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lidades, que no habrian sido tituladas en el año propio de la escritura: con que debian pertenecer, por lo menos, al siglo anterior. Y en efecto, á pesar de que los pergaminos del siglo Ix escasean mucho, todavía se pueden rebuscar en ellos vocablos de nuestro romance antiguo, como los siguientes: aceveto (arboleda de acebos), azoreras, baqueros, barrio, bragas, calabazas, calzada, coba (cueva), cortes (haciendas), cupos (cubos), defessas (dehesas), encina, era (la de trillar), faza (haza), ferrera (herrera), fidiador (fiador), ficares ó figarias (higuerales é higueras), foz (hoz), fresno, fuero, junqueras, laguna, lenzo (lienzo), linares, manto, manzanares, marcos (marca), molinos, nora (nuera), paratas (paradas), penna do vado (peña del vado: nótese el genitivo del artículo gallego o, usado el año 886 en Orense) (1); — pinedo, pozales, rubiales, sala, salcedo (arboleda de sauces), signales y signas (señales y señas), torres, Val de Avuelo, vereda, Villares y Villarozada. Poquísimos documenquedan del siglo VIII; mas áun despunta en esos pocos nuestro romance en las voces abolo (abuelo), arroyo, averes, barra, canton, cavanas (cabañas), Fontecubierta, garabatos, Monteretondo (Monteredondo), negrellos (negrillos), palmar, penellas (peñuelas), rozas, soutos (sotos), Tras Deza, veigas (vegas), vereda y zerzeta. - Hemos llegado á los principios del siglo VIII, tristemente célebre por la invasion de los árabes en nuestra Península colocados á tal altura, descansemos un poco, y

tos nos

reflexionemos.

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-

Ningun escritor de aquella época nos dice que se hablase ya en España el romance; ningun escrito en romance poseemos de aquella centuria, ni áun de mucho tiempo despues: verdaderamente, Señores, parece poco sesudo empeño darse á creer que existiese nuestro vulgar idioma, con más ó ménos rudo carácter, mil y cien años há. Sin embargo, como dice el Sr. Monlau, y como toda la república de los doctos entiende, nuestro romance se formó con especialidad sobre el idioma latino: de manera que al hundirse en el Guadalete la dominacion de los godos y constituirse la nacionalidad española entre las asperezas de Astúrias, ó

(1) España Sagrada, tomo XVII, pág. 245.

se hablaba en nuestra Península el latin aún, ó se hablaban ya uno ó varios dialectos hermanos, hijos todos, no contando el vascuence, de la fengua latina. Pues bien, en la iglesia de Santa Cruzde Cangas, dedicada al culto por el Rey D. Favila, en el año de 739, leyó y copió Ambrosio Morales (1) una inscripcion, grabada allí en piedra, donde se decia cum pignora en vez de cum pignoribus, amén de otras locuciones sin concierto alguno. En escritura del año 745 (2), designando los términos de una posesion, se lee que vadit ad villam quos vocitant Cavanas, et deindè ubi intrat Flamoso in Mineo (va á la villa ó heredad que llaman Cabañas, y de allí adonde el Llamoso entra en el Miño); Flamoso por Flamosus y quos por quam. En otra escritura del año 747 (3) se lee quem en lugar de quas; villas quam adquisivi. En otra de 759 (4), mecum sororum en lugar de mecum sorores; mis hermanas conmigo. Con las fechas de 772 y 773 (5), quorum basilicas fundatæ sunt in loco qui dicitur Pontecerce; quorum basilicas fundatæ sunt in loco qui dicitur Valle de Dondisle:- basilicas por basilicæ. Con fecha de 781 (6), venimus cum averes nostros:—haberes, palabra romance; cum, rigiendo acusativo. Añádanse á éstos los nombres propios de Luponi, Trasildi, Ricilone, Felice, Gemeno, Dulcido, Censerigo y Berosindo, usados ó como nominativos ó cómo indeclinables; y fuerza será convenir en que las personas que extendian tales documentos ignoraban de fijo la declinacion y el uso de las partículas latinas y hasta las oraciones de sum, es, fui. En vano se replicará que aquellos mismos hombres acertaban å poner cláusulas más difíciles en latin regular: nacia eso de que tenian formularios antiguos, hechos en buen latin, de los cuales tomaban cuanto les convenia para cada instrumento que les ocurria ordenar; pero como no todo lo habian de hallar en el formulario ó modelo, donde les faltaba éste, ingerian un des

(1) MORALES, Crónica, tomo VII, pág. 44. (2) España Sagrada, tomo IV, pág. 354.

(3) España Sagrada, tomo IV, pág. 357.

(4) LLORENTE, Noticias históricas de las Provincias Vascongadas, primer documento.

(5) BERGANZA, Antigüedades de España, tomo II, pág. 370.

(6) MORALES, Crónica, tomo VII, pág. 88.

propósito gramatical, porque escribían una lengua que no era la suya. No están esos documentos escritos en un idioma vivo, pero viciado, no; están en un idioma muerto, que no se sabe. Otro tenian que hablar los españoles en el siglo vir; las palabras que hemos citado ántes nos dicen cuál era, y la historia de otros países contribuye á probarlo.

Cierto religioso de un convento de Fulda, llamado Rodulfo, que falleció por los años del Señor 865, refiere en la Vida de Santa Lioba (1), que acometido de convulsiones un español, por haberse bañado á mala sazon en las aguas del Ebro (ó por castigo de sus culpas quizá), peregrinó recorriendo santuarios por Francia, por Italia y por Alemania, hasta Fulda, donde recobró milagrosamente la salud, haciendo fervorosa oracion ante el sepulcro de San Bonifacio. Atónito con el prodigio un testigo ocular, el venerable Firmado, monje presbítero, entró en conversacion con el peregrino; pues como era italiano el monje, tenía (dice Rodulfo) conocimiento del español. Ocurrió este singular suceso hacia el año de 772, á lo que se cree: de manera que en el último tercio del octavo siglo, un italiano y un español podian entenderse. ¿Cuál sería entonces el lenguaje vulgar en Italia? En documentos otorgados en aquella península desde el año 730 al de 804, todos en latin corruptísimo (2), se ve ya usado el artículo femenino la, se hallan las palabras rio, verde, suso, dava, con v y sin t, fué, fice, cambium de casas, corre via pública, y hasta la vulgar expresion calsato e vestito, calzado y vestido.

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A mediados del siglo vi volvió á poder de los Emperadores de Constantinopla la parte de España que llevaba el nombre de provincia cartaginense, merced al valor de Comiciolo ó Comenciolo, general bizantino. Por los años de 579 guerreaba Comiciolo en Tracia contra el Rey de los Hunnos Jagano; y hallándose poco distantes ambos ejércitos una noche, y ambos en marcha, cayósele

(1) D'ACHERY Y MABILLON, Acta Sanctorum Ordinis S. Benedicti, siglo III, parte II, pág. 233 de la edicion de Venecia, hecha en 1734.

(2) Historia universal, por César Cantú, traducida directamente del italiano (y oportunamente anotada) por D. Nemesio Fernández Cuesta, tomo III, pág. 875 y siguiente.

Del mismo Cantú, Histoire des Italiens, tomo I, apéndices.

la carga á una caballería, perteneciente á los bagajes de Comicio-lo, sin que el soldado cuya era lo echase de ver. Advirtiéronlosus compañeros, y diéronle voces para que volviese; voces que, oídas y repetidas por los demas, les hicieron creer que los bárbaros los habian sorprendido; con lo cual todo el ejército bizantino se puso en fuga. Oyendo los Hunnos las voces y estrépito de los otros, tuviéronse por perdidos tambien, y echaron á correr precipitadamente por otro lado: así, dos poderosos ejércitos huyeron de nadie, por haberse desatado la carga de un mulo. Ahora bien, las palabras con que llamaron al inadvertido soldado sus camaradas, trasmitidas á la posteridad por los graves escritores griegos, Teófanes y Teofilacto, fueron éstas, Señores: Torna, fratre; torna, retorna. Estas palabras pertenecian á un idioma semejante al latino; pero no eran ya verdadero latin: el verbo latino clásico torno, tornas no significa retroceder, sino tornear, trabajar al torno, ú otra accion parecida; y en cuanto á la palabra fratre, ablativo usado por vocativo, ningun romano que supiese su lengua la hubiera empleado. El habernos conservado los historiadores griegos esas palabras, manifiesta sin duda que á la sazon eran ó muy comunes ó muy singulares: en el primer caso, todos los soldados latinos de Comiciolo hablaban un idioma vulgar; en el segundo, lo hablaban algunos. ¿A qué nacion pertenecerian? Mr. Raynouard (1), que cita la singular aventura en su Coleccion de Poesias originales de los Trovadores, entiende que los que gritaron torna, retorna, fueron probablemente frances, ó españoles de la provincia que habia sometido ántes y rigió despues Comiciolo.

Por los años de 527 ocupó Justiniano I el trono de los Césares en la ciudad insigne de Constantino; y moviendo guerra á uno de los Reyes bárbaros que iban estrechando con sus conquistas cada vez más los limites del Imperio, venció y prendió en el campo de batalla al monarca enemigo. Sentado el prisionero bajo un

(1) RAYNOUARD, Choix des poésies originales des Troubadours, tomo I, páginas VIII, IX y X de la introduccion.

ALDRETE, Del origen y principio de la lengua castellana (Roma, 1606), página 154.

majestuoso dosel al lado del César, le exigió éste que restituyera al Imperio las provincias que de antes le tenía usurpadas. No las daré, contestó en latin el bárbaro, segun refiere el cronista frances, Aimonio: non dabo. Quísole replicar Justiniano, diciéndole que tendria que restituírselas; y dejando ya de usar el idioma latino en que departian, el Emperador no repuso dabis; le dijo: darás. Expresion de tal extrañeza, pronunciada en tan solemne momento, dió lugar á que, fundando una ciudad en aquel paraje, recibiese el nombre de Darás ó Dáras; la acentuacion de la sílaba no es de grande interes.

Guillermo Schlegel no presta fe á la relacion de Aimonio, pareciéndole de poca autoridad un cronista frances del siglo x, tratándose de un Emperador bizantino del siglo vi. Yo acato profundamente la sabiduría de Schlegel; pero no entiendo cómo un crítico del siglo actual ha podido saber de cuántos y cuáles documentos históricos disponia el escritor franco del siglo x.

La explicacion del hecho es, á mi parecer, muy sencilla y creíble. San Isidoro, metropolitano de Sevilla, que falleció por los años de 636, nos dice (1) que en tiempos anteriores se habia introducido en Roma una lengua latina mixta, resultado de los solecismos y barbarismos con que desfiguraban el idioma de Ciceron los habitantes de las provincias de aquel vasto Imperio. El Rey cautivo de Justiniano no sabria más latin que el del vulgo, el más fácil; hablaria, por consiguiente, mal; y el Emperador le contestó por fisga en el propio lenguaje. Darás es futuro provenzal y español; y la Provenza de entonces era posesion de los godos. Nuestros futuros imperfectos ó simples de indicativo se formaron del presente de infinitivo de cada verbo y del presente de indicativo del auxiliar haber: darás se compone de dar y de has: dar-he, dar-has, dar-ha, dar-hemos, dar-hedes ó heis, darhan. Supone ese futuro, pues, que ya el infinitivo latino-clásico dare se habia convertido en el infinitivo neo-latino dar; supone que estaba completamente formado el auxiliar neo-latino haber, diferente del habere latino; supone un sistema de conjugacion, completo y distinto de la conjugacion clásica romana; supone, en

(1) Etymolog., libro I, capítulo XXXII.

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