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grandes muros de que Mérida se gloriaba, ostentandolos en sus Medallas antes del nacimiento de Christo, y que Prudencio alaba, diciendo Menia puchra lavat; si cedieron à los siglos, fueron en el septimo restituidos à su antiguo esplendor de suerte, que quando entraron los Saracenos en España, havia poco mas de 24. años en que se ha vian renovado las fortalezas de Mérida, segun lo prevenido desde el num. 179.

2 Este circuito material se hallaba con las grandezas formales de poblacion correspondiente à una Ciudad, que era Capital de la Provincia, ilustrada en tiempo de los Romanos con residencia de Pretores, Chancilleria, Tropas: y en tiempo de los Godos, con residencia de Duques, Intendentes, y Capitanes generales, segun consta por lo expuesto en las vidas de Masona, y de Zenon. La frequencia de gentes, y multitud de vecinos, se deja bien entender por la razon de Matriz, sin recurrir à lo que escribe el au tor intitulado Rasis: y ya vi mos en la vida de Paulo la concurrencia de Griegos que

(1) Pag. CDLXVIII. 3.

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venian à Mérida : lo que prueba la mucha fama que tenia en el mundo, y la grandeza que la daría el comercio con gentes del Oriente.

3 En estos dias se ha descubierto alli otro ilustre monumento, que autoriza con singularidad el concepto: pues en el año de 1752. se descubrió en Mérida una porcion de Coluna de dos pies, ò tres quartas de largo y de ancho, ò diametro, una quarta, en la qual se ve grabada una Inscripcion, que copió, y me remitió el Doctor Don Joseph Alsinet, Medico titular de la Ciudad de Mérida (hoy del Real Sitio de Aranjuez) Academico de la Real de la Historia, la qual Inscripcion tiene hoy el Señor Vizconde de Sierrabraba, Marqués de Peñafuente, que se sirvió mostrarmela original, trahiendo la piedra desde Mérida à esta Corte en el año pasado de 1755. Tiene una R latina: lo que se halla tambien en otras Inscripciones Griegas, como se ve en Muratori. (1) No está perfectamente integra su conservacion; pero no discrepa de JaCopia,que recibí en el año de 54 la qual dice como se sigue:

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γ' περ ευχῆς καὶ σωσίαπος κυγκυβερνή σεως, καὶ πάγπων πῶν συνπολιτῶν. Es Dedicacion votiva hecha en deprecacion por voto, felici dad, y salud de los Magistra dos y de todos los Ciudadanos: y su tenor denota haver sido

puesta por algun cuerpo da Griegos residentes de asiento en Mérida, los quales agradeci dos à la Republica manifestaron su reconocimiento,y quisieron captar mas la aceptacion de la Ciudad, colocando en público aquel Voto por la prosperidad del Orden de la Gobernacion, y de todos los Concives. De aqui inferimos la frequencia de gentes, y grandeza del Pueblo, quando hailamos avecindados en Mérida à los Griegos con el uso de su proprio idioma: en cuya prueba del gran comercio por mar, sirve el testimonio de Estrabon, pag. 140. donde expresa ser navegable Guadiana por cada una de las dos bocas con que desaguaba en el mar, como digimos pag. 42. Asi vemos tambien un Itinerario en Antonino desde la boca de Guadiana à Mérida: y en la Vida del Obispo Paulo se mencionan los Griegos que llegaban à esta Ciudad.

4 Mantuvose tambien la Ciudad en tiempo de los Godos con el fuero obtenido en el imperio de Augusto sobre batir Moneda, (*) segun puede inferirse de las que perseveran en oro con nombre de

(*) Vease el Tomo III. de Medallas, pag. 175. y 176.

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la Ciudad, y de los Reyes Go dos, una de Recaredo con la Inscripcion de EMERITA VICTOR. Otra del mismo: EMERITA PIVS. Otra de Recesvintho EMERITA PIVS y de Vamba con la misma leccion EMERITA PIVS, sin que por esto sea necesario recurrir al pensamiento de algunos, que por estos principios quieren probar celebracion de Concilios, como que por tanto se daba el titulo de piadoso al Principe: lo que se dice voluntariamente sin apo yo, ni necesidad: porque se gun vemos en el resto de las Medallas de los Godos, el comun dictado que en ellas se les daba, era el de PIVS, el de IVSTVS, el de VICTOR: de suerte, que para no poner el nombre del Rey sin algun elogio, le intitulaban el Justo, el Piadoso, &c. y esta era la moda comun en todas sus monedas, sin que en las de semejantes dictados haya que recurrir à puntos historiales, pues asi lo usaban quantas Ciudades batian las Monedas: y algunas lo practicarian, como hoy, en las Coronaciones de los Reyes, en que solo la graitulacion, del nuevo Principe bastaba para las expresiones referidas, usando unas el elo

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tense. En el exordio de éste se expresa, que los Obispos de la Lusitania se congregaron en la capital de la Provincia la Ciudad de Mérida dentro dé la Iglesia Mayor, que nom bran con el titulo de Ferusa len el qual dictado es expre sivo de la Iglesia Matriz, (segun digimos en el Tomo IX.) (1) y en el Tomo V. (2) Pero el Diacono Emeritense nos da mayor noticia, diciendo, que la Iglesia llamada Santa Jerusalen estaba dedicada à Dios con la invocacion de Sta. Maria, segun expresa en el cap. 8. Ecclesiam Sanctæ Mariæ, quæ Sancta Hierusalem nunc usque vocatur.

7 Aqui nos manifiesta dos titulos: uno el de Santa Maria: otro el de Santa Ferusa len, y ambos denotaban una misma Iglesia, aunque segun diversa formalidad: pues el de Ferusalen significaba la Cathedral, no precisamente como Sede Episcopal, sino co mo Metropoli: pues por tanto vemos el mismo titulo en Tarragona, y en Sevilla, Iglesias Matrices de las otras dos Pro'vincias, y no en otra de las Sufraganeas y como Mérida era tambien Capital de Lusi

(1) Pag. 102. (2) Pag. 512.

tania, la quadraba el dictado de Santa Jerusalen, aplicado en lo primitivo à estas Iglesias, por quanto como de Jerusalen salió para las demás el Evangelio, asi de las Matrices salió la ley para sus Sufraganeas. Y es de notar el modo con que se explica el Autor, diciendo, que hasta ahora se llama Santa Jerusalen, pues aquel basta abora tiene alguna energía, suponiendo, que empezó desde el origen de la Iglesia aquel dictado; y por tanto era notable, que se man. tuviese en el siglo septimo, en que escribia el Diacono: Nunc usque vocatur. El otro titulo, que expresa, denota la invocacion particular de la Iglesia Mayor, cuyo titulo era de Santa Maria: de suerte, que si el dictado de Santa Jerusalen nos declara la formalidad de Iglesia Metropolitana, el de Santa Maria determina, que esta Iglesia Mayor tenia por titular peculiar à la Virgen Maria.

8 De esta sabemos haver sido la primera Iglesia que huvo en Mérida antes de Santa Eulalia: pues el Diacono Emeritense en el cap. 18. habla del Templo en que el

Obis

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Obispo havia de celebrar en el dia de Pascua los Divinos Oficios,, y desde el qual salian en Procesion para el de Santa Eulalia, que sin duda era la Cathedral: y todo esto lo explica dando à aquella Iglesia el titulo de la mas antigua: lo que declara ser an terior à la de Santa Eulalia, Y para que no se dude en que la Cathedral era la mas ancia-, na y primitiva, juntó el referido Autor los dos titulos en el n. 30. de nuestra edicion, donde expresa, que la Santa Jerusalen era la primitiva, à mas antigua: Ecclesiæ senio ris, quæ vocatur S. Hieru salem.

ATRIO DE LA IGLESIA.

. 9 Junto à esta Iglesia estaba el Atrio, esto es, el Pala cio donde habitaba el Obispo, la qual casa se decia unas veces el Atrio sin mas adicion; otras, el Atrio de la Iglesia, y el Atrio del Obispo, que todo es uno pues lo que es del Obispo, es de la Iglesia, y su fin era ordenado al servicio del Templo. Moreno de Vargas entendió que el Atrio (muchas veces nombrado en Paulo Diacono) era el Portál de la Iglesia, esto es, el Pór

tico por donde se entra al Templo: pero los Godos (y determinadamente el Diacono Emeritense) usaron de aquella voz, para significar la casa,à Palacio Episcopal, como con.certeza consta por to-, do el contexto de Paulo Diacono: pues en el cap. 8. pone la habitacion del Obispo en el Atrio y en el mismo supone à Masona enfermo, como se lee en el num. 47. y claro está que los Obispos no vi→ vian, ni tenian la cama en el Portál de la Iglesia, sino en su casa. Añade, que Masona hizo le llevasen desde alli en una silla al Templo de Santa Eulalia, y luego se volvió al Episcopio, cuya voz significa aqui la casa del Obispo, que antes expresó bajo el nombre de Atrio, donde se hallaba enfermo.

1010.Lo mismo se comprue ba por el cap. 6. donde refie→ re, que un dia de Domingo vinieron segun costumbre los Clerigos al Atrio para llevar al Obispo à la Iglesia, y que despues de salir todos de alli, andados ya diez pasos, pasos, caminando à la Iglesia, se arruinó la gran fabrica del Atrio: todo lo qual denota la Casa Epis. copal, y no el Portál del Templo, como de suyo consta. A

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