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frances antiguo ciertas locuciones y voces, unas que subsistieron, y otras que no pudieron arraigarse profundamente. Venidas parecen de Francia, y quizá partieron de nás allá, las palabras aliur, argente, asaz, glande, jamais y mayson, usadas en nuestro lenguaje antiguo, que proceden sin duda de aliørsum, argentum, ad satis, glans, jam magis y mansio: más propias de los franceses parecen las de afer, apres, domage, encara, estui, laido, nombre en la significacion de número, orage, repaire, sire y otras, que les fueron ya restituídas, borrándolas de su Diccionario Castilla al inventariar su tesoro linguístico en el siglo XVI; pero una docena de frases y un ciento de voces no forman un idioma, que indudablemente estaba ya hecho al mediar el octavo siglo.

›De uno y medio á esta parte es cuando el frances ha invadido nuestra literatura y nuestra lengua; no así mil años há: no habia entonces en cada rincon de Castilla un libro ó papel impreso por españoles, que enseñara y propagase las voces y locuciones transpirenaicas. El frances que venía entonces á España, ora hablase la lengua de oc, ora la de oïl, no podia hacer lo que hacen hoy el periódico y el libro, compuestos en no buen castellano: el advenedizo, fuese capitan ó mercader, sacerdote ú obrero, tenía que aprender nuestro idioma en lo que se apartara del suyo; y si lo aprendia bien, lo hablaria como los del país; y si lo aprendia mal, no habian de ser sus equivocaciones modelo para los castellanos y regla de castizo lenguaje: sucederia entónces aquí lo que hoy nos acontece á nosotros en tierra extranjera, y les pasa en Madrid á esos buenos hombres que anuncian en el Diario de Avisos tener de venta sillerías de madera escultada y mirlos cantando. Los franceses han formado los diferentes dialectos ó idiomas de su nacion, y nosotros los nuestros; hemos tomado unos de otros, porque somos vecinos, y áun á veces hermanos; pero la lengua en general, es obra de casa. El latin oral no podia vivir siempre tan viejo se hubo de hacer de allá como de esta parte del Pirineo. Si convertirlo en nuestro romance fué elaborar una lengua nueva, nadie podrá negar á los españoles la facultad de hablar, concedida por Dios al primer hombre, áun ántes que le diese una compañera; si fué corromperlo, ciento cincuenta años há que en

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prosa y en verso estamos dando muchos españoles pruebas diarias de que no necesitamos ajeno auxilio para lastimar y desfigurar un idioma: no me lo podréis negar los que veis una prueba más en el desaliñado lenguaje de este pobre discurso..

Las notas que para la presente edicion ha escrito mi buen amigo, el señor don Eduardo de Mier, indispensables las más, útiles, oportunas, discretísimas todas, la enriquecen brillantemente, y la hacen acreedora á una acogida en que el Público, áun otorgándola muy benévola, no por eso traspasará los límites de la justicia.

JUAN EUGENIO HARTZENBUSCH.

AL SEÑOR

DON BLAS ANTONIO NASSARRE Y FERRIZ,

DOCTOR EN AMBOs derechos, peritísimo en elLOS, Y DIEZ Y NUEVE
AÑOS PROFESOR INSIGNE DEL CANÓNICO EN LA UNIVERSIDAD DE
ZARAGOZA; ACADÉMICO DE LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA
ESPAÑOLA, ILUSTRADOR DEL LENGUAJE MODERNO Y ANTIGUO: BI-
BLIOTECARIO MAYOR DEL REY NUESTRO SEÑOR DON FELIPE V, Y
RECOJEDOR INTELIGENTÍSIMO DE PRECIOSOS Y SINGULARES LIBROS,
IMPRESOS Y MANUSCRITOS; DEL CONSEJO DE SU MAJESTAD EN LA
REAL JUNTA DEL PATRONATO DE LA CORONA, Y DEFENSOr acér-
RIMO DE SUS ANTIGUOS DERECHOS; PRELADO CONSISTORIAL DEL
REAL MONASTERIO DE SAN MARTIN DE ACOBA, DIGNIDAD DE LA
SANTA IGLESIA DE LUGO, DILIGENTE PROPAGADOR DE LA
PLINA ECLESIÁSTICA

DISCI

D. GREGORIO MAYANS Y SISCAR

OFRECE ESTOS TRATADOS

DE LOS ORÍGENES DE LA LENGUA ESPAÑOLA,

no de ellos propio, para lograr la censura de tan gran maestro, y los demas ajenos, para verlos dignamente estimados.

CENSURA DE DON MANUEL FRANCISCO RODRIGUEZ DE Castro, Dean y Canónigo de la Santa, Apostólica y Metropolitana Iglesia de Santiago, Colegial que fué en el Mayor de San Clemente de Bolonia, Doctor en Cánones, y Catedrático de Leyes en aquella Universidad, y Consultor del Santo Oficio de Inquisicion de la misma Ciudad: por Comision del Señor Licenciado Don Antonio Vazquez Goyanes, Presbítero, Abogado de los Reales Consejos, y Teniente de Vicario de la Villa de Madrid y su partido, etc.

Los Origenes de la Lengua Española son tan varios, que pedian la trabajosa diligencia de muchos observadores y la aplicacion de uno que lo recogiese todo. Así lo vemos practicado por espacio de docientos años, en cuyo tiempo algunos hombres eruditos y amantes de nuestra Lengua han ido averiguando sus orígenes, reduciéndolos á ciertas clases, para que, aplicados los vocablos á cada Lengua Matriz, se busquen en ellas y se hallen con mayor facilidad las causas de las primeras imposiciones. Verdad es que estas obras, que por el mucho trabajo que suponen, son muy grandes, por la pequeñcz de su volúmen, ó desaparecieron, ó hubieron de arrimarse á otras más corpulentas; y algunas de ellas, por desgracia de sus autores, nunca llegaron á ver la pública luz. Pero Don Gregorio Mayáns y Siscár, Bibliotecario del Rey nuestro Señor, con aquel genio suyo nada avaro de lo que sabe, y liberal en comunicar los desvelos ajenos (de que tiene dados tan ilustres ejemplos), ha recogido diferentes obrillas de varios autores, pertenecientes todas al Lenguaje Español; y ordenándolas segun pedian los asuntos, las ha unido, para que juntas puedan conservarse mejor. A este Cuerpo Literario faltaba una como alma, y tambien la dió Don Gregorio; pues ha escrito, y desea publicar, una Instruccion sobre los Origenes de la Lengua Española, la cual sirva de idea para los que quieran tratar se

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