Imágenes de página
PDF
ePub

Duque de Borgoña, de Brabante, de Milán, de Atenas y Neopatria, Conde de Apsburgh, de Flandes, de Tirol, de Barcelona, de Rosellón y Cerdeña, Marqués de Oristan y Conde de Goceano. Por cuanto por parte de vos, Agustín de Rojas, natural de la nuestra villa de Madrid, me ha sido hecha relación, que con vuestra industria y trabajo habéis compuesto un libro intitulado EL VIAJE ENTRETENIDo, el cual deseáis imprimir en los nuestros Reinos de la Corona de Aragón, suplicándonos fuésemos servido de haceros merced de licencia para ello, y nos teniendo consideración á lo sobre dicho, y que ha sido el dicho libro reconocido por persona experta, y por ella aprobado, para que os resulte de ello alguna utilidad, lo hemos tenido por bien. Por ende, con tenor de las presentes de nuestra cierta ciencia y real autoridad, deliberadamente y consulta, damos licencia, permiso y facultad, á vos el dicho Agustín de Rojas, que por tiempo de diez años, contaderos desde el día de la data de las presentes en adelante, vos ó la persona ó personas que vuestro poder tuvieren, y no otro alguno, podáis y puedan hacer imprimir y vender el dicho libro intitulado EL VIAJE ENTRETENIDO, en los dichos nuestros Reinos de la Corona de Aragón, prohibiendo y vedando expresamente que ningunas otras personas lo puedan hacer por todo el dicho tiempo, sin vuestra licencia, permiso y voluntad, ni le puedan entrar en los dichos Reinos para vender de otros, adonde se hubieren imprimido. Y si después de publicadas las presentes, hubiere alguno, ó algunos que durante el dicho tiempo intentaren de imprimir ó vender el dicho libro, ni meterlos impresos para vender como dicho es, incurran en pena de quinientos florines de oro de Aragón, dividideros

en tres partes, á saber: es una para nuestros cofres Reales; otra para vos el dicho Agustín de Rojas, y otra para el acusador; y demás de la dicha pena, si fuere impresor, pierda los moldes y libros que así hubiere imprimido, mandando con el mismo tenor de las presentes, á cualesquier Lugares Tenientes, y Capitanes generales, Regentes la Cancelería, Regente el oficio, portantes veces de General, Gobernador, Alguaciles, Porteros, Vergueros y otros, cualesquier oficiales y ministros nuestros mayores y menores, en los dichos nuestros Reinos y Señoríos, constituídos y constituideros, y á sus lugares tenientes y regentes, los dichos oficios, so incurrimiento de nuestra ira é indignación, y pena de mil florines de oro de Aragón, de bienes del que lo contrario hiciere, exigideros y á nuestros Reales cofres aplicaderos, que la presente nuestra licencia y prohibición, y todo lo en ella contenido os tengan y guarden, tener, guardar y cumplir, hagan sin contradicción alguna, y no permitan ni den lugar á que sea hecho lo contrario en manera alguna, si demás de nuestra ira é indignación en la pena sobredicha no desean incurrir. En testimonio de lo cual mandamos despachar las presentes con nuestro sello Real común en el dorso selladas. Datas en la nuestra Ciudad de Valladolid, á veinte y cuatro días del mes de Septiembre, año del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, de mil y seiscientos y tres. Yo el Rey. Dominus Redmandavit mihi, Hieronymʊ Gasol, vise per Covarrubias Vicecancellarium, Guardiola clavero, Sabbater, et., Núner, Regentes Canceliarian, etc., Franquessa, Consiliarium generalem Indiversorum IV, fol. CCXII.

DEL DOCTOR AGUSTÍN DE TEJADA PÁEZ

C

AMINA el avariento, y el salado

piélago surca al Norte de la mina,
cuya codicia el pecho suyo inclina,
que rompa el mar, del Austro alborotado.
Y el mercader camina fatigado

(porque sigue el cansancio al que camina),
y el peregrino el mundo peregrina
cumpliendo el voto á quien está obligado.
Mas no sintieran del trabajo ultraje:
mercader, peregrino, ni avariento,
con viaje tan bien entretenido.
Que Rojas facilita ya EL VIAJE,
con dulce prosa y numeroso acento,
muerte del tiempo, espada del olvido.

DE ALONSO DE CONTRERAS, ALGUACIL DE LA CASA Y CORTE DEL REY

S

NUESTRO SEÑOR

I tanto estimó Trajano la elocuencia de Adión, y á Virgilio, Octaviano, y á Enio, el gran Cipión, y á Ausonio Galo, Graciano. Si aquella estatua á Platón el rey Mitridates hizo por la mano de Afilón, y de aquel varón quiso

dejar eterna opinión.

A quien también la merece,
y este VIAJE enriquece
con tanto decir gallardo,
hoy para Rojas la aguardo,
que de oro, España la ofrece.

DE DON JUAN DE PIÑA

S

OIS VIAJE ENTRETENIDO,
cifra del siglo dorado,

do el arte ingenio y cuidado muestran bien lo que han podido. Mercurio, Apolo y Cupido, os den por tan rica historia lauro de eterna memoria, con esmeraldas por hojas, pues la fama en nuestro Rojas, tiene Homero y nueva gloria.

DE JUANA VÁZQUEZ

AMBIÉN del VIAJE Usas

T

que si éste leyendo estoy, entiendo que al monte voy, do están coronadas musas. Madrid, advierte dos cosas que cualquiera te enriquece: Vega, que vega te ofrece, y Rojas, jardín de rosas.

DEL DOCTOR FRANCISCO DE CORCUERA, Á AGUSTÍN DE ROJAS

R

EVUELVO y miro al círculo en que afirma el Antártico curso nuestro polo,

paso adelante, y veo la luz de Apolo,
con su Diana que en tu amor confirma.
Miro más alto, y veo que se refirma
con nueve cielos este Mauseolo;

vi vuestra estrella al fin, y sois vos solo
quien rige y manda, predomina y firma.
De vos recibe el sol sus rayos bellos
con que nos rige, y á su esfera casta
dais luz, que no alumbrara si no os viera.
Vuestro VIAJE ha sido la luz de ellas,
y al fin sois, Rojas, que esto sólo os basta
para estar con Faetonte allá en su esfera.

DE DON JUAN LUIS DE VELASCO,
CABALLERO DEL HÁBITO
DE SANTIAGO

C

ANSANCIO es vano el de mi débil pluma
en querer remontarse tan de vuelo,

pues mientras se levanta más del suelo,
es todo cuanto dice leve espuma.
Porque la más gallarda, que presuma
comunicar su estilo con el cielo,
en tratando de vos, ha de hacer pelo
antes que reducirlo á breve suma.

« AnteriorContinuar »