Reales Consejos, Procurador Síndico personero del comun de ella; Don Josef del Hoyo Tafur; D. Rafael de Vilchez, D. Gregorio Manuel de Paniagua, D. Bartolomé Velez Reyes y Perez, D. Francisco de Luna, D. Juan de Luna, D. Andrés Portichuela y Marin y D. Francisco Ruiz, Jurados de este Regimiento; D. Manuel Fernandez de Cañete y Junquito y D. Antonio Mariano Barroso de Torquemada, Alguacil mayor en la villa de Almodovar de dicho Santo Oficio de la Inquisicion de esta ciudad, ambos Escribanos mayores del muy noble Ayuntamiento de ella, estando congregados en el que se está celebrando, precedida citacion general de antedia, segun el antiguo uso y loable costumbre que en ella tenemos, de comun acuerdo decimos que

en el nuestro cabildo celebrado en el dia ocho de este mes se vió, y con el respeto y veneracion debida se obedeció una Real cédula de S. M. (que Dios guarde) firmada de la Real mano y refrendada por el Señor D. Manuel de Aizpun y Redin, su Secretario en la Real Cámara de Castilla, expedida en Aranjuez á los treinta y uno de mayo próximo pasado, por la que se dignó S. M. noticiar á esta ciudad que habiendo señalado el dia veinte y tres de septiembre de este año, para que sus reinos у vasallos jurasen al Serenísimo Príncipe D. Fernando, su muy caro y amado Hijo nuestro Señor, en la iglesia del convento Real de San Gerónimo de la villa de Madrid, conforme á las leyes, fueros y antiguas costumbres de estos reinos y segun y por la forma y manera que los Príncipes primogénitos y herederos de ellos se suelen y acostumbran jurar, habia resuelto ordenarle como lo hacia nombrase en la forma que en semejantes casos habia acostumbrado, Diputados que en su nombre y de todo este reino prestasen el juramento que eran obligados á su Alteza, otorgándoles poderes amplios y bastantes para dicho efecto, y para tratar, entender, practicar, conferir, otorgar y concluir por Córtes otros negocios si se propusieren y pareciere conveniente resolver, acordar y convenir para los fines referidos; en inteligencia de que para el dia primero de agosto próximo futuro, deberian hallarse presentes precisamente en la referida villa de Madrid los nominados Diputados con los expresados poderes, que habian de contener todas las cláusulas y circunstancias que se requieren para su mayor formalidad, y evitar toda duda, contingencia y dilaciones; y correspondiendo esta ciudad á su acreditado amor y lealtad á sus Soberanos, obedeciendo el Real precepto, acordó se citase á cabildo gene

ral para este dia á fin de practicar el correspondiente sorteo y otorgar los dichos poderes; y que para que esta determinacion se hiciese notoria á los Caballeros Veinleycuatros ausentes, se les escribiese por el correo general del dia once de este mismo mes, noticiándosela y dirigiéndoles las cartas á los respectivos pueblos en que se hallasen, y á los demás se les citase ante diem con espresion de causa por el portero mayor, lo cual así se practicó, y en su consecuencia se ha procedido en este dia á hacer el dicho sorteo entre los Caballeros Veinteycuatros que han asistido al acto y cuyos oficios no se hallaban desfrutados en el presente turno; y habiéndose ejecutado con la debida justificacion y en la forma que en semejantes casos acostumbra hacerlo esta ciudad, segun y con arreglo á sus ordenanzas y acuerdos por Reales cédulas confirmados, tocó la suerte de esta diputacion á Nos los dichos D. Rodrigo Fernandez de Mesa y Argote y D. Josef de Valenzuela Fajardo; y habiéndose aprobado el dicho sorteo, acordamos los demás haberlos por nombrados por tales Comisarios Procuradores de las Córtes mandadas convocar; y en consecuencia de su aceptacion y obligacion á servir por sus personas la dicha comision, hemos resuelto, cumpliendo con lo mandado por S. M., formalizar este público instrumento por el que confesando y aprobando por verídica la relacion de su exordio, por Nosotros mismos y en nombre de los demás individuos, que al presente son, y en lo sucesivo serán de este Ilustre Ayuntamiento, y á representacion de todos los vecinos y naturales de esta misma ciudad y de las demás ciudades, villas y lugares de este reino de Córdoba, por todos los cuales prestamos voz y capcion de rato grato, manente pacto, juditio sisti, judicatum solvi en bastante

forma de derecho, á voz de consejo otorgamos los demás, que damos y concedemos nuestro poder cumplido, amplio, eficaz, decisivo, absoluto y tan bastante como legalmente se requiere y es necesario á los dichos Señores D. Rodrigo Fernandez de Mesa y Argote, Señor de la villa del Chanciller, y D. Josef de Valenzuela Fajardo, teniente capitan del regimiento provincial á que da nombre esta ciudad, ambos Veinteycuatros de este Ayuntamiento, á los dos juntos y á cada uno in solidum, especialmente para que á nombre de ella y de todos los demás pueblos de este reinado de Córdoba se presenten ánte S. M. (que Dios guarde) y ánte los Señores sus Secretarios y Ministros, y en el dia asignado ó en cualquiera otro presten y hagan el debido juramento de fidelidad y obediencia á S. M., y asimismo al Serenísimo y esclarecido Señor D. Fernando, su muy caro y amado Hijo, reconociéndolo como desde luego lo reconoce esta ciudad por Príncipe heredero de estos reinos y de los demás á ellos unidos é incorporados, dando á su Alteza la obediencia y ofreciéndole la lealtad y fidelidad que por leyes y fueros de estos reinos á su Alteza como Príncipe heredero de ellos es debida durante los largos, prósperos y bien afortunados dias del Señor D. Cárlos IV su Padre, nuestro Rey y Soberano Señor; y reconociendo asimismo para despues de aquellos, ó para en el caso de que S. M. le renuncie el dominio de esta monarquía á dicho Señor D. Fernando por Rey y Señor legítimo, y natural heredero y propietario de ella, prestándole desde ahora para entonces la obediencia, reverencia, sujecion, vasallaje y fidelidad que como buenos súbditos y naturales vasallos le debemos y somos obligados á darle y prestarle como á nuestro Rey y Señor natural, prometiéndole que leal y

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