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le enviaron las Actas de aquelia causa, à fin (segun presu mimos) de que estuviese prevenido del contagio, como quien era Metropolitano de la Lusitania, confinante con Galicia: ò porque viendose' descubiertos y perseguidos los hereges de Astorga, huyeron algunos, y fueron à parar à Mérida en cuya suposicion era preciso informar al Obispo, dandole cuenta de lo procesa do en la materia, para continuar en la pesquisa y sentencia de los que alli estuviesen. Infierese asi por el contexto del Chronicon de Idacio: pues haviendo referido esta especie sobre el año de 445. añade en el de 448. que un herege Maniqueo, llamado Pascencio, que era natural de Roma, y havia huido de Astorga, fue cogido por el Obispo Antonino en Mérida: Pascentium quemdam urbis Romæ, qui de Asturica diffugerat, Manichæum, Antoninus Episcopus Emerita comprehendit. Parece pues, que el remitir à Antonino lo actuado en Astorga, fue por correr la voz de que algunos de los perseguidos alli, huyeron à Mérida, como vemos se verificó en Pascencio.

(1) Pag. 100.

69 Prevenido nuestro Obispo con aquella instruccion de Idacio, y de Toribio, descubrió al ya expresado Priscilianista, Pascencio, à quien prendió, procesando contra él : haviendole oido y examinado, sentenció que fuese expelido de su Provincia, como añade en su relacion Idacio despues de las palabras alegadas : Auditumque etiam de Provincia Lusitania facit expelli. anno 448. En esto vemos egercitado el fuero Metropolitico de Antonino, quando su decreto obra sobre los límites de tóda la Lusitania, y no precisamen te de su Obispado, como quien era Cabeza de la Provincia, segun se deja prevenido desde el Tomo IV. (1)

70 Deducese por este documento el tiempo y noticia de Antonino: pero no se expresa alli su principio, ni su fin, por lo que ni sabemos mas acciones, ni el año en que murió. Vivió en el reynado del Suevo Rechila, por el qual es muy creible que padeciese algunas contradicciones. , por quanto Idacio refiere que era Gentil, en cuya ceguedad murió en Mérida en el mismo año en que Antonino desterró de

Lu

Lusitania al herege Pascencio. Empezó entonces à reynar Reciario (hijo de Rechila) y como era Catholico, es verosimil que respirase en su tiempo la Iglesia: pero muerto luego por el Rey Godo Theodorico en el año de 456. invadió este enemigo de la Iglesia à Lusitania, y queriendo saquear à Mérida, salió el Cielo à su defensa por el soberano patrocinio de la Virgen y Martyr Santa Eulalia, que le aterró con portentos. Fue este maravilloso suceso en tiempo de Antonino, ù de su sucesor, cuyo nombre ignoramos, como tam

bien el de los que vivieron desde el medio del Siglo quinto hasta el medio del siguiente: en cuyo espacio sabemos, que el Rey Godo Eurico hizo grandes daños en esta Provincia de Lusitania cerca del 446. segun refiere S. Isidoro en la historia de los Godos.

71 Del tiempo del Rey Amalarico hay en Mérida una Memoria christiana estampada por Moreno en el fol. 136. b. y puesta en la Polygraphia con sus mismos caractéres, que por ser curiosa reproducimos aqui: la qual es como se sigue.

VALERIA FA WIA DEI VIXIT ANNOS IIII MENSES VIIIREQEIVITINPA CEDEXRI FEBR VARIASERACIS

EXSIS

De

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72 De esta Valeria no se expresan los Padres, sino el dictado de sierva de Dios, con que los Catholicos se diferenciaban (como por el Alpha y Omega) de los Arianos: y à vista de aplicarse aqui (como en otras Inscripciones) el titulo de Famula Dei à una niña, de quatro años y nueve meses; se convence la ligereza de los que tal vez por el preciso titulo de famulus Dei quieren de ducir santidad heroica en el sugeto, y tal vez, estado Mo. nacal, como le sucedió al Doc. tor Huerta en los Anales de Galicia (1) donde, infirió, que Valeria fue Monja, porque es¬ to (dice) significa el famula Dei: sin reparar en que murió de quatro años y nueve me ses, edad incapaz de aquel es tado: ò si reparó; fue mas culpable en poner de suyo el numero de 54. quando en Moreno (à quien cita, y de quien la traslada) no hay mas que qua, tro. Pareciole sin duda errata (porque repugnaba, con, su preocupacion) pero ni se hizo cargo de la correccion voluntaria, ni podia autorizarla, por

hallarse otras muchas Inscripciones donde el dictado referido, se aplica à la tierna edad, como (omitiendo otras) puede verse en Rodrigo Caro (2) que pone dos, una de un niño de quatro años, y otra de una niña de once. Usabanse pues aquellas expresiones en tiempo de los Godos, para diferen-, ciarse los Catholicos de los Gentiles y de los Arianos: y por tanto sabemos que Valeria fue hija de Padres Catholicos. El dia de su muerte fue el decimo de las Kalendas de Febre ro (23 de Enero.) El año, la Era 556. (año de 518.) pues el numero ultimo de seis, d sexta, se declaró por sexsis, con mas barbarie, que el requeivit por requievit, mob

73 No era de aquella cla se el que compuso otro Epitaphio de la misma Ciudad de Mérida à otra niña, llamada Siricia, que no llegaba à seis años, y murió poco despues de su madre. La memoria se conserva en un Epigrama, estampado por Moreno (3) cuyos versos son:

(1) Tomo I. pag. 257. (2) Lib. 3. fol. 197.b. (3) Fol. 137.

- Tom. XIII.

Y

LVX

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LVX MIHI SIRICIA DIVINA RAPTA, FLAGELLO

TE MATREMQ. TVAM TEMPVS ENORME TVLIT NECDVM TER VIÑOS CRESCENS ATTIGERAS ANNOS LIQVISTI MO ESTO VULNERA DIRA PATRI. FLETIBVS ECCE TVIS RENOVASTI FVNVS OPERTVM QVOD MATRIS TVMVLÓ IVNGERIS IPSA CITO ERA DLXXXVIL

'Esta Era de 587. corresponde al año de $49. en que por muerte de Theodisclo, sucesor de Theudis, y éste de Amala rico, empezó à reynar Agila, el qual despues de vencido por los Cordobeses, se retiró à Mérida, y alli fue muerto por la rebelion de Athanagilda, co mo refiere S. Isidoro en su his toria sobre el año de 554. Pe ro por quanto en aquel tiempo tenemos ya noticia de Prela dos Emeritenses, continuare mos el Catalogo.

ob bbPAULO

Desde cerca del 530. basta
cerca del 566.

r151m 175

74 Desde aqui empeza mos ya à gozar del tratado, que Paulo Diacono de Mérida escribió sobre las Vidas y Milagros de los Santos Padres Emeritenses entre los quales habla de cinco Obispos, siendo el primero Paulo, en cuya entrada menciona el Pontifica

do de su antecesor, pero sin declarar el nombre, ni explicar una notable circunstancia que apunta, sobre la tempestad de turbaciones que en tiempo del predecesor de Paulo dice afligió la Iglesia, No declara él origen de aquella turbacion, ni creo se ha perpetuado en otro documento pera. sabemos que Paulo fue el Iris. de serenidad, cuya exaltacion al Throno disipó todas las nubes como Sol; y asi empieza su memoria con auspicio feliz. -175 Nació este ilustre Va ron en la Grecia, y se dedicá à los estudios de la Medicina. El lugar de su nacimiento, y el motivo individual de baver pasado à España, no le expre sa el Historiador: pero sabemos, que los Griegos de la tierra de Paulo tenian comercio con Guadiana, porque despues llegaron à la misma Ciudad de Mérida otros Griegos, en cuya compañia venia un Sobrino de Paulo. En fuerza de este comercio, ò por mejor decir, por

especial providencia del Cielo, sacó Dios de su Patria à es te Varon, y le condujo à Mérida, no tanto para egercitar su arte de medicina con los cuerpos, quanto para ser Pa dre de las almas...

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76 Avecindose en la Ciudad, donde vivió por mucho tiempo, sobresaliendo mas en prendas espirituales, que en dotes de seglar. Florecia en virtudes y santidad: excedia à todos en la humildad, y benignidad: y como llegase à faltar en aquel tiempo el Obispo, eligió Dios à este Medico por Pastor. Hacese muy creible, que huvo algun visible portento para aquella eleccion: pues la expresion del Historiador es, que electo por Dios, fue consagrado Obispo y aquel eligirle Dios, parece indicio de que el Cielo le escogió con algun milagro, ya de voz de algun infante, ya del signo de Paloma, ya de entrar en la Iglesia en tal oportunidad, al modo que se hicieron otras elecciones de Santos. Pero no podemos asegurar mas que lo declarado, de que fue electo por Dios: Eligente Domino ordinatus est Episcopus. cap. 4.

77 Electo Paulo por tan buena mano, se deja bien entender el acierto de su conduc

ta, y lo que aprovecharia à todos en su Pontificado. Desde luego se empezaron à manifestar los efectos: pues hallandose la Iglesia combatida de olas de turbaciones desde el tiempo de su antecesor, logró perfecta tranquilidad la Nave, al punto que à Paulo le dieron el Timon. Prosiguió con viento favorable, gobernandole en paz y repartiendo liberal à sus feligreses los bienes que tenia athesorados. Presidia à todos, y à ninguno dejaba de atender. A cada uno se acomo. daba con afecto paternal, sien. do todo para todos, como Pastor escogido por el Cielo..

78 Sucedió por aquel tiem→ po que enfermó gravemente una Señora de familia ilustri→ sima, casada con un Procer de los mas nobles de la Ciudad, que era del Orden de los Senadores. Esta Señora padeció el infortunio de que se la muriese en su vientre una criatura que havia concebido: y aunque muchos Medicos intentaron salvar la vida de la Ma→ dre, no encontraron remedio. Acercabase cada dia à la muerte. El Caballero su marido estimaba la salud de la consorte sobre todo, porque la amaba tiernamente, y estaban muy frescas las primeras finezas,

Y 2

por

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