Imatges de pàgina
PDF
EPUB
[ocr errors]

lo que puede ceder en mayor lustre y beneficio de la Nacion, y gloria de su Reynado, y de la piedad y clemencia, que entre las otras virtudes resplandecen y sobresalen en su Real animo, abrió camino à la esperanza. Porque el aliento que influye la memoria de tan amables perfecciones en los vasallos de S. M., quando se hallan en los casos mas dificiles y contrarios, hizo en esta ocasion, que pareciese facil lo mismo que por otra parte se mostraba imposible. Creyóse, pues, que el medio unico y seguro para salir de la dificultad que se ofrecia, era acudir à S. M. como en efecto se acudió, solicitando su Real proteccion para emprender la continuacion que se intentaba. Y la resolucion fue la misma que nos habia prometido el conocimiento de las virtudes que digimos. Pues oída la súplica con la mas benigna aceptacion, no solo vino S. M. en conceder lo que se pedia, sino que manifestó quan agradable le era este intento, y se dignó declarar, que deseaba se continuase y perfecciona se un proyecto tan util y necesario como es el de ilustrar la Historia Eclesiastica de sus Reynos, disipando las fabulas, que el falso zelo habia introducido. (1)

Con el animo, que inspira gracia tan singular, (1) Decreto de S. Mag. en 8. de Junio de 1773.

t

se continuará el loable instituto del Rmo. Florez, reconociendo siempre con animo agradecido, que, todo este beneficio viene de aquellas manos, que tan largamente se emplean en promover las buenas Artes, para comun utilidad de los hombres. La memoria del favor y deseo de S. M. será un estímulo perpetuo à una aplicacion suma y continua en quanto alcancen las fuerzas, hasta que la misma Obra, que al presente está publicando à todo el mundo, que debe su sér al patrocinio Real, testifique finalmente, que recibió tambien de la benignidad de S. M. todo su progreso y perfeccion.

PRÓLOGO.

L Tomo presente, en que se trata del Estado antiguo de la Iglesia Ausonense, es uno de los dos que el Rmo. Florez dejó escritos, como se avisó en la Gazeta, en

que se dió noticia de su fallecimiento. Por lo respectivo al asunto principal quedó enteramente perfeccionado, y solo le faltaba el Prólogo que le correspondia, segun la costumbre observada en los otros, que ya estaban publicados; por haber sido el Autor prevenido de la muerte en el mismo tiempo en que esperaba de Cataluña algunas noticias, que efectivamente llegaron despues, las quales se han colocado en sus proprios lugares, notandolas con la distincion y claridad que ha sido posible.

Uno de los testimonios mas eficaces con que se puede comprobar la fineza y rectitud de N. Rmo. en amar y seguir la verdad, es el grande trabajo con

que

formó este libro. Por haber caido enfermo el Señor Canonigo comisionado por el Ilustrísimo Cabildo de Vique, para la correspondencia con su Rma. se vió obligado à escribir por entonces segun las escasas, aunque bien fundadas memorias, que halló publicadas, y una u otra observada en los Documentos y MSS. que tenia en su Estudio. Y viendo ya concluido el Tratado de esta Iglesia, intentaba publicarle, no temiendo el reparo que podria alguno hacer de que salia poco difuso; ni menos moviendose por esta razon à llenarlo de noticias mal fundadas, ò vulgares. Porque seguia constantemente aquella maxima acertada, que se propuso para escribir con solidez, y que dejó escrita por estas palabras: Bien "creo, que muchos repararán en lo corto que sale »cada Tratado, deseando que fuesen mas difusos "al modo de los Libros publicados sobre algunas "Iglesias pero hay la diferencia de que nuestro in»tento es dar puramente aquello sobre que puede "cada una contar con buenos fundamentos, sin ha"cer ni aun mencion de muchas cosas, que volunta❤riamente se llegaron à introducir por los moder"nos. (1).

En esta resolucion se hallaba, quando sin esperarlo recibió muchos y preciosos Documentos, que (1) Prolog. del Tom. 7.

se sirvió franquearle el Rmo. P. Doctor D. Jayme Caresmar, en los meses de Septiembre, Octubre y Noviembre de 1772. Con este motivo tuvo que poner y colocar las especies de modo muy diferente, que las tenia trabajadas y ordenadas, de suerte que vino à formar segunda vez este Tomo. No paró aqui su trabajo; pues en Diciembre del mismo año le envió el Ilustrísimo Cabildo, por mano del P. Caresmar la Historia MS. del Dean de Vique D. Juan Luis de Moncada; y juntándose à ella otros Documentos que remitió posteriormente el citado Padre, tuvo N. Rmo. que arreglar varios puntos de los que tenia escritos; de manera, que casi de nuevo escribió tercera vez este Libro. En lo qual vemos un egemplo muy singular de las veras con que cumplió en sus Escritos aquello que escribió en uno de los primeros Tomos de su Obra. (1) » No faltará, »dice, quien repare, no solo en lo que digo, sino men lo que no digo. En esto, que es gran falta; y »en aquello que es sobra, y puede ser que se quie»ran propasar à la intencion. Ni en lo uno, ni en "lo otro intento perjudicar à nadie. Propongo los >>fundamentos que descubro, y que me parecen mas dignos y eficaces para resolver. Si otro los da mejores, yo mismo firmaré su opinion, pues busco (1) Prolog. del Tom. 3.

« AnteriorContinua »