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officinarum. Lianeo sison amomum, y le clasifica en la pentandria diginia.

Flor: compuesta de cinco pétalos iguales, ovales y terminados en punta, cuyas extremidades se enroscan hasta la mitad de su longitud, y de cinco estambres colocados alternativamente con los pétalos. El pistilo esta debaxo de la flor, y el cáliz tiene cinco dientes casi imperceptibles.

Fruto: compuesto de dos simientes que se separan mutuamente, y son ovales, oblongas, aplastadas por el lado que estan unidas, y convexâs y acanaladas exteriormente.

Hojas: abrazando el tallo por sus bases, y aladas; las foliolas son sencillas, y recortadas por sus extremidades.

Raiz: ahusada, sencilla, blanca y dura.

Porte: tallos de dos pies, acanalados, medulosos y ramosos: el parasol nace en la cima, y las hojas estan colocadas alternativamente. Propiedades: las semillas imprimen en la lengua un sabor acre y mas aromático que las raices: son carminativas y diuréticas.

SISTEMA DE BOTANICA. Se da el nombre de sistema á la reunion de muchos principios y de las conseqüencias que se sacan de ellos, con arreglo á los quales se establece una doctrina. Este artículo es puramente accesorio á nuestra obra; pero necesario, porque todo labrador debe ser botánico, es decir, que debe conocer á fondo la física-botánica, llamada tambien física de la vegetacion de las plantas; tener un perfecto conocimiento de las le que son necesarias, distinguiéndolas sin equivocarse de las que le son inútiles, y especificar en fin todas las partes que concurren á formar el conjunto de tal ó tal vegetal. Es inútil que el labrador dirija su atencion á mas de tres mil plantas clasificadas ya por los botáni cos; sin hablar de otras muchas con que las nuevas observaciones y los nuevos viages enriquecen diariamente esta ciencia. La planta que no es para él ó útil ó agradable, no es acreedora á su estudio; y solo corresponde al botánico que se entrega exclusivamente á esta ciencia. La botánica tiene como las demas ciencias su nomenclatura particular, y el cultivador debe conocerla si no quiere hallarse en mil confusiones, y errar á cada momento. He aquí el método que debe adoptar: escogerá, por exemplo, en sus tierras ó jardines quatro ó cinco plantas de las mas comunes, y cuyo nombre propio esté bien determinado: exâminará estas plantas en los sitios mismos en que vegetan, quando esten bien en flor, y seguirá en ellas palabra por palabra la descripcion que hemos dado. Para formarse una idea exacta del valor de cada palabra técnica, buscará el artículo que le corresponde, y hará la aplicacion á la parte de la planta que señala y define, consultando todas las palabras escritas con letra cursiva. ¡Quántos momentos agradables le ofrecerá este estudio!

¡Qué rico y variado parecerá á sus ojos el gran quadro de la naturaleza! Este estudio no será para él de simple diversion, pues le conducirá insensiblemente al conocimiento de las plantas útiles para su salud y la de sus animales, y sobre todo de las venenosas, que por la confusion de los nombres ó por su aspecto podrian equivocarse con las saludables. En la medicina no hay errores ó equivocaciones pequeñas. Para llegar á tener ideas claras se necesita valerse de un método que facilite las investigaciones, y que semejante al hilo de Ariadna ayude á salir del laberinto de tanta multitud de plantas como cubren nuestro globo.

Nuestros antiguos agrónomos habian hecho su clasificacion en plantas de primavera, de verano, de otoño y de invierno; y otros en plantas de huerta, harinosas y suculentas. Pero estas divisiones suponen conocimientos ya adquiridos, y lo mismo las de árboles, arbustos, matas, plantas vivaces, anuas y bienales; y son ademas vagas é inciertas, pues solo ofrecen, á lo mas, ideas generales, pero ninguna fixa, sobre tal ó tal planta en particular. Muchos autores han conocido la inutilidad de estas divisiones y se han aplicado á unir las plantas en familias naturales, por exemplo, todas las leguminosas, las gramíneas, las de flores aparasoladas, cruciformes, liliaceas de trama, labiadas &c. De esta primera idea, tomada de la naturaleza misma de las cosas, se han formado: 1.o las clases ó familias: 2.o los órdenes ó secciones: 3.o los géneros : 4.o las especies: 5.° las variedades: 6.° el individuo; y de estas divisiones resultó lo que se llama sistema ó método.

Las clases ó familias de un método forman las primeras divisiones, sacadas del carácter general que se ha adoptado para la primera distincion.

El órden ó seccion subdivide cada clase, considerando un carácter menos aparente, pero tan general como el que constituye la clase: el órden es en cierto modo una clase subalterna.

El género subdivide el órden, considerando en las plantas, ademas del carácter particular del órden, las relaciones constantes de sus partes esenciales: relaciones que unen un cierto número de especies.

La especie subdivide el género, considerando las partes menos esenciales, que distinguen constantemente las plantas comprehendidas en él.

La variedad subdivide las especies, segun las diferencias, únicamente accidentales, que se hallan en los individuos de cada especie. El individuo es pues el ser ó la planta que fixa nuestra vista, considerada sola, aislada é independientemente de su especie, de su género y de su clase.

Esta idea general de las divisiones se hará mas clara con la apli

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cacion que haremos de ella á los métodos particulares; y para que desde ahora sea mas palpable, nos valdremos de la ingeniosa comparacion de Cesalpino. Por medio de estas distinciones, queda dividido el reyno vegetal del mismo modo que un gran cuerpo de tropas. El exército se divide en regimientos, los regimientos en batallones, los batallones en compañías, las compañías en esquadras, y las esquadras en soldados.

Un método semejante nos sirve para conocer la planta que se estudia por primera vez. Supongamos que haya diez mil plantas conocidas: busco, en la que tengo á la vísta, primeramente el carácter general, que sirve para distinguir cada una de las veinte y quatro clases, que supongo forman el sistema. Hallado este primer carácter, ya no tengo que reconocer mi planta sino entre quinientas. El carácter del orden reducirá bien pronto este número á cien plantas, poco mas ó menos: el del género á unas veinte : el carácter de la especie se presenta entonces, y me hace distinguir la que exâmino y la variedad, que solo se diferencia accidentalmente.

Esta operacion presenta, como lo observa Duhamel en su física de los árboles, tanta facilidad, poco mas á menos, como un diccionario, donde para hallar la palabra dada se busca sucesivamente la primera, la segunda, la tercera, y así en seguida las demas letras de la palabra. Para hallar ARBOL, por exemplo, se busca primero la a, despues de esta lar, y sucesivamente la b, la o y la . La a representa el carácter de la clase, la r el del órden, la b el género, la o la especie, y la / la variedad; y el método, lo mismo que el diccionario, da la descripcion particular.

Es inútil describir tódos los métodos ó sistemas inventados hasta ahora; baştará indicar el de Tournefort y el de Linneo. Tournefort funda su método en la forma de la corola y en el fruto, y Linneo en las partes sexuales de las plantas. Se puede decir que ambos sistemas estan fundados en los mismos principios, supuesto que, en general, estan sacados de las partes de la fructificacion, es decir, de las partes que concurren á la formacion de la semilla, único fin de la naturaleza vegetal.

Las plantas se semejan ó se diferencian entre sí; y el carácter es el punto que determina su semejanza ó su diferencia. Se cuentan quatro especies de caracteres: 1.° el facticio 6 artificial, que se saca de un signo convencional, como la figura de las flores, ó el número de los estambres: 2.° el esencial, notable y tan peculiar de las plantas que le tienen, que no conviene á otra alguna, por exemplo, el nectario de los eléboros, de la pasionaria &c. Este carácter distingue esencialmente los géneros en todos los órdenes, y distingue esencialmente tambien unos de otros todos los géneros del mismo órden: 3.o el natural, que se saca de todos los signos que pueden

presentar las plantas, y comprehende por consiguiente el facticio y el esencial, y sirve para distinguir las clases, los géneros y las especies: 4.° el carácter habitual ó facies propria, que consiste en la conformacion general de una planta, considerada segun el resultado Y el conjunto de todas sus partes, en su posicion, en su acrecentamiento, en sus tamaños respectivos, y en todas las demas relaciones en que se parecen ó diferencian entre sí. Se puede comparar este carácter con la fisionomía, que resulta de todas las modificaciones de los rasgos ó facciones de la cara. El es quien sirve para que el hombre poco familiarizado con este estudio distinga á primera vista el castaño de indias del pérsico', sin librarle de equivocar este con el almendro.

Base del método de Tournefort.

Toma por lo general la flor para determinar la clase, el fruto para subdividir las clases en secciones, y todas las partes de la fructificacion para establecer los géneros; quando estas no alcanzan, se vale de las restantes partes de las plantas, y aun de sus qualidades particulares. En fin, distingue las especies, considerando todo lo que no pertenece á la fructificacion, como son, tallos, hojas, raices, sabor, color, olor &c. Establece dos grandes divisiones generales: yerbas y árboles. De esta primera distincion resultan diez y siete clases para las yerbas y matas, y cinco para los árboles y arbustos. La distincion particular de cada elase seisaca de la corola, considerando: 1.° su presencia o sa ausencia: 2.° su disposicion simple ó compuesta: 3.o el número de los pétalos que la constituyen de una ó muchas piezas: 4.° la figura de los pétalos, que es regular ó irregular.

Las flores de una sola pieza regular forman las dos primeras clases, y las irregulares la tercera y la quarta..

Las flores de muchas piezas regulares forman la 5.3, 6.3, 7.3, 8,a y 9. clase; y las irregulares la 10.2 y 11.a

a

Las flores compuestas dan la 12.", 13. y 14.*

Las flores sin pétalos, llamadas tambien apétalas, la 15.a 16.a y 17.a

Las clases de los árboles y arbustos se dividen por los mismos principios, pero en un órden inverso al de las yerbas.

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Las flores apétalas forman la clase 18.: las apétalas y de tra19 a: las flores de una sola pieza forman la 20.a; las rosadas ó de muchas piezas regulares la 21.a; y finalmente, las de muchas piezas irregulares amariposadas la 22.2

La tabla adjunta presenta á la vista todas las divisiones del método de Tournefort.

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1.° Sobre el origen del fruto. Algunas veces el pistilo se convierte en fruto, como en las flores cruciformes; y otras veces el cáliz, como en las umbeladas ó aparasoladas. (Véanse las palabras escritas con letra cursiva.) ·

2. Sobre la situacion del fruto y de la flor. En las flores cuyo pistilo se convierte en fruto, la flor y el fruto se hallan sobre el receptáculo, en el tabaco. Al contrario, en las que el cáliz se convierte en fruto, el receptáculo de la flor está sobre el fruto, y la extremidad del pedúnculo que sostiene el fruto se convierte en receptáculo, en la rubia.

3.° Sobre la sustancia, la consistencia y el grueso del fruto. Hay frutos blandos, el del sello de salomon; secos, el de la genciana; carnosos, la momordica balsamina; pulposos que contienen semillas huesosas, el del ciruelo y el pérsico los hay gruesos, el del melon y la calabaza, y pequeños el de la yerbamora.

4.° Sobre el número de las cavidades. Se distinguen las cápsulas de un solo loculamento ó celdilla en la primavera, y las de muchos en la ninfea: los frutos de dos cápsulas, el del apocino, y los de tres, el de la espuela de caballero.

5.° Sobre el número, forma, disposicion y uso de las simientes. El número de estas varía en los frutos. Los hay que no tienen mas que una, la estatice; otros dos, las umbeliferas; otros quatro, las labiadas.

En quanto á la figura, las hay redondas, ovaladas, chatas, escabrosas, arrugadas, angulosas &c. Unas estan adornadas con un

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