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abril, y que si se aviva la nueva de la venida de la dicha armada, enviareis lucgo por ella y no podrá detenerse alli. De todo lo cual os habemos querido avisar para que sepais lo que pasa y esteis prevenido de ello, y teniendo de esto el secreto que conviene, porque no queremos que nadie entienda que aconsejamos esto á los genoveses, porque no puedan pensar que nos cansamos de ayudarlos. Y lo de sacar la gente tampoco no direis hasta el punto que lo hayais de hacer, porque ellos con mas reputacion puedan hacer lo que les conviene.

Y los dichos cuatro mill infantes pasarán en las ocho galeras de D. Alvaro, y en las del marqués de Estepa, y en las tres de España, y en las de Marco Antonio Colona que acá dejastes; y para que se pongan en órden y á punto habemos inviado á mandar al dicho marqués que está en Estepa venga luego aquí; y porque en estas no podrán ir todos los dichos cuatro mill infantes y la otra gente que los suele seguir é ir con ellos, se fletarán y tomarán algunos navíos de alto borde, porque si hobiesen de venir por ellos las galeras que dejastes en Génova, tardarian mucho; y demás de esto no se podrian rehacer ni poner en órden para esta jornada; y de camino dejarán los dos mill soldados que han de ir á Lombardía en lugar de los que se han de sacar de allí, y los otros pasarán á Córcega. Y ordenarémos á las del dicho don Alvaro y á las que están á cargo del dicho marqués, que vuelvan á Barcelona y procuren de bajar y meter en la mar los seis buques que allí se hacen y los lleven consigo á Mallorca, á donde estarán y residirán, esperando lo que les ordenáredes, y excusando que los navíos de Argel no hagan daño en las costas de estos reinos, aunque dudamos que los dichos seis buques se puedan todos armar, por la falta que hay de forzados y esclavos, y gente de buena boya, puesto

que se hará y usará de toda diligencia posible, de manera que sigun esto irán á estar y residir en Mallorca veinte y cinco, y para armar y poner en órden las de Barcelona enviareis los marineros y oficiales y remos y jarcia que escribís, que demás desto se ordena al visorey de Cataluña que envíe á comprar á Monpeller y á Marsella las velas, cañamazos, cotonías y telerías que serán menester, para lo cual, y para la fábrica de los dichos seis buques, se han proveido de diez mill ducados, y que mire dónde y cómo se podria haber gente de buena boya, para que esté ya prevenida con tiempo.

He visto lo que escribís cerca de lo que toca á la infantería que pedistes al visorey de Nápoles para pasar en Sicilia y holgáramos que os la diera; pero pues puso dificultad en ello, hicistes bien seguir vuestro viaje y no deteneros mas, por lo que importaba que llegásedes á Sicilia y comenzásedes á asentar las cosas de aquel reino y de las galeras.

Y porque todos los avisos conforman que la dicha armada verná sobre la Goleta, os agradescemos mucho lo que decís que habeis hecho y hareis en irla á ver, y visitar y proveer de vituallas y municiones; y así os lo rogamos y que sea abundantemente demás de lo ordinario que ese reino suele inviar, de manera que de todo esto y de lo demás que fuere necesario esté proveida y bastecida para siete meses, porque así conviene por lo que podria subceder, y que comuniqueis con D. Alonso de la Cueva ó D. Alvaro Pimentel, à quien habemos proveido en su lugar de aquel cargo, que creo que pasará con vos lo que os ocurriere cerca de lo que se podrá hacer en reparar, prevenir y proveer dentro y fuera para defenderla y sostenerla, puniéndose el armada y ejército sobre ella.

Y porque el principal fundamento que se ha de hacer es

meter buena gente en aquella plaza y que antes sobre que falte, scribimos al dicho visorey de Nápoles que os dé mill soldados viejos: los seiscientos para que los lleveis y dejeis en ella, que con los que agora hay allá parece que bastarán; y los cuatrocientos para que podais volver con siguridad. Y hecho esto os encargamos que luego se los torneis á inviar á Nápoles sin detenerlos mas, porque teniendo la obligacion que tiene á la guarda y conservacion de aquel reino, y mirando los subcesos que podrian tener las cosas viniendo la dicha armada, no deja de tener en parte razon en excusarse que se la saque de la gente que tiene; pero yo lescribo que si hubiere menester alguna de nuevo de los dichos cinco mill infantes, le socorrereis en lugar de los seiscientos que han de quedar en la Goleta con otros tantos, y que aquellos los provea del dinero necesario para sus pagas, y de las vituallas que habrán menester, no solo para el viaje, pero para el tiempo que se detuvieren en ella; y que envíe de aquel reino demás de esto las municiones, gastadores y otros pertrechos que viere ser necesarios para la defensa de aquella plaza, como soy cierto lo hará, como se ha visto por expirencia en lo pasado: y que lo que de esto fuere extraordinario lo remita acá, que yo mandaré se cumpla y pague sin falta.

Juan Andrea viene con sola una galera, y llegado le mandaré despachar y volver como lo pidió, y se mirará si llevará en ella cuarenta y ocho mill ducados del dinero del subsidio, ó qué parte de ellos, porque haya mas brevedad, los cuales servirán para la paga de las que andan á cuenta de él; y si hubiéredes de socorrer á las otras de alguna cosa por no tener otro dinero, hareis que se tenga cuenta con lo que será para que se torne á satisfacer y cumplir de lo que proveyéremos adelante para las nuestras, porque haTOMO XXIX.

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biendo la necesidad que hay, no se puede dejar de ayudar lo uno ó lo otro.

Cuando vaya la dicha infantería se inviarán para la provision de la Goleta, porque tengan mayor satisfaccion y contentamiento, hasta setenta mill ducados dirigidos á ese reino para que los invieis con siguridad y con la brevedad y al tiempo que os pareciere; y como quiera que querríamos que fuesen todos enteramente por lo mucho que se les debe, visto que escribís que no teneis órden ni forma de haber dinero por estar lo de ahí tan trabajado y alcanzado, podreis tomar de ellos lo que fuere menester para hacer los veinte mill quintales de bizcocho que decís, con que no suban de veinte mill ducados, lo cual se dará y destribuirá para la provision de las galeras de ese reino ó de las nuestras, dándoselo á cuenta de su sueldo; y lo que montáre lo que diéredes para las de ese reino, pues tienen consignacion y se han de pagar della, tornar lo heis á cobrar y enviar á la Goleta, demás de los dichos cincuenta mill ducados, porque en esto no se ha de hacer otra cosa sino prestarlos y anticiparlos, salvo el bizcocho que diérdes á las Despaña, questo se les descontará de su sueldo, y será bien que hagais dar razon de todo ello á los oficiales que hay en la Goleta y á los de las galeras.

Y para que tengais provision de dinero se inviarán en las galeras que llevaren los dichos cuatro mill infantes cient mill ducados para que los tengais allá, encargándoos mucho que no se destribuya ni gaste sino lo que no se pudiere excusar; con los cuales y los dichos cuarenta y ocho mill mirareis de proveer lo que fuere menester para el dicho socorro, repartiéndolos en lo que mas fuere necesario para que se entretenga y provea lo uno y lo otro, que aunque quisicra inviaros los ciento y cincuenta mill ducados que pedís, no ha habido forma ni órden de poderse hacer por mis gran

des nescesidades, y porque tambien es menester proveer las islas y costas de estos reinos de gente y municiones, porque no resciban daño de los navíos de Argel si quedaren por acá.

En Málaga, y en Cartagena y en Barcelona mandamos hacer veinte y cinco mill quintales de bizcocho, como os parece, y se dará toda prisa en ello.

Al visorey de Cerdeña prevenimos, conforme á lo que os parece, para que tenga particular cuenta con Lalguer, por ser plaza tan importante, puniendo en ella las fuerzas que pudiere para que no resciba daño.

En lo que toca á la órden que se ha de tener en inviar el dinero de aquí á levante para la paga de las galeras, se mirará y proveerá de manera que se haga con beneficio de la hacienda y se excusen intereses y que vaya con siguridad.

En lo que scribís cerca de lo que toca á la fortificacion de Perpiñan y del Peñon y lo de la gente de aquella plaza, yo lo mandaré ver y proveer lo que convenga.

En lo que toca á la persona que se ha de tener por pagador de las galeras del subsidio en lugar de Guadalupe, yo la proveeré con brevedad, y que sea cual convenga para que pueda ir en el armada donde pasáre la dicha infantería; y D. Juan de Villaroel partirá á servir su cargo con brevedad, que ya está despachado.

Yo he sido informado que en esas galeras anda un hombre que primero anduvo en las de D. Alvaro, llamado Matias Lequente, y por otro nombre Matías Matías Loynte, de nacion breton, que fué reconciliado en la inquisicion de Sivilla el año de sesenta y dos; y porque este es gran hereje os encargo tengais mucha cuenta para que no se vaya ni ausente por ningun camino que sea; y que á los otros que estuvie

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