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que Catum; pues esta voz es muy cercana à Cajum: y en efecto Vossio (en el lugar citado) propuso, senemque Cajum nivibus.

109 Añade Julio Orador, que divide à Galicia de Lusitania, llevando gran copia de aguas y es asi; pues quando entra en la Lusitania ha recibido ya muchos rios, de suerte que camina al mar mas cauda loso que el Tajo, aunque mas recogido. Por tanto es uno de los navegables por espacio de ochocientos estadios como afirma Estrabon (1) , cuya exactitud se convence por quanto en aquel espacio (esto es, en las ultimas veinte y cinco leguas) tiene franqueza el rio; pero desde alli hay un escollo insuperable de donde el agua se precipita, cayendo, no cor riendo, y por tanto no pueden subir, ni bajar los Barcos. Puso la naturaleza este obstáculo junto al lugar, que hoy llaman S. Joa de Pequeira, seis leguas antes de confrontarse el rio con Lamégo; y aunque siendo mozo Resende (como él mismo refiere) procuró allanar la dificultad el Jurisconsulto Martin Ficareto, con el plausible intento de

(1) Pag. 153.

portear à Portugal con poco gasto los frutos de que abunda el campo de Zamora ; y aunque llegó à vencer algo con la proteccion del Rey; perdió la proteccion, el trabajo, y su caudal, precisado à desistir por la emulacion de los que no son capaces de promover la pública utilidad, alegando an te el Rey, que el escollo era obra de Dios, para cortar el paso à los Castellanos: como si no huviera otras puertas por donde entrar, ò fuera unica llave aquel peñasco.

110 Despues que el Duero regó el campo de Toro, y de Zamora, se mete en Portugal muy caudaloso, entrando por Miranda, à quien dá el sobrenombre, para diferencia de Miranda de Ebro. Llega en fin à la Ciudad de Porto, y cerca de ella se sepulta en el mar. Es uno de los que producen arenas de Oro : pero Portugal, segun Resende, tiene prohibido, como en el Tajo, el uso de esta grangeria. Del Duero puede tambien entenderse el elogio de Claudiano, que le aplaude de floridas riberas, quando en el Poema de la Reyna Serena, muger de Estilicon dijo en el verso 70.

Te

Te nascente ferunt per pinguia culta tumentem Divitiis undasse Tagum. Gallæcia risit Floribus,& roseis formosus Duria ripis. Vellera purpureo passim mutavit ovili.

Asi dá el texto la edicion de los Poetas hecha en Londres en el, 1721. pag. 1390. y aunque otros escriben Turia, y es comunisimo recurrir al rio de Valencia; parece que no quadra tanto con el contexto del Autor: porque precediendo Galicia, viene bien el Duero, que la divide de Lusitania y el Turia, como rio de la Edetania, es muy inconnexo con Galicia. Demás de esto no es rio de los mayores de España por lo que teniendo en las riberas de Galicia à uno de los primeros, puede aplicarse à éste el elogio de sus floridas margenes, y la prerogativa de que, como el Betis, daban sus aguas color en carnado à los Veliones.

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trapuesta calidad, de que la una sorbe y oculta quanto cae en sus aguas: la otra lo despide todo: In Carrinensi Hispaniæ agro duo fontes juxta fluunt: alter omnia respuens, alter absorvens, lib. 2. cap. 103. al 106. No explica la Provincia, contentandose con el nombre, que entonces sería mas afamado: pero es la Lusitania, sobre el rio Mondego, quatro leguas al occidente de Coimbra, no lejos de la Costa. Alli existen las fuentes expresadas: y Resende (1) nos dejó autenticado el suceso de que hallandose con el Cardenal Don Alfonso en aquel sitio, y arrojando un arbol sobre la mas notable, se empezó desde luego à sumergir, y al cabo desapareció de la vista. Ei lugar dice que se llamaba Catima vulgarmente (hoy Cadima) pero que el nombre proprio era Catina: por lo que parece quiso corregir la voz Carrinense de Plinio en Catinense. Pero mientras no se au

to

torice mas esta voz, no puede preval ecer contra la expresada en las ediciones de Plinio, que convienen en la referida:

y por tanto dejamos intacto el nombre antiguo Carrina, de que el vulgo pasó à Catima y Cadima,

CAPITULO

III.

DE LOS PROMONTORIOS, ISLAS,

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y Montes.

A de las cosas memorables de esta Provincia son los Promon.

torios

por la fama que tuvie ron entre los antiguos, especialmente el que llamaron Sacrum, conocido en el Orbe por las particulares circunstancias que obligaron à los obligaron à los Geographos à nombrarle, cuya generalidad nos escusa de individualizar Autores, pues en la Coleccion que tengo hecha, empieza por el Peryplo de Scylace, Agathemero, y Dionysio, con el qual dice su Commentador Eustathio sobre el Verso 561. que algunos le llaman cabeza de la Europa. Estrabon empieza por aqui la descripcion de España, refiriendo, que Artemidoro le compara à un navío, por tres

pequeñas Islas que ocasionan la figura especie bien digna de notar: por quanto el mismo Artemidoro (que floreció un Siglo antes de Christo, en la Olympiada 169. segun Marciano Heracleota) (1), confiesa estuvo aqui (segun Estrabon) y à testigo de vista no es facil desmentirle. Por otra parte sabemos, que junto al Sacro Promontorio no hay tales Islas, ni las menciona ninguno de los Geographos que tratan de aquel sitio.

113 Por tanto debe decirse, que Artemidoro llamó Islas à los Promontorios de los lados, segun vemos en otros varios lances en que los Geographos usan promiscuamente de las voces Isla y Promontorio, como observó Gronovio sobre Estrabon (2). O si no me engaño, habla Artemido

(1) Pag. 65. edit. Oxoniæ. (2) Pag. 138.

ro

ro de dos grandes puntas en que remata el Cabo, las quales se dividen con un Seno intermedio, cuyo ambito es de cinco Millas con poca diferencia. En la punta oriental está el lugar llamado Sagres, que parece conserva el nombre antiguo del Promontorio Sacrum: en la punta occidental está la Iglesia de S. Vicente Martyr, por el qual se llama hoy el Promontorio Cabo de S. Vicente: y aunque entre las dos citadas puntas hay una pequeña Isla, no habla de ésta Artemidoro, sino de tres las quales, en el sentido prevenido de tomar por Isla à la punta que se aban za dentro del mar, pueden de cirse Islas los tres extremos de tierra que tiene el Promon torio: pues la punta de Sagres, como Procurrente, tiene dos senos à los lados, que rematando en punta forman entre todos, tres peninsulas, en la forma siguiente:

S.Vicen te.

Sagres.

montorio el Mapa del Algarve hecho en Lisboa por Grampré en el año de 1730. y en esto parece se denota la figura del Navio à que le compara Artemidoro.

114 Añade aquel Geographo con Artemidoro, que aunque Ephoro escribió mostrarse alli Templo de Hercules, no havia tal cosa: pues no solo Hercules, pero ni alguno otro de los Dioses, tenian alli Ara. Segun lo qual no es verdad lo no es verdad lo que Resende (hablando de Ossonoba en el lib. 4.) dijo, que el Promontorio se llamaba Sacro, por el Templo de Hercules: pues segun Artemidoro, fue esta especie fingida por Ephoro: y lo que havia eran unas piedras , puestas tres ò quatro juntas en algunos sitios, à las quales piedras movian los que llegaban alli, y luego fingian que ellas se havian mudado.

115 El titulo de Sacro provino por la supersticion con que creyó la Gentilidad, que aquel sitio, ultimo del mundo por el Ocaso, era habitado de los Dioses por la noche, esto es, luego que se ponia el Sol, y que por tanto no era licito à los hombres sacrificar alli, ni pernoctar de lo que

Asi propone el remate del Pro- resultaba, que los

que iban à

visitar aquel sitio, bajaban à tener la noche en un lugar vecino, llevando consigo agua por el dia, à causa de no tenerla el Promontorio. Asi Estrabon (1), y este sitio donde bajaban à pernoctar, parece ser el que el Ravennate (2) nombra Statio-Sacra, pues le menciona despues de Ossonoba. Hoy consagrado el sitio con las Reliquias del inclito Martyr S. Vicente, que des de Valencia fueron trasladadas alli, se llama el Cabo de S. Vicente.

EL CUNE O.

116 Por la parte oriental del Promontorio Sacro havia entre éste y la boca de Guadiana otro, llamado Cuneus, que menciona Estrabon al hablar del Sacro, como tambien Mela (3) y Plinio (4). De éste hablamos ya, al tratar de los Cuneos: y es el que hoy llamamos Cabo de Santa Maria, enfrente de la Ciudad de Faro, en la Costa meridional del Algarve.

EL MAGNO, y de la Luna.

117 Al otro lado del Sacro Promontorio coloca Mela el Magno, que Plinio (5) dice, tener segun algunos el nombre de Olisiponense, recibiendole de la Ciudad asi llamada: Promontorium, quod alii Artabrum appellavere, alii Magnum, multi Olisiponense ab oppido: segun lo qual, el Promontorio Magno es el Cabo de Roca, que se abanza ácia el mar por el Occidente de Lisboa, Y sin duda éste es el que Ptolomeo llama Promontorio del Monte de la Luna, pues le pone despues de la boca del Tajo, sobre Lisboa, aunque con el yerro de levantar mucho el grado de Latitud, como se vé en su Mapa: pues la punta del Promontorio no tiene mas latitud que la Ciudad."

118 El motivo de llamarle de la Luna provino por un Templo que havia alli dedicado al Sol y à la Luna, cuya noticia se propone en virtud de las ruinas que à la falda de la cumbre del Promontorio reconoció Resende, y consta por las Inscripciones, que ha

Πό

(1) Pag. 138. (2) Lib. 4. cap. 43. (3) Lib. 3. cap. 1. (4) Lib. 4. cap. 22. (5) Lib. 4. cap. 21.

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