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de los

pozos. Vocablo es que se usa poco; yo no lo uso jamas, ni vosotros podréis quejaros que no os he dicho mucho más de lo que me supiérades preguntar.

MARCIO. Vos teneis razon; pero todavía queremos que, si os acordais de algunos otros vocablos que nos contenten, nos los digais.

VALDÉS. Si pensase mucho en ello, todavía me acordaria de otros, aunque como no los uso, no los tengo en la memoria; y de los que he dicho, me he acordado por haberlos oido decir cuando caminaba por Castilla, porque en caminando por mesones, es forzado platicar con aldeanos y otras personas groseras; pero en esto podeis considerar la riqueza de la lengua castellana, que tenemos en ella vocablos en que escoger, como entre peras.

CORIOLANO. Decís muy gran verdad.

MARCIO. Y de vocablos sincopados ¿usais algunas veces?
TORRES. ¿Qué quiere decir sincopados?
MARCIO. Entresacados.

TORRES. Agora lo entiendo ménos.

MARCIO. Cuando de entre medio de algun vocablo se quita alguna letra ó sílaba, decimos que tal vocablo está sincopado, como si digo puson por pusieron, diré que aquel puson está sincopado; ; entendeislo ahora?

TORRES. Largamente.

VALDÉS. Respondiendo á lo que vos me preguntastes, digo que en dos maneras principalmente usamos de vocablos sincopados: la una no la tengo por buena; ésta es la que en cierta parte de España usa el vulgo, diciendo trajon, dijon, hizon, por trajeron, dijeron, hicieron; y digo que no la tengo por buena, porque los que se precian de hablar y escribir bien, tienen esta manera de hablar por mala y reprobada, porque quieren que los vocablos se pronuncien y escriban enteros cuando el ayuntamiento de vocales no causa fealdad. La otra manera de vocablos sincopados es buena, y

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por ser tal usamos todos, y decimos: Allá van leyes do quieren reyes, y tambien : Do quiera que vayas, de los tuyos hayas, en los cuales, si mirais, decimos do por donde; decimos tambien hi por hijo, diciendo hi de vecino por hijo de vecino, hi de puta, hidalgo, por hijodalgo.

CORIOLANO. ¿Qué quiere decir hijodalgo?

VALDÉS. Á los que acá llaman gentiles hombres en castellano llamamos hidalgos. De la mesma manera sincopamos ó cortamos algunos verbos cuando los juntamos con pronombres, como aquí: Haz mal y guarte, por guárdate. Tambien decimos en cas del por en casa del.

TORRES. Esta síncopa no me acuerdo oirla jamas.

VALDÉS. Luego no habeis oido el refran, que dice: En cas del bueno, el ruin tras fuego, ni el otro : En cas del mezquino, más manda la mujer que el marido.

TORRES. Bien los habia oido; pero no me acordaba dellos. VALDÉS. Tambien decimos de la ventana por desde la ventana, y esto así en prosa como en verso, porque se dice bien: De Parla van á Puñonrostro, por desde Parla. Desher por deshacer hallaréis algunas veces en metro; pero guardaos no lo digais ni hablando ni escribiendo en prosa, porque no se usa. Tambien decimos diz por dicen, y no parece.

MARCIO. Si no teneis más que decir de los vocablos sincopados, decidnos si es muy abundante de los vocablos equíVocos la lengua castellana.

TORRES. ¿Qué entendeis por vocablos equívocos?

MARCIO. Así llaman los latinos á los vocablos que tienen más de una significacion, y pienso que vosotros no teneis Vocablo que signifique esto.

VALDÉS. Así es verdad, y por tanto yo uso siempre del latino, que ya casi los más lo entienden, y respondiéndoos á vos, digo: que tenemos muchos vocablos equívocos; y más os digo, que aunque en otras lenguas sea defecto la equivocacion de los vocablos, en la castellana es ornamento, por

que con ellos se dicen muchas cosas ingeniosas, muy sotiles

y galanas (1).

MARCIO. Si os acordais de algunas que sean tales como decís, nos haréis merced en decírnoslas.

VALDÉS. De muy buena voluntad os diré las que me vinieren á la memoria; pero con condicion, que porque estos cuentos son sabrosos muchas veces para el que los dice, y desabridos para el que los oye, si me viéredes embebecido en ellos, tengais cuidado de despertarme.

TORRES. En eso tanto dejadme á mí el cargo.

VALDÉS. Correr, de su propia significacion, que es currere, tiene otra, y es ésta que decimos que se corre uno cuando burlando con él y motejándolo, se enoja. Esto mostró galanamente un caballero en una copla que hizo á otro caballero, que siendo él flaco, cabalgaba en un caballo flaco, y era hombre que le pesaba que burlasen con él.

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(1) En todas las lenguas hay muchas palabras de doble significacion, y así ha de ser necesariamente, porque si cada cosa, cada propiedad y cada relacion, estado ó accion de esas cosas y propiedades, ya en sí, ya en nuestra manera de concebirlas, hubiese de ser expresada con distintas palabras, nunca se podria formar una lengua, ni nunca podria aprenderse.

Sabido es que los equívocos, desterrados por los buenos escritores de las obras sérias, son admitidos en las jocosas, siempre que se empleen con oportunidad, ingenio y sobriedad.

Conocidísimos son tambien aquellos versos de Quevedo, que dicen:

Más alcaides he tenido
Que el castillo de Milan, etc.

Que él de flaco no corre,

Y vos de flaco os correis.

MARCIO. Teneis razon de alabarla, que cierto tiene ingenio.

CORIOLANO. Yo no entiendo bien aquel pintiparado.

VALDÉS. No importa. Otro dia lo entenderéis. Ostia ya sabeis que es la que se consagra en el altar.

MARCIO. Sí que lo sé.

VALDÉS. Tambien sabeis que hay ciertos pescados de mar que llaman ostias.

MARCIO. Y eso tambien.

VALDÉS. Pues mirad agora cuán gentilmente jugó deste vocablo en una copla D. Antonio de Velasco (1), y fué así. Pasaba un dia de ayuno por un lugar suyo, adonde él á la sazon estaba, un cierto comendador, que habia ido á Roma por dispensacion para poder tener la encomienda y ser clérigo de misa, lo cual el comendador mayor, que se llamaba Hernando de Vega, contradecia; y no hallando en la venta qué comer, envió á la villa á D. Antonio le enviase algun pescado. Don Antonio, que sabia muy bien la historia, entre dos platos grandes luego á la hora le envió una copla, que decia :

Ostias pudiera enviar

De un pipote que ahora llega;
Pero pensára el de Vega

Que era para consagrar;
Vuesa merced no las coma,

De licencia yo os lo pido,
Porque nunca dará Roma
Lo que niega su marido.

Y habeis de notar que en aquel Roma está otro primor, que aludió á la reina doña Isabel, que tenía las narices romas,

(1) Poeta del siglo XVI, cuyas obras se encuentran en el Cancio

nero general.

y aunque mostraba favorecer al comendador, al fin no lo favorecia contra la voluntad de su marido.

MARCIO. Yo os prometo quella es tan galana que no hay más que pedir, y muestra bien el ingenio del que la hizo. Al fin no neguemos que los españoles teneis excelencia en semejantes cosas.

VALDÉS. Otras muchas solia yo saber de coro, las cuales he ya olvidado, y áun me maravillo cómo me han quedado éstas en la memoria. Tocar es lo mismo que tangere y que pertinere, y significa tambien ataviarse la cabeza; creo que venga de toca, que es lo que dicen: Cabeza loca, no sufre toca, y La moza loca, por la lista sufre la toca. Hora mirad cómo un fraile en tres palabras aludió sutilmente á las tres significaciones, y fué así: que demandándole una monja le diese una toca, él respondió: Cuando toque á mi tocaros, con más que eso os serviré. Cuerda quiere decir prudente, y tambien lo que el latino dice funis. Desta equivocacion se aprovechó galanamente D. Antonio de Velasco hablando del juego de la pelota, donde, como sabeis, se juega por encima de la cuerda, en una copla que hizo á D. Diego de BobadiHa, que hacia profesion de servir á una dama, hija del señor de la casa donde se juega. La copla decia así:

Don Diego de Bobadilla

No se espante, aunque pierda;
Siendo su amiga la cuerda,
Ganar fuera maravilla.
Él sabe tan bien servilla,

Y sacar tan mal de dentro,
Questá seguro Sarmiento.

MARCIO. ¡Oh! ¡Cómo perseveró diestramente en la metáfora! No vi mejor cosa en mi vida.

VALDÉS. Lonja llama el español á algun cierto lugar diputado para pasear, y dice tambien lonja de tocino.

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