cum omnibus juris suis dono & concedo omnibus parentibus meis, & Canonicis Regularibus jure hereditario, in Ecclesia supradicta constitutis, ut ibi vivant, & semper Deo serviant secundum Regulam S. Augustini. Et mando & constituo, ut omnes parentes mei semper victum & vestitum habeant: & cum consensu Canonicorum Martinum Stephani, nepotem meum Rectorem ejusdem Ecclesiæ constituo: & post obitum ejus, Joannem filium fratris mei, qui multas persecutiones in tempore guerra me cum substinuit, cum voluntate Canonicorum ejusdem loci Rectorem & Dominum constituo. 37 Et insuper præcipio, ut non liceat Burgensi Episcopo aliquem Dominum ibi constituere, nisi illum quem tota Congregatio, vel pars senioris Consilii, secundum Dei timorem, & Canonum decreta elegerit: & quodcumque feci, sub potestate Domini Papæ posui: & Ecclesiam S. Nicolai de Ortega constituo Camaram de Roma, & in die obitus mei usque in perpetuum Dominus de Ortega annuatim IIII. aureos Domino Papæ persolvat. Et si aliquis, quod illicitum est, hoc nostrum factum per negligentiam & insipientiam: & paupertatem, aut per aliquam vim rumpere temptaverit, & Ecclesiam supradictam alienare voluerit, nullam potestatem habeat. Et insuper mando & præcipio Canonicis Regularibus, ut si aliquis hoc meum factum præterierit, ipsi ante præsentiam Domini Papæ querimoniam suam sine dilatione ostendant. Facta Carta in mense Junii, sub Era M. C. LXXXX. Regnante Imperatore in cmni Regno suo. Hujus rei sunt testes: Rodericus Episcopus Calagurrensis. Garsias Archidiaconus Nogarensis Sancius de Grañon Capellanus de Calagurrensis Episcopi. Gundisalvus Plagado Sacrista S. Mariæ. Domnus Martinus de Villalonga. Petrus Abbas de Quintana Fortumno. Comes Lupus de Nagera Sancius Diaz frater ejus. Roy Munnos de la Vieja. Munio Dias de Quintanilla de bon. Didagus Velazquez de Quintana Fortumno. Ferdinandus Velazquez frater ejus. Didagus Munios de Finiestra. Dominicus Fernandez de Evea Alvarus Rois de Mansiella. Domnus Christoforus de Terrados. Didagus de Valdemunecha. Martinus Munios de Finiestra. Martinus Clericus Regis scripsit. 38 Arreglada y aceptada esta sucesion, y exhortados los discípulos al amor entre sí y caridad con los pobres, se fue agravando la enfermedad corporal, y creciendo el fervor de ,y su espíritu, con lo que á pocos dias despues de llegar desde Nágera al Monasterio, subió su alma á gozar de los merecidos premios en el dia dos de Junio, del año 1163. Era MCCI. como propone bien el Flos Sanctorum corregido por Carrasco, é impreso en Alcalá 1567. Pero las impresiones de Ocaña, de Gonzalo Millan y Marieta, salieron con el yerro de setenta en lugar de sesenta, lo que engañó tambien á Garivay, que habló del Santo sobre el año de 1173. El Cronicon Ambrosiano (puesto en el tomo 23. pag. 305.) señala bien la Era MCCI. obiit obiit Beatus Joan. nes de Urteca, que fue año 1163. 39 El Santoral de Fr. Gonzalo de Ocaña, Prior de la Sisla de Toledo (que anda con el libro de Vega) refiere que muerto el Santo "se ayuntaron "todos los moradores de la tier"ra á sus Exequias, y á en"terrar su cuerpo: y convi»dólos el honrado varon Mar"tin su sobrino (que quedara "en su lugar) á tomar con "solacion y caridad: y como "no tuviese vino una cuba pe"queña que ende estaba, salvo hasta un palmo, ó poco mas, "y no pudiese abastar á tan"ta compañía, porque eran "trecientos ó poco menos; "aquello poco de vino bastó "á todos ellos, et una sola Va"ca, aunque estaba mas vianda "aparejada." Ya el Santo habia esperimentado en vida otras semejantes multiplicaciones maravillosas: pero aun despues de muerto le concedió el Cielo que fuese bienhechor de sus de votos. Algunos milagros despues de muerto. 40 Fueron tantos los milagros con que Dios atestiguó la santidad de su siervo, que si tomáramos por único asunto su vida, saliera un libro no pequeño, copiosísimo en maravillas del cielo. El P. Ocaña (Autor del siglo 15) propone los siguientes. 41 Despues (dice) del enterramiento del Santo, fue á velar á su sepulcro un ciego, natural de Belorado y cobró vista. Otro vecino de Villaescusa, mudo y perlático, fue traido por sus padres al sepulcro del Santo, y á los nueve dias 42 Desde Irlanda venian á 43 Un ciego de tierra de Leyva, se encomendó al Santo, y vino á dar gracias á su Iglesia con vista. Un Frances, llamado Baldovino, no podia andar sino arrastrando, ni comer ni beber por su mano: vino al sepulcro de S. Juan, y volvió sane. Otra noble manceba de la Bureba, llamada Ma ría, perdió el habla, y la recuperó orando en el sepulcro del Santo. Lo mismo le sucedió á un mozo de Logroño, llamado Antipara. Cojo y mudo se hallaba el hijo de una pobre de Castilla, que no logrando remedio en otro Santuario, fue al de Ortega, y volvió con el hijo sano de ambos males. A Pedro Carrillo, Caballero de Vivero, le faltó el habla, y se le torció feamente la boca: pero viniendo al sepulcro de S. Juan, le libró Dios de una y otra afliccion. Otro pobre tullido que caminaba en un borriquillo á Santiago, buscando la salud, la consiguió entera en Ortega por méritos del Sto. Confesor. Concluye Ocaña diciendo: "Si quisieramos escribir to"dos los milagros que hizo el "Señor por este Santo Varon, "antes nos faltara el tiempo "que la materia." 44 En la misma Capilla del Santo hay cuadros de estos y de otros milagros, que pueden dar asunto á quien le tome por suyo, pues son muchísimos, á causa de la particular devocion que tienen pueblos y ciudades circunvecinas con el Santo. Su patria Quintana Ortuño, tiene casulla del Santo, y viene en su dia pro cesionalmente con ella, acompañándola otros cinco pueblos del contorno. El docto P. Sigüenza refiere milagros recientes en sus dias, de una esteril que en el dia del mismo Santo consiguió una hija; y cayendose en el canal de un molino, no recibió lesion alguna, implorando al Santo la madre. Otro niño del mismo Ortega, que se ahogó en un pozo, resucitó en la Capilla del Santo. A este modo hay otros milagros posteriores, sobre los que renovamos lo dicho en los de S. Garcia col. 144. 45 Es comun entre los Escritores, desde el P. Ocaña, que muchos años despues del tránsito del Santo, se edificó alli un Monasterio de Canónigos Reglares, en cuyo lugar entró despues el sagrado Orden de S. Gerónimo. Tamayo se inclinó á que primero fue de Ermitaños de S. Agustin. Pero nada de esto merece aprobacion ni creo lo hubiesen escrito, si tuvieran presente el Testamento que alegamos ar riba , y el Breve Pontificio, que 25. años antes de morir el Santo, expresa Convento, y Monasterio de S. Nicolas de Ortega: y el mismo Santo llama Canónigos Reglares de S. Agustin á los individuos: segun lo cual el Monasterio no se hizo muchos años despues, sino algunos antes: y no era de Ermitaños, sino de Canónigos Reglares. 45 Sucedió al Santo en la Prelacía su Sobrino Martin Esteban, y despues de este, otro Sobrino, llamado Juan, como el Santo dispuso con acuerdo de los Canónigos, y vimos en el Testamento. Despues de estos tuvieron los Canónigos once Prelados, el último de los cuales se llamó D. Fernando, que murió en Diciembre del año 1431. Fue tan mala la cuenta que dieron los Canónigos de los bienes espirituales y temporales, que ya no podian sustentarse mas que tres, á que estaba reducida aquella casa, ya aseglarada, y de los tres nombraron uno por Prelado, llevando la eleccion al Obispo de Burgos para que la confirmase. Eralo entonces el Señor D. Pablo de Sta. Maria, que noticioso del infeliz estado del que antes fue Santuario, detu vo la confirmacion para informarse mejor, y halló que no era Monasterio sino quædam domus minus honestè viventium, segun propuso en el informe hecho al Papa. 47 Conoció que aquellos clérigos no eran ya á propósito para reducir el Monasterio al punto de observancia y culto que pedian los méritos del glorioso Padre, cuyo cuerpo le ennoblece: y para conseguir culto y observancia, resolvió poner otros mejores ministros, introduciendo allí el órden del glorioso Padre San Gerónimo, que tambien guarda la regla de S. Agustin, como los Canónigos. Supieron es ta idea del Obispo los Canónigos, y lejos de darse por sentidos aprobaron el pensamiento como el mas proporcionado para el fin, suplicando á su Ilustrísima proveyese sobre su manutencion en el tiempo que les restaba de vida, y asi se hizo. 48 Llamó el Obispo en el año de 1432. al Prior del Convento de Frexdelval Fr. Alonso de Ubeda, manifestándole la idea de unir á su casa la de Ortega, para introducir aqui la observancia religiosa que faltaba: y conviniendo el Prior, se anejó el Convento de Ortega al Tomo XXVII. de Frexdelval, órden de San Gerónimo (distante una legua de Burgos hácia el Norte) con varias condiciones, que duraron poco pues en el año siguiente 1433 vinieron los religiosos visitadores desde Frexdelval á Ortega, y hallando que éste podia mantener doce Monges y un Prior, dieron cuenta al Obispo, y éste al Rmo. P. General, residente en Lupiana, sobre que la órden recibiese esta casa como uno de tantos Monasterios, que se gobernase por sí como los demas, sin anexion, ni dependencia de Frexdelval. El efecto fue, que el mismo P. Visitador Fr. Alonso de Medina (que an duvo en esto) trajo el poder necesario, y tomó posesion en nombre de la órden á 8. de enero del 1434, eligiendo por primer Prior al que se hallaba Vicario, Fr. Alonso de Bonilla, y obtuvo del Obispo y su Ca❤ bildo la total independencia de la casa en punto de visita, confirmacion, y cualquiera anterior derecho que tuviese cuando era de Canónigos. 49 Despues obtuvieron los Padres de esta casa confirmacion Pontificia de todo lo efectuado, recurriendo al Papa Eugenio Cuarto, el cual en 27. Bb |