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dice ser copiada la suya del libro de S. Millán en que está el Inquiridion, y otras obras de N. P. S. Aug. Añade la noticia de las edades del mundo, que escribió San Isidoro y dice ser este libro diverso del Chronicon Emilianense, proponiendo el de las edades, para desvanecer (dice) la confusion que puede causar la nueva noticia de dos Chronicones Emilianenses, que da el P. M. Berganza en el Tomo II. de las antiguedades de España. Esta es la mencion que hace de la edicion de aquel autor, à la qual no parece quiso atender: pues dejó en blanco cosas que podia haver expresado, si huviera cotejado su copia con la publicada por Berganza.

19 Finalmente imprimió este Chronicon Don Juan de Ferreras en la Part. 16. de su historia, estampada en Ma. drid año de 1727. donde le dió titulo de Chronicon A baildense, diciendo que aunque su Autor es anonymo, ha sido muy conocido y estimado de los hombres doctos. Añade, que está al fin del Codice de Jos Concilios, que sacó Morales del Monasterio de S. Millán para la libreria del Escorial: y que à éste sigue en su edicion, por haverse escrito

en el Siglo X. y por ser el mas correcto de todos. Yo no sé en que se fundó este Escritór: pues como vimos por el testimonio del Señor Perez, que escribió quando se establecia la Bibliotheca del Escorial, nò existia en el Codice de Concilios Emilianense nuestro Chronicon ni se trajo de S. Millán el Codice Albeldense, sino de la Redonda de Logroño, como testifica Mariana: y el que estampó Ferreras no es el que existe en este Codice. Pues si en el Emilianense no hay tal Chronicon,y el del Albeldense es diferente; de qué Codice de Concilios del Escorial sacó Ferreras el que publicó? Aun mas de extrañar es,ver lo mucho que falta en su edicion : lo qual existe, no solamente en el Ms. del Escorial, sino en todas las ediciones precedentes, à las quales no quiso consultar quando imprimió el Chronicon, siendo asi que usó de alguna de ellas, quando escribió la Historia, dando al entender en esto la poca diligencia que puso en material que pedia mucha circunspeccion. Yo recelo, que viendo en las ediciones de los Padres Benedictinos el titulo de Emilianense, y cita de los Codices de aquel Real Monasterio, creyó Hhh 2 sig

significarse en esto el que hay en el Escorial, por ser este el mas famoso y unico, quando nombramos el Ms. de Concilios Emilianense: pero este es diferente de los que actualmen te se conservan en S. Millán, De estos se valieron Berganza y Saz: aquel no mantiene el Chronicon presente.

perador Aureliano, y los Reyes Godos Ataulpho, Amalarico y Theodisclo, sino todas las planas historiales desde el num. 66. al 77. que es lo prin. cipal de esta obra. Fuera de esto hay diferencia en el contexto de las ediciones, y del Codice Albeldense, ya por anteposicion, falta, ò sobra de voces, y ya por mas ò menos barbarie en el estilo. Quando

DE LA PRESENTE edicion, cotejada con las conduce para algo la preven

precedentes.

20 Vistas las ediciones precedentes hallo ser todas diversas de la presente, no tanto por faltarlas la mutua combinacion, que suele dar luz à algunas cosas, quanto por tener orden diferente, y no ser ninguna tan copiosa como esta.

21 Primeramente en Pellicer faltan los numeros 47.48. y 49. con las ultimas planas desde el num. 84. al fin, En Berganza falta desde el n. 47. al 50. con no pocas clausulas en el discurso de la obra. En el P. Saz es de extrañar, que falten cosas estampadas antes en Berganzas y en Pellicer. En todos estos falta lo que el Codice Albeldense añade sobre los Reyes de Navarra: y en Ferreras que puso lo incluido en el num. ultimo, faltan no solo Reyes de Roma, el Em

cion, se expresa al pie de la plana: quando no, se desprecia, por no ser digna de nota.

22 Quando en las lecciones variantes nombramos à Mariana, se cita el manuscrito de este Autor, de que hablamos arriba. Quando por abreviar se ponen las dos letras Ms. denotamos el manuscrito que seguimos, esto es, el Codice Albeldense del Escorial en la copia que yo tengo original de mano de Juan Vazquez del Marmol, corrector de libros por el Rey Don Phelipe II, que escribia por los años de 1572. y sig. cuya copia original se declara aqui algunas veces con la expresion de Marmol. ò Jo. Vazquez. Ninguno de los que publicaron este Chronicon se arregió al egemplar del Codice Albeldense; y asi es en algun modo

inedito el que damos, pues solo le copiaron Perez, Marmol, y Mariana, que no le dieron à luz. (*)

23 El orden de las tres primeras ediciones es diferente del que hay en el Codice Albeldense, y ellas mismas discuerdan entre sí. La de Berganza parece fue dispuesta segun quiso ordenarla el Autor: pues Saz, que siguió el mismo Codice Emilianense, la dió con diferente orden. Pillicer tampoco conviene con las otras. El modo con que aqui se propone, es como se halla en el Codice de Concilios Albeldense, que es el mejor ordenado.

24 Pero por quanto en los Autores citados hay algunos adjuntos dignos de no ser omitidos, los ponemos aqui, tomando de uno lo que falta en otro de suerte que aun en esta parte será nuestra edicion la mas copiosa. Pellicer empieza con este titulo: Incipit liber Chronica, seu Fabula↑ ium. Ab Adam usque ad Diluvium, &c. como en el num. VIII. Siguese el titulo Eta

tes Mundi, y despues el de Incipit exquisitio totius Mundi: à que se sigue Incipit ordo Romanorum, por donde empieza nuestro Ms. y es en la edicion de Pellicer plana tercera, ocupadas la 1. y 2. con la materia de los titulos referidos.

25 Entre los parrafos 65. y 66. de nuestra edicion pone el mismo Autor la noticia de los Obispos que havia en los dominios de D. Alonso III, al tiempo de la primera formacion de esta Obra: y parece congruente methodo: pues la deprecacion que precede, da à

entender que el Autor del Chronicon puso alli fin en la Era 919. donde acaba asi: Inflectat que Dominus ejus semper animum,ut piè regat popu lum, ut post longum principatus imperium de regno terræ ad regnum transeat cæli. Quién dirá, que esta no es clausula muy propria del que acaba la obra? Y quién no se conforma rá, en que compuesta hasta alli, se continuó despues, à vista de enlazarse lo siguiente de este modo: Hoc supradicto Principe regnante in Era DCCCCXX.

(*) (Nota: Que para esta segunda edicion se ha cotejado el presente Chroicon Albeldense con el Ms. Gothico del Escorial: y de él resultan algunas faltas y variedades que se' ́noran en sus respectivos lugares, citandolas en su Archietypo.)

DCCCCXX. &c. Sin duda muestra aquel fin, y este principio, que el Autor puso alli termino à su primera intencion y luego queriendo añadir dos años, enlazó la continuacion con la clausula, Hoc sapradicto Principe. Añade mayor fuerza el egemplar del Codice que tuvo Pellicer, y otro de pergamino de esta Real Bibliotheca de Madrid, donde vemos que despues de la deprecacion referida, con que el Autor parece se despedia de escribir, estan los versos de los Obispos de aquel tiempo: y si por entonces quisiese proseguir la Obra, eran muy improprios de aquel sitio los versos de tan diverso asunto. No asi, suponiendo que havia puesto fin: porque conducida hasta aquel punto la historia, era como apendice oportuno la noticia de los Obispos y Sedes que actualmente existian. Teniendo pues sobre el argumento del final con que la deprecacion acaba, egemplares de haverse insertado alli lo que si no estuviera finalizada la historia, no se huviera puesto en aquel sitio; inferimos, que de primera intencion no escribió el Autor mas que hasta alli; y aquello acaba en la Era 919. segun prueba la

expresion precedente de esta Era, y ver que la immediata, de la continuacion, es la 920. De aqui resulta otro descubrimiento, conviene à saber, que la noticia de Obispos alli dada, apela determinadamente sobre los que vivian en la Era 919. esto es, en el año de 881. y no sobre los del año 883. y mucho menos sobre los del Siglo siguiente: pues à vista de ver hoy este Chronicon con adicion hecha en la Era 1014. (año de 976.) pudiera alguno dudar, à qual de los dos tiem. pos tocaba la memoria de los Obispos. Pero en fuerza de lo expuesto resulta ser Obra del primer Escritor, y determinadamente del año 881. sin que obste la mencion del año XVIII. del Rey Don Alfonso III. que precede en el num. 61. pues el que añadió los dos años de la historia, añadió tambien las dos unidades del reynado sobre el año XVI. que contaba D. Alfonso en la Era de 919.

26 Segun esto el Autor no escribió de primera intencion mas que hasta el año de 881. Era de 919. en que cerró su Obra con la deprecacion referida, y con el apendice de los Obispos, que actualmente vivian en los dominios de aquel Rey. A los dos años si

guientes, viendo que havian ocurrido succesos dignos de perpetuarse, añadió el mismo Escritor lo que hay desde la clausula, Hoc supradicto Principe regnante in Era DCCCCXX. &c. Y al tiempo de esta adicion sobrepuso en los numeros del Reynado (que antes eran XVI.) las dos unidades que le constituyen XVIII. practicando lo mismo con los demas computos del Preludio (de que vamos à tratar) en lo

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que mira à la expresion de la Era, y del año , que llegan hasta el de 883. pues como todo el Chronicon acaba álli; todos los numeros quedaron reducidos à un termino.

27 Antes de apartanos de la edicion de Pellicer, preve nimos, que el final de nuestro numero 58. (en que se trata del Rey D. Alfonso el Casto) secoloca aparte en Pellicer como clausula de Epitaphio, en esta forma:

Qui cuncta in Pace egit, in Pace quievit Bissena quibus bac Altaria Santia, Fundataque vigent. Hic Tumulatus jacet.

La Cruz, la separacion, y el estylo es de Epitaphio; para el qual tiene su tenor mas propriedad, que para Historia. Pero si por no expresar el Autor, que aquel es Epitaphio, y por decir Morales, (1) que la piedra del Sepulcro no tiene letras se digere que el His toriador lo compuso de suyo; añadirémos, que por ello de notó, haver sido enterrado en Oviedo (donde fundó los doce Altares) y acaso no será muy descaminada la congetura de inferir, que el Autor escribió

(1) Lib. 13. cap. 45.

en la misma Ciudad: pues es to parece dan à entender las expresiones, con que haviendo hablado en lo immediatamente precedente de cosas de Galicia, dice ahora hæc altaria, Hic tumulatus. Estos altares y este túmulo, denotan à Oviedo y si el Autor no escribiera alli, no digera con propriedad, Aqui está enterrado, sino, que fue sepultado en Oviedo. Quede pues como congetura probable, mientras no se descubra cosa preponde

rante.

PRE

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