Imatges de pàgina
PDF
EPUB

Santiago, y por ser muy espeso en malezas, le llamaban Urtica, y Ortega, segun hablan los Leccionarios latino y vulgar. Alli se escondian los mas facinoro. sos para robar y matar á los caminantes impunemente,haciendo tantos daños, que ni los paysanos de aquella tierra se atrevian á pasar por alli, aunque era tránsito de Castilla á la Rioja, y sobre todo camino para la peregrinacion de Santiago.

9. Todo esto movia mucho él corazon de S. Juan, para utilizar al prógimo en lo mismo que lisongeaba su deseo de ermitaño por lo que escogió aquel sitio por teatro de su caridad y vocacion, resolviendo vivir en aquel desierto, y limpiarle de tan perjudiciales moradores. Pidió licencia al Rey de Aragon D. Alfonso, que do minaba en la Rioja y montes de Oca. Visitó el cuerpo de su amado maestro Sto. Domingo de la Calzada, y sus discípulos: y dándole el Rey su beneplácito, vino al sitio escogido (don de hoy su monasterio) y empe zó á poner manos a la obra, con la parte de herencia que habia reservado, cuando repar tió lo demas á los pobres, y con bienes de un hermano suyo, como dice en el testamento.

10 Empezó á labrar abrigo para los compañeros que se le habian agregado con el mismo, deseo de apartarse del mundo, para cumplir la oferta de erigir capilla á san Nicolas su patrono: pero los ladrones por su antigua costumbre de hacer mal, y considerando opuesto á sus designios el del Sto.se atre vieron á perseguirle, deshaciendo de noche lo que hacian de dia, robándole, y destruyen do los materiales precisos en la obra, y aun llegando á amenazarle con la muerte. Pero el santo, conociendo ser cosa del servicio de Dios, sufria las injus ticias, esperando del Cielo la perfeccion, y tal vez repartia algunas limosnas á los mismos ladrones, con lo que algunos se convertian, y el Cielo premió su fé, esperanza, y caridad, dejándole el sitio libre de enemigos.

11 A este tiempo de ocuparse el santo en la fábrica, podemos reducir un milagro que obró Dios por el santo en la villa de Villadiego, territorio de Burgos: pues comprados alli unos bueyes para servicio de da obra; y entregado el precios volvió luego el vendedor a pett dir ante el Juez se los pagase: y aunque el santo decia haberle

satisfecho, no teniendo testigos, recurrió á una prueba con que justificó su causa. Dijo al Juez, que para averiguar si él decia verdad, ó su contrario, metiesen uno y otro la mano en un lodazar que habia junto á eHos, y el que la sacase limpia, ese tendria la verdad á su favor. Asi se hizo: la mano del contrario salió mas sucia que estaba: la del santo limpia como su alma. La villa perpetuó este milagro, no solo con una inconcusa tradicion, sino señalando el sitio con un agugero en el suelo dentro de una capilla que se erigió alli, y con pinturas de tabla en el retablo, tan antiguas, que ya no se perciben, pero las conocieron los ancianos. El agugero en el suelo de la capilla con su cerco, persevera hasta hoy; pero las tablas se mudaron á otra capilla, por retablo nuevo hecho á santa Ana, cuya invocacion tiene la ermita del sitio del milagro.

[ocr errors]

12 Perseverando pues el santo en lo empezado, labró con sus bienes, y ayuda de vecinos, la capilla de san Nicolas, donde colocó las reliquias que trajo de la tierra santa. Edifiçó tambien casa para recibir peregrinos, y logró fabricar parte de la iglesia que hoy tie

ne el monasterio, hasta el crucero, todo hecho de piedra.

13 Durante aquella obra hizo Dios algunas maravillas por el santo. Hurtáronle una noche dos vacas que servian para conducir materiales: y habiendo andado toda la noche los ladrones con fatiga para alejarse donde no fuesen conocidos, los cegó Dios de tal suerte, que no hicieron mas que dar vueltas á la casa, y á la mañana se hallaron á la puerta con el hurto en las manos, sin poder escapar: con lo que conocieron el castigo de Dios, y pidieron perdon al santo, volviendo mejores de lo que vinieron.

14 Faltóle un buey de dos que tiraban de una carreta, y aunque tenia poco dinero, fue á Burgos, esperando que alguno le vendiese fiado: y en efecto se le dieron por veinte sueldos, entregando la mitad de contado, y esperando la otra por ocho dias. No encontró el santo mas que cinco: y volviendo con ellos, pidió al acreedor le perdonase, pues solo pudo haIlar la mitad de la deuda. Al trastornar la bolsa, vió el hom→ bre los diez sueldos, y le dijo: Pues padre, no ¿Pues padre, no decia que tría solo cinco? El santo respondió: hermano id en paz: y

dentro de sí mismo dijo á Dios: No estraño, Señor, que pagueis por mí este pequeño precio, pues por comprarme á mí, dísteis uno tan grande.

15 Concluida la casa para los peregrinos, y corriendo la voz de lo bien que el santo los agasajaba, se hizo camino franco el que antes era refugio de ladrones. Concurrieron una vez muchos peregrinos juntos, cuando casi no habia un bocado de pan. El santo compadecido, dijo á uno de los suyos fuese á ver si en el arca habia que dado algo. Sabía, y respondió, que no tenia nada: pero instado que volviese á registrarla, fue, aunque de mala gana, y la halló milagrosamente llena toda de pan.

16 La vida que el santo hacia en este desierto, correspondia á los impulsos con que el cielo le escogió para triunfar del mundo. Nunca tomó alimento mas que una vez al dia. Cada año ayunaba tres cuaresmas, absteniéndose de todo alimento irritativo. Hasta hoy dura en el relicario de su capilla el silicio con que martirizaba su cuerpo, que es un cinto de hierro, horrible á los amadores de la carne. No tuvo cama: el suelo era su lecho, cuando la

fragilidad pedia algun descanso entre las vigilias, oraciones, y fatigas del cuerpo. Sus empleos diarios eran egercicios continuos de caridad del prógimo, á cuyo fin ordenaba sus fatigas, en obras dirigidas al bien público, no solo en el hospicio que erigió para los pobres en aquel desierto, sino en las demas que referiremos, de puentes y calzadas, para alivio de los pasageros. El trage y compostura de su cuerpo edificaba, mostrando un ermitaño humilde y caritativo.

Instituye el santo Canónigos Reglares en su iglesia, y hacen

le mercedes los Reyes.

17 No podia ocultarse tanto resplandor de virtudes puesto sobre aquel monte. Concurrian ermitaños y personas devotas de los contornos á tratar con el santo, y hacerse sus discípulos. Entre ellos tenia dos sobrinos, llamado el uno Martin, el otro Juan, ambos muy de la aprobacion del santo: y deseando que viviesen religiosamente, los hizo vivir en comunidad con regla dándoles

la del santo doctor S. Agustin, á fin que cantasen alabanzas á Dios, y egerciesen caridad es

piritual y corporal con los prógimos.

18 Todo esto lo tenia efec-. tuado antes del año 1138. en que deseando firmeza y seguridad, acudió á Roma, y obtuvo exencion de la casa, logrando que el Papa Inocencio II. la recibiese bajo la proteccion de la Sede Apostólica, con todos sus bienes presentes, y los que adquiriese despues, dando en reconocimiento de aquella proteccion cuatro maravedises anualmente, que segun el santo declaró en su testamento, eran de oro. El Breve dice asi: 19 Innocentius Episcopus Servus Servorum Dei. Dilectis filiis Abbati & conventui S.Nicolaide Ortega salutem & Apostolicam benedictionem. Sacrosancta Romana ecclesia devotos

& humiles filios ex assueto pietatis officio propensius diligere consuevit: & ne pravorum hominum molestiis agitentur, eos tamquam pia mater suæ protectionis munimine confovere. Ea propter, dilecti in Domino fili, vestris justis postulationibus gratum impertientes assensum, monasterium S. Nicolai de Ortega, in quo divino estis obsequio mancipati, cum omnibus bonis tam Ecclesiasticis quam mundanis quæ in præsentiarum

rationabiliter possidet, aut in futurum justis modis propitiante Domino poterit adipisci, sub B. Petri & nostra protectione suscepimus, & præsentis scripti patrocinio communimus. Nulli ergo omnino hominum liceat hanc paginam nostræ protectionis infringere vel ei ausu temerario contraire. Si quis autem hoc attemptare præsumpserit, in indignationem omnipotentis Dei,& Beatorum Petri & Pauli Apostolorum ejus se noverit incursurum. Ad inditium autem hujus à Sede Apostolica protectionis perceptæ quatuor marabitinos persolvetis nobis, nostrisque successoribus annuatim. Datis Romæ apud S. Petrum VI.Kal. Maii Pontificatus nostri anno nono. Ete año fue (segun el dia de mes y número del Pontificado)el 1138.de Cristo, pues empezó Inocencio II. en 15 de febrero del 30. desde cuyo dia en el 38. empezó á correr el año nono.

20. Aqui vemos el monasterio con título de S. Nicolas de Ortega, cuyo Abad era S. Juan, con la sujecion al Papa, por lo que el santo en el testamento (que daremos) dice ser Cáma→ ra de Roma aquella casa, y obliga á la paga anual de las cuatro monedas de oro, pre

viniendo (en virtud de la exencion) que no pueda el obispo diocesano de Burgos poner alli otro prelado mas que el nombrado canonicamente por la casa y asi pertenecia al obispo solamente el confirmarle, no nombrarle. Da el santo á los individuos el título de Canónigos Reglares, que deban vivir segun la regla de san Agustin: y con tal nombre de canónigos perseveraron cerca de trecientos años, como luego veremos.

21 La fama de la santidad de este siervo de Dios andaba ya tan estendida, que no solo se sujetaban á su direccion los discípulos de S. Gregorio Hostiense, y de Sto. Domingo de la Calzada, sino que los mismos Reyes le respetaban y miraban con amor, y el santo contribuyó (como escribe Garibay sobre el año 1173. del tom. 2.) para la paz, que era muy necesaria entre los príncipes de Castilla, Navarra, y Aragon. El señor Cartagena autorizó este influjo del santo sobre la paz, diciendo en el cap. 76. que con otros trabajó mucho por ella: Hoc tempore claruit S. Joannes de Urteca, & ad evitationem præliorum cum aliis prælatis & Religiosis, nimium laboravit. Vino el Emperador D. Alfonso

á visitarle en su desierto, tratando muy despacio con él en cosas de su conciencia, y quedó tan aficionado al santo, que asi el Emperador, como el Rey D. Sancho su hijo, le hicieron va rias donaciones.

22 Primeramente le dió en enero del 1142. todo el sitio donde estaba, que llama Realengo de monte de Oca, entre Ortega de arriba y Ortega de abajo, cuyo coto señala, y expresa cederle para siempre á vos Don Joan de Quintana Fortunio (nombre del lugar del santo )y á todos sus parientes, para que sirvan á Dios y á los pobres, concediéndoles franquicia de portazgos, y pastos para sus ganados en todo el reyno, como verás en el apéndice. En virtud de esta donacion se intituló el santo en su testamento señor de Ortega, y de la iglesia de S. Nicolas, y del hospital: y como tal dueño de todo, lo da con sus pertenencias á sus parientes y Canónigos Reglares, segun consta en el mismo testamento, otorgado diez años despues en el de 1152. donde es muy de notar la expresion en que se dice señor de aquello por la gracia de Dios, como si inmediatamente lo hubiese recibido de

« AnteriorContinua »