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yendo (1) y diciendo que aquel alborotó era para ir contra ellos. Y viendo que ya mis reprehensiones ni amenazas no bastaban, porque por no dejar yo mi camino (2) no podia ir en persona á lo remediar, parecióme que era buen remedio enviar al fator y veedor qué estaban conmigo con igual poder que ellos tenian (3) para que supiesen quien era el culpado y lo apaciguasen, y aun les dí otro poder secreto para que si no bastase con ellos buena razon, les suspendiesen el cargo que yo les habia dejado de la gobernacion y lo tomasen ellos en sí juntamente con el Licenciado Alonso de Suazo (4), y que castigasen á los culpados. Con esta provision se partieron los dichos Gonzalo de Salazar é Peralmindez Cherino fator é veedor (5), y así tuve por muy cierto que su ida de los dichos factor y veedor haria mucho fruto y seria total remedio para apaciguar aquellas pasiones, y con este crédito yo fuí harto descansado.

Partido este despacho para esta ciudad de Temixtitan (6) hice alarde de la gente que me quedaba para seguir mi camino, y hallé noventa y tres de caballo, que entre todos habia ciento y cincuenta caballos (*) y treinta y tantos peones, y tomé un carabelon qne á la sazon estaba surto en el puerto de la dicha villa del Espíritu San

(1) Falta creyendo en el códice de Viena.

(2) Y viendo que ya mis reprehensiones ni amenazas ya no bastaban, me pareció que pues yo por no dejar mi camino etc. (3) Con igual poder como el que los otros allá tenian.

(4) Alonso de Guazo dice el códice de Viena.

(5) El códice de Viena: y que castigasen á los culpados. Y con haber proveido esto se partieron el dicho factor y veedor etc. (6) Falta de Temixtitan en el códice de Viena.

* Si al hacer Hernan Cortés alarde de su gente halló noventa y tres caballos como es que dice en seguida que entre todos habia ciento y cincuenta? Algun yerro debe de haber aquí de parte de los copistas.

to (1) que me habian enviado desde la villa de Medellin con bastimentos, y torné á meter en él los que habia traido y unos cuatro tiros de artillería que yo traia, y ballestas y escopetas y otra municion, y mandéles que se fuesen al rio de Tabasco y que allí esperasen lo que yo les enviase á mandar, y escrebí á la villa de Medellin á un criado mio que en ella reside, que luego me enviase otros dos carabelones que allí estaban y una barca grande, y los cargase de bastimentos, y escribí (2) á Rodrigo de Paz á quien yo dejé mi casa y hacienda en esta ciudad de Temixtitan (3), que luego trabajase de enviar cinco ó seis mil pesos de oro á Medillin (4) para comprar aquellos bastimentos que me habian de enviar, y aun escribí al tesorero rogándole que él me los prestase porque yo no habia dejado dineros; y ansí se hizo que luego vinieron los carabelones cargados como yo lo mandé hasta el dicho rio de Tabasco, aunque me aprovecharon poco porque mi camino fué metido la tierra adentro, y para llegar á la mar con los bastimentos y cosas que traian era muy dificulto→ so porque habia en medio muy grandes ciénagas.

Proveido esto que por la mar se habia de llevar, yo comencé mi camino por la costa de ella hasta una provincia que se dice Cupila (5) que está de aquella villa del Espíritu Santo hasta treinta y cinco leguas; y hasta llegar á esta provincia, demas de muchas ciénagas y rios pequeños, que en todos hubo puentes, se pasaron tres muy grandes, que fué el uno en un pueblo que se dice

(1) Omite del Espíritu Santo el códice de Viena.

(2) E ansí mesmo escrebí etc.

(3) Omite de Temixtitan el códice de Vicna. (4) Tambien omite á Medillin.

(5) Zupilcon.

Tumalan (1) que está nueve leguas de la villa del Espíritu Santo, y el otro es Aguatulco (2) que está otras nueve leguas adelante, y estos se pasaron en canoas, y los caballos á nado llevándolos del diestro en las canoas, y el postrero por ser muy ancho que no bastaba fuerza de los caballos para los pasar á nado, hubo necesidad de buscar remedio, é (3) media legua arriba de la mar se hizo una puente de madera por donde pasaron los caballos y gente, que tenia nuevecientos treinta y cuatro pasos, que (4) fué una cosa bien maravillosa de ver. Esta provincia de Cupilco (5) es abundosa de la fruta (6) que llaman de cacao (7) y de otros mantenimientos de la tierra, y mucha pesquería. Hay en ella diez ó doce pueblos buenos, digo cabezeras, sin las aldeas: es tierra muy baja y de muchas ciénagas, tanto que en tiempo de invierno no se puede andar ni se sirven (8) sino de canoas; y con pasarla yo en tiempo de seca, desde la entrada hasta la salida de ella que puede haber veinte leguas, se hicieron mas de cincuenta puentes, que sin se hacer fuera imposible pasar. La gente estaba algo pacífica, aunque temerosa por la poca poca conversacion que habian tenido con los españoles, é con mi venida quedaron mas seguros (9) y sirvieron de buena voluntad ansí á mí y á los que conmigo iban, como á los españoles á quien quedaron depositados.

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De cazas.

(8) El códice de Viena: ni se sirve.

(9) Quedaron con mi venida mas seguros dice el códice de Viena omitiendo la partícula é.

De esta provincia de Cupilco (1) segun la figura que los de Tabasco y Xicalango me dieron, habia de ir á otra que se llama Caguatan (2), y como ellos no se sirven sino por agua, no sabian el camino que yo habia de llevar por tierra aunque me señalaban en el derecho en que estaba (3) la dicha provincia, y así fuí forzado desde allí enviar para aquel derecho algunos españoles y indios á descubrir el camino, y descubierto abrirle por donde pudiésemos pasar porque era todo montañas muy crecidas (4). Y plugo á nuestro Señor que se halló, aunque trabajoso, porque demas de las montañas habia muchas ciénagas muy trabajosas, que en todas (5) ó en las mas hicieron puentes: y habíamos de pasar un muy poderoso rio que se llama Queçalapa, que es uno de los brazos que entran en el Tabasco, y proveí de enviar desde allí dos españoles á los señores de Tabasco y Cunuapa (6) á les rogar que por aquel rio arriba me enviasen quince ó veinte canoas para que trujesen bastimentos de los carabelones que allí estaban y me ayudasen á pasar el rio, y despues me llevasen los bastimentos hasta la principal poblacion de Caguatan (7) que segun pareció está rio arriba del paso donde yo pasé doce leguas, y ansí lo hicieron y cumplieron muy bien como yo se le envié á rogar (8).

Yo me partí desde el postrer pueblo de esta provin

(1) Cupilcon.

(2) Ceragatan.

Que estaba dice el códice de Viena, omitiendo en.

(4) Muy cerradas.

(5) El códice de Viena: porque en todas.

(6) Cunapa.

(7) Zuagatan.

(8) Ansí como yo gelo envié á rogar.

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cia de Cupilco y Naxuxuan (1) despues (2) de haberse hallado camino hasta el rio de Zalapa (3) que habíamos de pasar, y dormí aquella noche en unos despoblados entre unas lagunas, y otro dia llegué temprano al dicho rio y no hallé canoas en que pasar porque no habian llegado las que yo envié á pedir á los Señores de Tabasco. Y los descubridores que delante iban, hallé que iban abriendo el camino el rio arriba por la otra parte; porque como estaban informados que el rio pasaba por medio de la mas principal poblacion de la dicha provincia de Caguatan (4), seguian el dicho rio arriba por no errar, y uno de ellos se habia ido en una canoa por el agua por llegar mas aina á la dicha poblacion, el cual llegó (5) y halló toda la gente alborotada, y hablóles (6) con una lengua que llevaba y asegurólos algo, y tornó á enviar luego la canoa el rio abajo con unos indios con quien me hizo saber lo que habia pasado con los naturales de aquel pueblo, y que se venia con ellos abriendo el camino por donde yo habia de ir y que se juntaria con los que de acá le iban abriendo, de que holgué mucho (7) ansí por haber apaciguado algo de aquella gente (8) como por la certidumbre del camino que lo tenia algo por dudoso ó á lo menos por trabajoso; y con aquella canoa y con balsas que hicieron de madera, comencé á pasar el fardaje por aquel rio que es asaz caudaloso. Y estando an

(1) Provincia de Cupilcon que se llama Anaxuxuca.

(2) En lugar de despues, el códice de Viena solo dice de. (3) Quenzalapa.

(4) Zuagaian.

5) El cual cuando allá llegó etc. (6) El códice de Viena: y hablóse. (7) Con estas nuevas holgué mucho. (8) Algo aquella gente.

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