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caballeros é infanzones no fuesen obligados á pagar bo- | Barcelona, y algunos varones y caballeros: y porque

vaje ni herbaje. Que en todas las diferencias y pleitos que se movicsen entre el rey, y los ricos hombres, hijos dalgo é infanzones, fuese juez el justicia de Aragon, y las determinase con consejo de los ricos hombres y caballeros que se hallasen en las cortes que no fuesen parte, y todas las otras causas que hubiese entre los ricos hombres y cabalieros é infanzones, se juzgasen con consejo del rey y de los ricos hombres por el justicia de Aragon, con que no fuesen parte, y que el rey no diese tierra en honor á los infantes sus hijos y de la reina su mujer. De allí se vino el rey á Zaragoza, á donde se detuvo hasta el estío y entre otras confirmaciones que hizo á algunos ricos hombres de sus tierras, fué confirmar la donacion de la villa de Mediana á Pedro de Sese con sus aldeas, que era un caballero muy principal del reino: la cual el rey don Pedro, padre del rey don Jaime habia dado á Pedro de Sese su padre, y mucho tiempo la tuvieron con otros lugares los deste linaje.

CAP. LXVIII.-De la expedicion que el rey tomó de hacer la guerra á los moros del reino de Murcia, que se habian rebelado al rey de Castilla.

Mandó el rey ayuntar toda la gente que se pudo haber, para ir contra los moros, que se habian rebelado en el reino de Murcia, tomando á su cargo aquella empresa debajo de la tregua que tenia con sus ricos hombres porque el rey don Alonso hacia la guerra contra el rey de Granada, por las fronteras de la Andalucía. Era la gente que se hizo para esta guerra dos mil de caballo: y mandó, que los infantes sus hijos, y don Ramon Folch vizconde de Cardona, y don Ramon de Moncada, fuésen con él al reino de Valencia: y de Aragon solamente fué don Blasco de Alagon: pero de los dos mil no se hallaron sino seiscientos. El consejo de Teruel hizo gran servicio al rey, así en gente de guerra como en bastimentos, siendo allí mucha parte Gil Sanchez Muñoz, y los de la ciudad de Valencia se señalaron mucho en esta necesidad: de donde partió el rey para Játiva y Biar. De allí envió á requerir á los de ViHena, que se habian levantado contra el infante don Manuel su yerno, que se redujesen á su servicio, asegurándolos, que los recibiria en su merced, y procuraria que fuesen perdonados. Otro dia respondieron los de Villena, que harian joramento en su ley, que viniendo el infante y otorgando lo que le pedirian, y perdonándoles la rebelion, rendirian la villa: y sino quisiese aceptar aquel partido, le entregarian al rey don Jaime, jurándoles, que no la daria al infante, ni al rey de Castilla. Siendo asegurados del rey, que el infante lo cumpliría, hicieron juramento de recibirlo por señor, como primero lo era. Procuraba desta manera de sosegar los ánimos de aquella gente, y ganarlos con facilidad del perdon, dejando memoria de su mansedumbre porque creia, que aquella era mas señalada y notable victoria, de la cual quedaban mas señales de clemencia que de castigo. De Villena fué el rey sobre Eida, que estaba en trato de rendirse al infante don Manuel: y aseguraron los moros, que la entregarian y cobró el castillo de Petrer, que se había alzado contra don Jofre de Loaisa privado del rey de Castilla: y mandólo entregar á los suyos. Otro dia se fué el rey á Nompot, y de allt á Alicante, à donde se puso en órden toda la gente de guerra, para hacer su entrada poderosamente por el reino de Murcia. Estaban con el rey los infantes don Pedro y don Jaime, el obispo de

habia algunas diferencias entre los caballeros y gente de guerra, nombraron dos caballeros que juzgasen todas las diferencias que hubiese: y mandó rigurosamente castigar los excesos que se hacian. En este medio tuvo tales formas, usando de halagos, y con dádivas y mercedes, que algunos principales de la villa de Elche, antes que dello tuviesen noticia los infantes, ni los ricos hombres, ni fué llegado su ejército, le entregaron la torre que llamaban Calahorra, y dejó en ella al obispo de Barcelona, para que estorbase que no talasen la vega, y no se hacia menor guerra á los moros del reino de Murcia con consejos y prudencia, que con las armas. De allí fué el rey para Orihuela, á donde vino un hijo del arraez de Crevillen, que tenia preso el rey de Castilla: y prometió, que daria entrada en la villa á la gente del rey, y le entregaria los castillos: y así se hizo. Iba discurriendo por los lugares circun→ vecinos, nó con ejército espantoso, por no quitar á los moros la esperanza del perdon: pero tampoco no habia remision en parte del cuidado, sabiendo que aquella gente era fácil en sus mudanzas: y como se muestra desvalida y cobarde en los peligros, así infiel en las ocasiones. Muchos, ó se rendian 6 desamparaban los lugares y se acogian á las costas del reino de Murcia, y dellas se pasaban allende: y el rey con diversos modos y arte, usando de misericordia con los rendidos, y de celeridad contra los que iban huyendo, mostrándose implacable contra los que se acogian á los lugares de los rebeldes del reino de Murcia, los fué domando y venciendo. Desta manera acabó de cobrar en muy breve tiempo todo lo que se habia rebelado desde Villena hasta Orihuela y Alicante. Detúvose el rey ocho dias en Orihuela, y á cabo de ellos llegaron dos almogaraves de Lorca á media noche, y dieron aviso al rey que los moros enviaban socorro á la ciudad de Murcia, y que iban ochocientos ginetes, y llevaban dos mil acémilas cargadas, y dos mil peones bien armados que las seguian, y que habian pasado por Lorca á puesta de sol. Era ya en aquella sazon llegado á la frontera, donde el rey de Aragon se hallaba, el infante don Manuel, con los caballeros de las órdenes del Temple, Hospital y Uclés, y con ellos un rico hombre llamado don Alonso García; y mandoles el rey, que le siguiesen con los infantes y gentes de su ejército. Pasado el rio de Segura, al amanecer llegaron á una alquería que está en el camino, por donde los moros habian de pasar, entre la ciudad de Murcia y la montaña, en el camino de Cartagena, junto à un cerro, donde se soJian enterrar los reyes moros de Murcia. En este lugar mandó el rey ordenar sus haces de esta suerte, que en la avanguarda puso á los infantes sus hijos, con sus gentes y vasallos, y en la batalla estaban el maestre de Santiago, y don Pedro Nuñez de Guzman, y don Alonso Garcia, y él se puso en la retaguarda con ciento de caballo, gente muy armada y escogida: y don Guillen de Rocafull con alguna gente de caballo salió fuera de los escuadrones para reconocer el campo, y dar aviso de la venida de los moros. En esto el maestre de Santiago, y don Pedro de Guzman, y don Alonso García que esperaban que el rey mandase dar señal, para que saliesen al encuentro á los enemigos, instaban, que saliesen á dar la batalla, y acometiesen á los primeros. Mas el rey lo difirió por dar lugar, que descendiesen á lo llano, de guisa que los nuestros pudiesen ponerse entre los enemigos y la ciudad, y en caso que los ginetes se pudiesen acoger dentro, quedasen

atajados los peones con las acémilas: pero por grande cesion del derecho de aquel reino, referir alguinstancia que le hicieron, mandó sonar las trompetas na parte de sus principios. Las guerras que hubo y desplegar las banderas, y salir ordenadas sus haces, en Italia desde el tiempo del emperador Carlo Magno, con ánimo que aquel dia no solamente se habia de pe- por el dominio de las provincias de Capua y Pulla y lear con los ginetes y gente que iba al socorro, pero Calabria, y de otras que pertenecian á la Iglesia ó al con los que estaban en defensa de la ciudad, que era imperio, eran mas ordinariamente entre los emperamucha y muy escogida gente. Salió el rey de la reta- dores griegos y latinos; y cada uno dellos contendia guarda solo para animar á los infantes, y díjoles, que con los sumos pontífices, hasta que se interpusieron se acordasen cuyos hijos eran, y que hiciesen como en ellas los príncipes normandos, que se entremetieron á tales lo que debian: porque el que allí no lo mostrase mover guerra en aquellas partes en contradiccion de con esfuerzo y valentía, jamás le tendria por tal. Movia los emperadores de oriente y occidente y por ser ó todos la dignidad real, la memoria de las victorias muy celebrada por diversos autores la memoria de sus pasadas, y la magestad de su persona, que en la ma- empresas en las conquistas y guerras que tuvieron por yor y principal parte de la fatiga militar sostenia el la ocupacion de aquellos estados de Capua y Pulla y cargo y trabajo de los mas mancebos. Vuelto á su Calabria, y por la isla de Sicilia: y por todos son muy puesto, movieron los de la avanguarda, pero no hubo referidas las hazañas de Roberto Guiscardo y de Roen los enemigos valor ni osaron esperar la batalla, y ger su hermano, que fué el primer conde de Sicilia, y de la primera arremetida volvieron huyendo contra la las del rey Roger su hijo: trataré aquí solamente de parte por donde venian. Algunos fueron de parecer las investiduras que ellos y sus sucesores hubieron de que se siguiese el alcance: pero el rey no quiso dar á los sumos pontífices, pues en prosecucion deste dereello lugar, porque á cuatro leguas distaba Alhama, que cho, se comenzó la conquista de aquellos reinos, por era una villa que tenia un castillo muy fuerte, y habia el gran rey don Pedro de Aragon, y se feneció a cabo dentro mucha gente de guarnicion: temiendo, que po- de tantos años tan gloriosamente por sus sucesores. dian salir de refresco contra ellos, y hacer mucho daño Puesto que Roberto Guiscardo fué el primero que se en la gente que anduviese desmandada y esparcida, y apoderó del ducado de Pulla, y fueron por él sojuzgados fué el rey con su ejército al lugar de la Alcantarilla. los griegos y lombardos que residian en aquella proHubo muy gran consulta en el consejo del rey, si pa- vincia, y conquistó por su valor la Calabria, asistiendo saria é poner cerco sobre el castillo de Alhama, y esá la guerra sus hermanos: pero la primera investidura taban allí los infantes don Pedro y don Jaime, los maes- segun escribe fray Gaufredo Malaterra, de la órden de tres de Uclés y del Temple, Ugo de Malavespa, maestre san Benito, que compuso la historia de aquella condel Hospital, don Ramon Folch, vizconde de Cardona, quista, á instancia del conde Roger, se concedió por don Ramon de Moncada, don Pedro Queralt, don Blasco el papa Leon nono, en el año de mil cincuenta y dos al de Alagon, don Pedro de Guzman, y don Alonso Gar- conde Wifredo hermano de Guiscardo, cuando fué por cía, que era gran privado del rey de Castilla: y porque él vencido con los suyos, y se recogió á un lugar de habia concierto entre los reyes, que se viesen en Al- Capitanata, y fué puesto en su libertad con gran revecaraz, por esta causa se volvió el rey para Orihuela, rencia. Entonces el sumo pontífice, segun este autor y de allí á las vistas. Iban con él los infantes sus hijos, escribe, hizo donacion al conde Wifredo, de toda la y hasta trescientos caballeros, y en Orihuela quedaba tierra que habian ganado él y sus hermanos, y de lo otro tanto número de gente de caballo, con doscientos que conquistasen en Calabria y Sicilia, que era del almogáraves. Salió el rey de Castilla, una legua fuera patrimonio de san Pedro, en feudo para él y sus hede la villa á recibir al rey, y juntos se entraron en Al- rederos. Despues desto, en el año de mil sesenta y tres caraz, á donde estaba la reina doña Violante, y sus habiendo vencido el conde Roger en Sicilia junto á hijos, y doña Berenguela Alfonso, hija del infante don Traina, aquella famosa batalla que tuvo con toda la Alfonso, señor de Molina y Mesa, tio del rey de Cas-morisma de aquel reino, se le envió como á su cauditilla, y entonces se vino con el rey, y vivia con ella, como si fuera su mujer. Vuelto el rey de Aragon á Orihuela, los de Villena le enviaron á decir, que se rendirian al infante don Manuel, como estaba asentado, y partió á Nompot y Elche, y mandó entregar la torre Calahorra, y la villa al infante, y volvióse para Orihuela, á donde tuvo la fiesta de Navidad.

CAP. LXIX.—De las investiduras que se dieron á los prin-
cipes normandos del reino de Sicilia, y de los estados
de Pulla y Calabria: y á Carlos conde de Angeus y de
la Proenza: y de la muerte del rey Manfredo.
Por este tiempo las cosas del rey Manfredo, que
habia alcanzado una muy gran pujanza y reputacion
entre todos los príncipes de la cristiandad, llegaron al
fin de su prosperidad: y tras ella se siguió, que aquel
principe por la defensa de su reino, perdió con él la
vida, encaminándose su destruccion por los sumos
pontifices que sucedieron en la Iglesia, despues de la
privacion y muerte del emperador Federico su padre.
Como esto toca principalmente á la memoria de las
cosas notables que han sucedido en las conquistas des-
ta corona, conviene para mas cierta noticia de la su-

TOMO IV.

llo el estandarte de la Iglesia: y en el año de mil y ochenta y tres, segun el mismo Gaufredo escribe, fué la entrada que el duque Roberto Guiscardo hizo en Roma, cuando libró al papa Gregorio séptimo de la opresion del emperador Enrique, que era declarado por cismático, y le restituyó en su silla, en el palacio de San Juan de Letran, con el sacro colegio, y conociendo el papa la rebelion del pueblo romano, se fué con Guiscardo á Pulla, el cual por devocion de la santa madre Iglesia se vino de Romanía, y dejó allá en la guerra que tenia con los búlgaros á su hijo Boemundo. No declaran los autores antiguos el premio que por tan señalado servicio se dió á Guiscardo, aunque fue muy favorecido del papa Gregorio, para que Boemundo su hijo hubiese el imperio de Constantinopla, y se le diese á él socorro para la conquista del reino de Persia, pero vivió despues desto poco tiempo. Tuvo este príncipe tres hijos, el primero fué Boemundo, aquel tan señalado entre los otros príncipes que fuéron á la conquista de la Tierra Santa, que tuvo el principado de Antioquía, y de la segunda mujer que fué hija del príncipe de Salerno, á Roberto, que murió en vida de su padre, y á Roger, que sucedió en el ducado de Pulla. Este 23

y en él publicó por descomulgado al conde Roger y á sus secuaces. No pudiendo Roger aplacar al papa, pasó de Sicilia con buena armada á Pulla para proseguir su derecho por las armas, y rindiéronsele Taranto y Otranto, que eran de Boemundo el menor, el cual por tomar la posesion del principado de Antioquía, lo había dejado con su estado debajo de la tutela de la sede apostólica. Despues de estas ciudades se le rindieron luego Brindez y otros lugares muy principales, y el papa con gran sentimiento de su desacato, mandó á Roberto príncipe de Capua, y al conde Ranulfo, y á los señores principales de Pulla, que juntasen sus gentes en su defensa, y por su persona tomó aquella empresa, de echar á Roger de su tierra, como enemigo de la Iglesia, pero hallándose el papa burlado por la inconstancia de los barones de Pulla, envió á ofrecer al conde Roger, que le daria el ducado de Pulla, si le hiciese el homenaje en Benevento, y así le hizo. Tras esto fué ganando todo el resto de Pulla, y las tierras que eran de Boemundo, y fuéronsele rindiendo el príncipe de Capua, y el maestre de la milicia que llamaban de Nápoles, y todas las otras tierras hasta la marca de Ancona. Entónces viéndose se

príncipe, siendo sumo pontifice Urbano segundo, en un concilio que tuvo en Melsa, hizo homenaje al papa como vasallo de la Iglesia, por el estado de Pulla, segun escribe fray Tolomeo de Luca de la orden de los predicadores, autor antiguo en la genealogía que compuso de los sucesores de Roberto Guiscardo, y éste tuvo un hijo, que se llamó Guillelmo, que fué sucesor de aquel estado. Tuvo este pontífice gran aficion á Roger conde de Sicilia, hermano de Roberto Guiscardo, y con tanto respeto trató en honrarle y favorecerle, que pasó á Sicilia por visitarle, y porque poco antes sin sabiduría suya habian enviado por su legado al obispo de Traina, entendiendo, que el conde estaba con gran sentimiento dello, ofreció de remediarlo con gran honra suya, y estando en Salerno á cinco del mes de julio, en el onceno año de su pontificado, dió aquel tan señalado privilegio, de que los reyes de Sicilia despues han usado, por el cual concedió á Roger conde de Calabria y Sicilia, y á Simon su hijo, que en su tiempo ni de su hijo, ó de cualquier otro, que fuese su legítimo heredero, no se enviaria legado ninguno á sus estados sin su voluntad, y lo que convendria proveer por los legados apostólicos, se ejecutase por el conde y sus sucesores, y cometióles las veces del le-ñor de tan grandes estados, por consejo de los suyos gado. A Urbano sucedió el papa Pascual segundo, y á este pontifice, segun Tolomeo de Luca escribe, Guilielmo duque de Pulla, nieto de Guiscardo, hizo homenaje junto à la puente de Cheprano, y recibió la investidura con el estandarte de la Iglesia por toda la tierra de Pulla, y por la antigua Campania, que entonces se decia Tierra de Labor. Fué por muerte de Pascual elegido en sumo pontífice Gelasio tambien segundo, á quien el mismo Guilielmo prestó la obediencia como fiel vasallo de la Iglesia, y despues por su muerte á Calixto su sucesor. Parecen aun letras deste sumo pontifice, en que avisa del estado de sus cosas, y escribe al primer arzobispo de Santiago don Diego Gelmirez, á quien juntamente con haberle promovido á esta dignidad, creó legado de la sede apostólica, que despues de haber sido recibido en la ciudad de Roma con gran honra y fiesta, se fué á Benevento, y de allí pasó á PuIla, y bajó á Bari, y recibió debajo de homenaje y fidelidad al duque de Pulla y príncipe de Capua, y á los otros condes y barones de aquella tierra. Murió en Salerno el duque Guillelmo, segun en la antigua historia del rey Roger se contiene, siendo pontifice Honorio segundo, y como no dejó hijos ni nombró sucesor en aquel estado, comenzaron á levantar en Salerno, Troya, Mella y Venosa, algunos señores, que se apoderaron de aquellas ciudades, y el conde Roger, hijo del primer Roger, pasó con su armada de Sicilia á Salerno, y rindióse aquella ciudad, y tras ella Melsa, y de alli comenzó á irse apoderando de aquel estado. Pero entendiendo el papa Honorio, que el conde Roger intentaba de apoderarse por su autoridad del ducado de PuIla, fuése luego á Benevento, y en aquel lugar, celebrando el oficio divino, pronunció sentencia de excomunion contra él, si se entremetiese en ocupar aquel estado, y el conde Ranulfo que estaba casado con Matilde, hermana del conde Roger, y todos los otros señores de Pulla fuéron á prestar al papa la obediencia, y los principales fueron Grimaldo príncipe de Bisiñano, Gofredo conde de Andria, Tancredo de Conversano, que era señor de Brindez, y tenia gran estado en Pulla, Roger conde de Oira, y juntose con ellos Roberto príncipe de Capua. Siguióse tras esto, que el papa estando en Troya, lugar principal de Pulla, celebró allí concilio,

tomó título de rey de Sicilia, porque en lo antiguo aquella isla fué señoreada por reyes, y era propia conquista suya, quedando con su título el ducado de Pulla, y los otros principados y sus sucesores se intitularon reyes de Sicilia y de los ducados de Pulla y Calabria, y del principado de Capua, sin que tomasen el título de reyes de Sicilia, allende y aquende el Faro, como algunos piensan, porque no se usó dél hasta en tiempo del rey Carlos el segundo. Siendo creado sumo pontífice Inocencio segundo, fué contra el rey Roger, porque daba favor á Pedro Leon, que habia sido elegido papa por una parte del colegio, y prevaleciendo el rey Roger en el cuarto año del pontificado del papa Inocencio, segun Tolomeo de Luca escribe, el emperador Lotario vino á Roma, y como dicho es, fué allí coronado, y como vió todas las fuerzas del imperio contra el rey Roger, y entró en Pulla con muy poderoso ejército, y no pudiendo el rey Roger concertarse con el emperador con gran suma de oro y plata que le ofrecía, junto mayores compañas de gente, y arriscó á darle la batalla. Pero el emperador, que era muy guerrero y gran caballero, animando á los suyos salió contra él, y reconociendo el rey de Sicilia la mucha ventaja que le hacia la gente de guerra de su enemigo, que la mas era tudesca y extranjera, se fué retrayendo y acogióse á los lugares ásperos y montañosos. Entonces se juntó el papa con el emperador, y pasaron á Bari, y echando al enemigo de las provincias de Capua y Pulla, determinaron de hacerle guerra en Calabria, y habiéndose recogido á Sicilia, por importunidad de los suyos desistió de la empresa, y dióse el ducado de Pulla á un Reinaldo, que en aquella guerra sirvió mucho á la Iglesia, y faltó muy poco que no resultase muy gran disension y discordia entre el papa y el emperador, pretendiendo cada uno dellos ser aquella provincia de su jurisdiccion, y esto era tan de veras, que segun refiere Oton Fusingense que concurrió en aquellos tiempos, se apaciguó su contienda tomando por medio, que al dar del estandarte al nuevo duque, el papa y el emperador le echasen las manos juntamente. A la vuelta desta empresa adoleció el emperador en Trento y falleció ántes de pasar los montes en una casa muy pobre y

tó entre los dos cierta concordia que se tuvo por poco honrosa al imperio y á la Iglesia, y della resultó la cisma entre los pontífices Alejandro y Victor que fué muy perniciosa y de allí adelante el primer Gui

miserable por el otoño del año mil ciento treinta y ocho. Muerto tambien Reinaldo duque de Pulla, el rey Roger que no sabia perder ninguna ocasion, echó della á un hermano del duque, y á toda la gente noble, y al príncipe de Capua, y tornó á cobrar muy en brevellelmo y su hijo tuvieron mas favor en los pontifices, aquellas provincias, y acudiendo el papa Inocencio á la defensa de Pulla con alguna gente, el rey le salteó de manera que apoderándose de su persona, le fué forzado confirmar el título de rey de Sicilia, y se hizo el rey absolver de las censuras, y en esta conformidad hubo la concesion de aquel sumo pontífice de los ducados de Pulla y de Calabria, y del principado debiendo reinado veinte y cinco. Quedando sola Cons

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porque se sirvieron y socorrieron de sus armadas y gentes, así contra el emperador Federico, como, contra otros príncipes que daban mucha molestia á las cosas de la Iglesia, y ambos Guillelmos fueron obedientes á los sumos pontifices. Murió el segundo sin dejar sucesion, de edad de treinta y seis años, ha

Capua. En el año de mil ciento cuarenta y cuatro, tanza hija del rey Roger de legítima sucesion, Tansiendo sumo pontífice Celestino segundo, se reconcilió credo se apoderó del reino, primero como gobernador mas estrechamente con la Iglesia y se le concedieron y su curador, el cual segun Tolomeo de Luca dice, por el papa las insiguias reales, y le fué confirmada la no se escribia cuyo hijo era, salvo ser primo del rey legacía perpétua dentro de la isla de Sicilia, como la Guillelmo el segundo y natural, y es así, que hay concedió el papa Urbano al conde Roger su padre, lo tanta diversidad entre los autores sicilianos antiguos cual se averigua por las letras que el senado y el pue- en declarar cuyo hijo fuese, que no se conforma uno blo romano escribió al emperador Conrado, de cuya con otro, y hay alguno que escribe que fué hijo basdevocion ellos eran contra el rey de Sicilia, en aquetardo del rey Roger, y otros del rey Guillelmo el prilla advertian, que aquello era en gran perjuicio del mero, y alguno es de opinion haber sido nieto det imperio y suyo. Tambien se le restituyó el ducado de rey Guillelmo hijo bastardo de Roger duque de Pulia Pulla, y entonces pasó con una muy buena armada que fué, como dicho es, hermano mayor de Guillelá África, y el rey de Tunez se hizo su tributario. mo el segundo, y en tanta diversidad yo tengo por Casó este príncipe con doña Elvira, hija del rey don mas cierto, haber sido él hijo del rey Roger, porque Alonso de Castilla y Leon, que ganó de los moros la déste, el autor que fué de su tiempo hace mencion y ciudad de Toledo, á la cual Alejandro abad del mo- dice, que fué príncipe de Bari, y así seria tio del senasterio de San Salvador de la Val Colesina, junto á gundo Guillelmo. Mas quién quiera que fuése se apoCapua, que escribió las cosas que le sucedieron á ins- deró de tal manera del reino, que le tuvo durante tancia de la condesa Matilde su hermana, llama Al- su vida, y no falta autor antiguo, que afirma haber beria, y éste afirma que el hijo primogénito se llamó él puesto en un monasterio á Costanza, y tomó tíRoger, á quien dió título de duque de Pulla, y que tulo de rey, y se hizo coronar, segun en una geneatuvo tambien otro hijo que se llamó Tancredo, que logía antigua destos príncipes parece año de mil fué príncipe de Bari, y Alonso que tambien fué su- ciento ochenta y nueve y en ella se señala que reinó blimado en dignidad de príncipe, y este autor escribe, tres años y seis meses. En este medio, segun parece que tenia otros dos hijos muy niños, los cuales creo en antiguas memorias, Gualter arzobispo de Palermo, yo que fueron Guillelmo y Constanza, que ambos su- que dicen era primo de Costanza, sin saberlo Tancedieron en el reino por el fallecimiento de los herma- credo concertó su matrimonio con el emperador Ennos mayores y de legítima sucesion. Habiendo suce- rico, y la envió á Alemania, y por la sucesion de dido en el reino Guillelmo al rey Roger su padre que aquel reino mandó poner en órden su ejército, y dice un autor antiguo, que falleció de ochenta años, salió por dos veces Tancredo á defender su entrarecibió la investidura dél por el papa Adriano terceda á los confines del principado de Capua, y en el ro y Constanza, segun algun autor afirma, por cieraño de mil ciento noventa y cinco segun en anal antita vision de su padre se puso monja en Palermo, aunque guo parece, pasaron el emperador Enrico y la emTolomeo de Luca y otros autores que afirman haber peratriz á Pulla, y la sojuzgaron sin resistencia alguna sido monja, reciben engaño en decir que fué hija del con el principado de Capua y reino de Sicilia, y fué rey Guillelmo el primero. Á este Guillelmo escribe, coronado el emperador en Palermo en rey de Sicilia, que le diferenciaron del nombre de su hijo, que tam- y allí se escribe, que acabado esto mandó quemar los bién se llamó Guillelmo, llamándole el Malo, y casó obispos y prelados y clérigos que habian consentido con Margarita hija del rey don Garci Ramirez de Na- en la coronacion de Tancredo, junto al jardin, que varra, y parece por autor antiguo que tuvo dos hillamaban de la Cuba, y reinó un año y diez meses, jos, Roger que fué el primogénito y duque de Pulla, y con esto conforman autores alemanes, y Tolomeo y que fué muerto en Palermo en cierto ruido en vida de Luca, que dice que fué por este príncipe gravemendel padre, y dejó un hijo bastardo que se llamó Tan- te perseguida la Iglesia. Es cosa muy cierta y sabida, credo, y el hijo segundo se llamó tambien Guillelmo, que la guerra que hubo entre el emperador Enrico y que sucedió en el reino, habiendo muerto su padre Tancredo fué muy cruel, y prevaleciendo el emperaen Palermo, de cuarenta y seis años, auque en cier- dor en su empresa, quedó apoderado de tal manera ta genealogía antigua destos príncipes se afirma, que en el reino de Sicilia, y en los ducados de Calabria y dejó el rey Guillelmo el primero un hijo natural que Pulla, y principado de Capua, que no quedó ninguno se llamó Tancredo, y así uno hace nieto á Tancredo de los barones de la parcialidad de Tancredo, y de un del primer Guillelmo, y otro, hijo. Prosiguió el rey Gui-hijo suyo que se llamó Roger, ni de los parientes y Helmo el primero con gran constancia sus empresas contra el imperio latino, aunque se le hizo guerra muy grande por los capitanes del emperador Federico el primero deste nombre de la casa de Suevia, y él se concerto con el papa Adriano y en Benevento se asen

mas propincuos de aquella casa de los normandos, que no fuese muerto ó preso, y muchos se enviaron á Alemania, y se usó contra ellos por asegurar el reino, de grande rigor y crueldad, siendo su principal mi→ nistro Marcobaldo. Por esta via sucedieron en aquel

reino á los príncipes Normandos los de la casa de Suevia. Murió el emperador Enrico en el año de mil ciento y noventa y tres en la ciudad de Palermo, y no teniendo la emperatriz asentadas, ni aun bien aseguradas las cosas del reino, y quedándole un hijo muy niño, que se llamó Federico, el papa Inocencio tercero tomó á su cargo de favorecerla y ampararla como á hija del rey Roger, y hermana, tia de los reyes Guillelmos, los cuales, segun el mismo pontifice escribe, perseverando en el amor de los pontífices sus predecesores con gran constancia, no pudieron ser removidos de la union de a Iglesia, antes permanecieron en su obediencia, cuando se movia contra ella mayor tormenta por los empe→ radores de la casa de Suevia, que la molestaron mucho tiempo. Por esta consideracion usando el pontífice de suma gratitud concedió á la emperatriz, despues de muerto su marido, para ella y sus herederos el reino de Sicilia, con los otros estados que tuvieron sus predecesores de la sede apostólica, y ella hizo el juramento de fidelidad en mano del obispo de Ostia, que fué por legado á Sicilia del mismo tenor del que hizo el rey Guillelmo su hermano el papa Adriano, y señalóse el censo que se habia de hacer á la Iglesia. Despues desta concesion vivió la emperatriz muy pocos dias, y falleció á veinte seis de noviembre del mismo año, segun se halla en los mas ciertos anales, y en su testamento dejó encomendada la tutela de su hijo al papa Inocencio, y el gobierno del reino. Siendo el rey Federico tan niño, que segun el papa dice, aprendió primero á llorar las muertes de su padre y madre, que los supiese nombrar, y apénas le habia el papa consoJado de la muerte del emperador su padre, cuando sobrevino el fin de su madre, y estando Marcobaldo desde el tiempo del emperador Enrico apoderado del gobierno del principado de Capua, y de la Marca, y habiendo con gran tiranía perseguido á los prelados y barones de Sicilia, Calabria y Pulla, siendo rebelde á la Iglesia, el papa le persiguió con las fuerzas espirituales y temporales, y hizo, que los barones del reino renovasen el juramento de fidelidad al rey Federico, tomando á su cargo la defensa de aquellos estados. Porque las cosas de este príncipe están largamente escritas por diversos autores, diré lo que toca á este propósito. No se sabe de príncipe alguno de aquellos tempos hasta los nuestros, que fuese tan favorecido y amado de los sumos pontifices estando debajo de la tutela de la Iglesia, con cuyo socorro y medio fué elegido y coronado del imperio, y ninguno tuvo el aparejo para el aumento de la conquista de la Tierra Santa, y para el ensalzamiento de la Iglesia católica, ni otro la puso en tanta turbacion y trabajó con tanta poca reverencia y tanto desacato, y así fué con gravísimas censuras por sus deméritos privado juntamente del imperio y del reino por el papa Inocencio tercero en el concilio que celebró en la ciudad de Leon en el reino de Francia, adonde se habia ido por mar huyendo de miedo de Federico. Tuvo de la emperatriz doña Costanza hija del rey don Alonso de Aragon, nieta del príncipe don Ramon Berenguer, y de la reina doña Petronila, que fué princesa muy católica, un hijo que se llamó Enrique, que fué nombrado por su padre rey de romanos, no teniendo aun diez años cumplidos, segun Cuspiniano afirma, y casó este príncipe con Margarita bija de Leopoldo duque de Austria y de Estiria, y deste matrimonio nacieron de un parto Federico y Enrico, á los cuales fué fama muy divulgada que el rey Manfredo su tio hizo morir con

veneno, siendo de doce años, despues de la muerte del emperador Federico, pretendiendo con tiranía suceder en el reino. Fué este Enrico rey de romanos inculpado, como dicho es, de haber conspirado contra su padre con gran parte de la nacion alemana, y murió en la prision. Segunda vez casó el emperador Federico con una hija de Juan de Brena rey de Jerusalen, que tambien se llamó Costanza, aunque muchos autores conforman, en que se llamó Violante, y hubo con ella el derecho de la sucesion de aquel reino, y deste matrimonio nació Conrado. Casó tercera vez con Isabel

hermana de Enrique el tercero rey de Inglaterra, y hubo della á Enrique, que llamaron el segundo, y á Costanza, que casó con el landgrave, y fué madre de Federico, que se dijo de Estrufis. Tuvo tambien otra mujer, segun parece en un autor antiguo de las cosas de Sicilia, que mas particularmente dejó relacion desto, y á quien yo doy mas crédito, de quien no se hace mucha mencion por otros autores, entre los cuales hay gran contradicion y yerro, así en los nombres de sus mujeres como en los de sus hijos, y ésta se llamó Beatriz, y fué hija del príncipe de Antioquía, aunque ésta tienen no haber sido muy legítima. Hubo della á Federico de Antioquía, que fué nombrado por su padre rey de Toscana, y tuvo este Federico un hijo que se llamó Conrado de Antioquía, que casó con Beatriz hija del conde Galvan, y hubieron á Federico, Enrique y Galvan de Antioquía, cuyo linaje fué muy ilustre en el reino de Sicilia, y en toda Italia. Allende destos hijos tuvo en una señora de Lombardía del linaje de Ranza á Manfredo, que fué despues rey de Sicilia, y á Costanza, que casó en vida del emperador su padre con Calo Juan Batazo emperador de los griegos, y algunos escriben, que fué Federico casado con ella, y desta opinion debió ser Cuspiniano, pues tan determinadamente afirma, que el emperador Federico tuvo seis mujeres legítimas. Pero en diversas letras apostólicas se declara haber sido Manfredo bastardo, y así lo escribe el autor de quien se hace aquí mencion, afirmando haber nacido Manfredo y Costanza, siendo viva Beatriz hija del príncipe de Antioquía, con quien estaba casado. Hay alguno, que se determina, en que la madre de Manfredo se llamó Blanca, y que fué hermana de Manfredo Lanza, al cual el emperador Federico hizo marqués, y se llamó el marqués Lanza, y eran del linaje de Anglano, y parece que esto debe ser así, pues en lo pasado se ha hecho mencion que con la infanta doña Costanza, vino el conde Bonifacio de Anglano, y que era tio del rey Manfredo. Tuvo otro hijo que él en sus cartas llama natural, y se dijo Entio, á quien dió el reino de Cerdeña, y murió en prision en poder de los boloñeses. Dejó ordenado en su testamento, que otorgó en un lugar que llaman autores antiguos, el Florentin en Capitanata á diez y siete de diciembre del año mil doscientos y cincuenta, que Conrado su hijo, que era elegido en rey de romanos, y habia de suceder en el reino de Jerusalen, fuese heredero en los estados que tenia en el imperio, y en todos los que habia adquirido, señaladamente en el reino de Sicilia, y declaró, que si moria sin hijos, le sucediese en el reino Enrique el segundo, y á Enrique Manfredo príncipe de Taranto, y dejólo por gobernador en Italia, y en el reino de Sicilia, estando Conrado ausente, y confirmóle el principado de Taranto, con otros condados, y con la ciudad del monte de Santangelo. Dejó á Federico su nieto, hijo de Enrique el primero, que murió en la prision, los ducados de Austria y Esliria, para que los tuviese

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