ráron otros ayres que les eran naturales: la curacion de mis dos hijos atacados dos meses habia de esta enfermedad es una prueba incontestable de ello.

No es raro ver sobrevenir al exterior al fin de la tos convulsiva, abscesos espontáneos con que se alivian los enfermos, y que hacen desaparecer la tos. Segun estas críses, que son siempre benéficas á la naturaleza, se deben emplear remedios propios para excitarlas, ó bien completar lo que la naturaleza nos rehusa, empleando remedios que hagan una impresion directa sobre el principio vital, tales como el castoreo, la quina, los baños frios y los vexigatorios.

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Hay una tos que ataca á los niños, y que no debe confundirse con la convulsiva. La causa de esta tos es un humor catarral que cae al estómago, y aunque la naturaleza en esta afeccion manifiesta una marcha lenta, obra de ordinario una coccion saludable que no se debe turbar. Los remedios violentos, y especialmente el emético, podrian ser funestos en este caso. Piquer que ha observado muchas epidemias de esta tos catarral, dice que no se emplee otro remedio mas que la leche, el suero y la expectoracion.

La tos idiopática puede manifestarse en conseqüencia de alguna úlcera en el pulmon ó de una hemotisis. Si los labios de la úlcera son callosos; si la irritacion constante depende de esta dureza y excita tos, entonces es menester mirar la enfermedad como incurable, especialmente si no se puede ó no se procura disminuir esta callosidad mediante bebidas diluentes.

Todavía hay otra especie de esta tos, producida por algunos vicios orgánicos de la traquearteria, que unas veces son ligeros y otras violentos; se observa en ella una opresion y constriccion de los vasos aereos. Proviene ordinariamente del abuso de bebidas espirituosas heladas; y no se puede esperar su curacion sino de los mucilaginosos y de los caldos de pollo..

Puede tambien suceder, como lo ha advertido con mucha razon Santorio, que diversas partes de la traquearteria y del pulmon tengan desigualdades, y carezcan de la lisura y tersura natural; que se asienten por una especie de romadizo, y que produzcan la tos. Lejos de dar expectorantes, es menester por el contrario insistir en los remedios tónicos, que vuelven al pulmon su tono natural, muy propio para destruir estas desigualdades. Los alimen tos fáciles de digerir son los mejores fortificantes y los mas á propósito. Sthal, Junquer y otros médicos célebres han llegado á disipar las toses ostinadas convulsivas y aun las héticas, haciendo respirar el vapor del azufre derretido y no encendido. Sauvages ha recomendado como un específico el poleo. El azúcar de saturno ģ acetite de plomo podria ser utilísimo administrado en pequeña dósis; pero la quina es entre todos los anti-espasmódicos el mas pro

vechoso, administrándola temprano, y antes que haya comenzado la infartacion. Sin duda que aprovecharia tan bien como en la ronquera que sucede al sarampion; pero en caso de usarla se necesita mucha precaucion. M. AMI.

TOS. Med. Vet. Expiracion violenta, súbita, freqüente, desigual y con ruido, que se hace por la boca, para librarse por la expectoracion de lo que irrita la traquearteria. En la tos los músculos de la laringe, la traquearteria, los músculos del pecho destinados á la expectoracion y los del abdómen entran en movimientos. espasmódicos. En los animales, lo mismo que en el hombre, las partes internas de la traquearteria y de los bronquios estan sembradas de glándulas que filtran continuamente un humor linfático, destinado a humedecer estos canales, lo mismo que las vexiguillas pulmonares. Pero para que el ayre entre en los pulmones con facilidad, para que pueda recorrer todos sus conductos, y para que dilate cada vexiguilla es necesario que este humor no sea ni muy espeso, ni muy fluido, ni muy acre. Si es muy espeso la expectoracion se hace con dificultad, porque el ayre no puede llevarla con la expiracion, á causa de su tenacidad y adherencia á las paredes de la traquearteria, de los bronquios y de las vexiguillas, á las quales se queda pegada. Por conseqüencia, obstruye los vasos excretorios, las glándulas que la filtran se infartan é hinchan, la entrada del ayre en los bronquios y en las vexiguillas se hace cada vez mas difícil, la circulacion de la sangre es trabajosa en esta víscera, y se embaraza extremamente la respiracion. De aquí proceden la tos', el པམཇམལ་ asma, las obstrucciones y las pulmonías.

Quando las glándulas filtran una linfa demasiado fluida ó demasiado acre, irrita continuamente las partes interiores de la traquearteria, de los bronquios y de las vexiguillas. La irritacion se comunica á los 1 los músculos de la respiracion y al diafragma: excita toses violentas y obstinadas; porque como este humor es sumamente aquoso, no tiene cuerpo ni consistencia para dar impulso al ayre; no puede ser llevado por la expectoracion, se acumula mas y mas; las vexiguillas pulmonares se encuentran inundadas; las entradas y salidas del ayre se dificultan; el animal tiene dificultad de respirar, está oprimido y próximo á sofocarse. De aquí procede el exceso de viscosidad, de fluidez o de acrimonia de la linfa bronquial, que son las causas inmediatas de la tos de pecho. La tos tiene tambien algunas veces su asiento en el estómago, y otras veces es sintomática. Por esta razon dividirémos las diferentes especies de toses, en tos de pecho, en tos de estómago y en tos sintomática.

ARTICULO PRIMERO.

De la tos de pecho.

La tos es ordinariamente efecto de un humor que acude á los pulmones, ó de un resfriado, que llaman vulgarmente, aunque con impropiedad, resfriado de cerebro, porque el asiento de esta enfermedad no está en el cerebro, sino en la parte interior de las narices, y en los senos frontales y maxilares. Es una obstruccion freqüentemente poco inflamatoria de las membranas que cubren estas cavidades, las quales se corresponden todas entre sí. Esta obstruccion, que dimana de la supresion de la traspiracion, se llama vulgarmente, segun acabamos de decir, resfriado del cerebro ó de cabeza, ya sea que la padezcan las personas ó los ganados; y no le dan el nombre de resfriado sino quando hay tos; pero la tos es otra enfermedad que las mas veces proviene de un resfriado que, ó le han curado mal, ó que le han descuidado totalmente. Quando se hace pertinaz hay siempre motivos para temer consequencias perniciosas, porque anuncia debilidad en los pulmones, y muchas ve ces una pulmonía.

Síntomas de la tos de pecho.

La tos de pecho, por leve que sea, no dexa nunca de ir acompañada de calentura, que algunas veces dura muchos dias. Esta tos es desde el principio seca; y mientras dura este estado, el animal se halla muchas veces oprimido: pero poco á poco sobreviene un fluxo viscoso, mas o menos cocido, que disminuye la tos y la supresion, y entonces se dice que principia á cocerse el res friado.

Pero este fluxo no es en los animales tan sensible como en el hombre, en atencion á que en este se manifiesta por esputos copiosos y freqüentes; á menos que en el animal el humor expectorado, es decir, el humor verdaderamente arrojado del pecho no fluya por las narices, ó salga por la boca mezclado con la saliva en forma de baba, como sucede algunas veces; pero por lo comun la tos no es seguida en el caballo ni en el buey de una expectoracion sensible; y en este caso debe creerse la materia que que sido arrojada por el ayre, es conducida de la post-boca ó de la boca, donde habia llegado, al estómago por la via de los órganos de la degluticion se ha observado muchísimas veces que quando llega este humor á las ventanas de las narices del buey, introduce este, á menos que padezca mucho, su lengua en una y otra fosa nasal, saca

ha

con ella la materia expectorada, y se la traga.

La tos de pecho es una enfermedad mas dilatada que el resfriado, el qual no pasa de dos ó tres dias, curándole coino conviene; pero la tos de pecho dura á lo menos cinco ó seis.

Si dura mas tiempo, puede tener las conseqüencias mas perniciosas, porque la tos lleva sin cesar la sangre á la cabeza, priva al animal del sueño, le quita el apetito, altera las digestiones con los continuos impulsos que recibe el pulmon, debilita esta víscera, que viniendo á ser la parte mas delicada, sirve, por decirlo así, de receptáculo á todos los humores : de aquí proviene que la respiracion sea corta y fatigosa, que la opresion de pecho se declare y que se manifieste la fiebre lenta; el cuerpo del animal no se nutre; se debilita, se altera, no duerme &c., y muchas veces perece con bastante prontitud.

Se ve quan importante es no despreciar, como sucede diariamente, la tos de pecho, puesto que puede tener las mas funestas conseqüencias. Un resfriado de que no se hace caso produce la tos, y la tos descuidada conduce inevitablemente los animales á la pulmonía. He aquí como por el poco cuidado que los propietarios tienen con sus animales atacados de tos, y por no elegir, para la propagacion de su especie, los que gozan de una constitucion saJudable, hacen esta enfermedad hereditaria y enzoótica en el Franco Condado, en el Bugey, en la Bresa y en el Beojoles. Se puede añadir sin temor que está mas o menos extendida en las demas provincias de Francia y en toda Europa.

Régimen que se debe observar con los animales atacados

de la tos de pecho.

1.o Luego que se advierta que el caballo, el buey &c. estan atacados de la tos de pecho, se les pondrá á dieta, ó al menos se les disminuirá considerablemente el pienso: 2.° la porcion de alimento á que se reduzca al animal se dividirá en tres partes iguales: la 1.a servirá para almuerzo la 2.a para comida; y la 3.a para cena: 3.° siempre que se le dé se le pondrá en el pesebre un cubo de agua de cebada endulzada con miel, en bastante cantidad para que le sirva de bebida: 4.° una hora ú hora y media antes de cada una de las comidas se le hará tragar una infusion de yerbabuena, aciduJada con el cocimiento de hojas y frutos del agracejo oficinal: 5.° para la cena se le hará cocer un quartillo de cebada en quatro azumbres de agua, hasta que se reduzca á la mitad, y se le dará la cebada con el cocimiento.

El animal atacado de esta enfermedad debe estar abrigado, y -se le limpiará con la bruza y la almohaza dos veces al dia; se le

echará una manta sobre los lomos, y se le tendrá buena cama; el pesebre y el establo se conservarán limpios, no dexando amontonarse los excrementos; en una palabra, se hará que en su habita➡ cion respire siempre un ayre puro.

Hay otro medio muy saludable y pronto para libertar el animal de la tos de pecho, y consiste en hacerle respirar muchas veces al dia el vapor del agua caliente avivada con vinagre, ó de algunas infusiones de plantas emolientes ó aromáticas, tales como las flores de sauco ó de manzanilla oficinal, las hojas de hisopo, de ye dra terrestre &c.; se llena una vasija, y encima de ella se sujeta la cabeza del animal, cubiesta con un paño, de modo que todo el vapor suba por necesidad hacia la circunferencia de la extremidad inferior de la cabeza, y que el animal pueda expirarle y aspirarle con facilidad. Se puede en esta enfermedad hacer un uso provechoso del respiratorio, cuya descripcion hemos dado en el artícu

lo PERINEUMONIA.

Si luego que se manifiestan los primeros síntomas de la tos de pecho dexasen descansar algunos dias al animal, y le tuviesen abrigado y á dieta, no hay duda que se evitarian una parte de los efectos que produce la tos de pecho.

Pero si se dexa arraigar el mal dilatando la cura, las tentativas que se hagan despues serán muchas veces infructuosas, pues que los efectos ordinarios de las toses de pecho, abandonadas absolutamente ó que no se ha procurado curar bien, son ó una perineumonia ó una pulmonía mortal. faber ca y dyn

Quando la enfermedad y la estacion lo permiten conviene juntar al régimen un execicio moderado; muchas veces la tos de pecho mas terca, y que ha resistido á todos los remedios, cede á un régimen y exercicio conveniente, quando se continúa el tiempo necesario.

Curacion de la tós de pecho acompañada de calentura.

Si la tos es violenta, si el animal enfermo es nuevo y fuerte, si el pulso está duro y acelerado, y si la cabeza está cargada es necesaria la sangría.

Pero si el animal es débil y de constitucion floxa, la sangría haria mas dilatada la enfermedad; si expectora libremente es inútil, y aun algunas veces dañosa, porque su efecto se dirige generalmente á disminuir esta evacuacion; por eso si se sangra en la tos de pecho acompañada de calentura, establecida ya la expectoracion y quando el humor sale fácilmente, ademas de quitar las fuerzas al animal, hay el riesgo de suprimir esta evacuacion, que es la que hace ordinariamente la crísis de esta enfermedad; y de es