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nació y se crió en el lugar de su apellido, que es en la Rioja, provincia confinante con Navarra, y cuyos reyes tuvieron algun tiempo en la ciudad de Nájera su residencia. Con estos motivos, era forzoso que los riojanos tomasen de sus vecinos muchas voces, frases y terminaciones navarras y lemosinas. Juan Lorenzo, natural de Astorga, como conjeturo, y criado acaso en aquel país, que es lo postrero del reino de Leon hácia Galicia, conservó más puro el dialecto leonés y lenguaje de Castilla, que se usaba entónces en los dos reinos, que don Gonzalo, cuyas poesías tienen muchos resabios del lemosino. A falta de fundamentos claros y positivos, el lector juzgará si estas conjeturas persuaden con alguna apariencia de verdad que el autor del poema castellano de Alejandro floreció hacia la mitad del siglo XIII.

En vano he procurado sacar el tiempo de nuestro poeta de una de dos fechas que se hallan en la copla MDCXXXVI. Habiendo muerto Darío, á quien Alejandro habia vencido, éste mandó se le erigiese un magnífico sepulcro, cuyo artifice fué Apéles, el cual le dibujó y adornó de muchas historias, poniendo en él la fecha que corria. Dice, pues, el poeta:

Escrebió la cuenta, ca de cor la sabia,

El mundo quando fue fecho, é quantos annos avia;
De tresmil é nueve cientos doce le tollia,

Agora 1. mil é trecientos é quince prendia.

Parece, pues, segun esto, lo primero, que Darío murió, y su sepulcro fué labrado, el año de la creacion 3888, pues estos años restan, rebajados doce, de 3900, y por consiguiente, que murió el año 112 antes de Cristo, segun el cómputo más comun, que pone su venida el año 4000 de la creacion; lo cual no se puede conciliar con el tiempo en que queda dicho vivió Alejandro, contemporáneo de Darío; pero quién sabe qué cómputo siguió el poeta? Parece, lo segundo, segun la copla, que el mundo tenía 4315 años cuando el poeta la escribia; pero no pudiendo esto arreglarse á ningun cómputo razonable, debe creerse que las fechas de ella se viciaron por algun copiante, por lo cual no puede sacarse de dicha copla el tiempo cierto en que floreció nuestro poeta.

Como Juan Lorenzo floreció verosimilmente no muchos años despues de la muerte de Gualtero, y le cita algunas veces, podria dudarse si el castellano habria traducido el poema latino, conformándose con él en la narracion de los sucesos. Pero habiendo leido las dos poesías con el fin de esta averiguacion, he hallado que si el poeta castellano no tradujo algun otro poema vulgar, de lo cual no se advierte ni áun la más leve sospecha, á lo ménos respecto del de Gualtero se debe tener por original. Es verdad que, como poemas históricos, se conforman por lo general en la mayor parte de los hechos; pero, ademas de que esto no puede dejar de suceder, se diferencian notablemente en el órden, y áun en los hechos mismos, ya anteponiendo, ya posponiendo, ya disminuyendo, ya aumentando las circunstancias y los adornos propios de la poesía. De suerte que así como la historia de Quinto Curcio debe reputarse como original despues de la de Arriano, aunque ambos escribieron los hechos de un mismo héroe, el latino despues del griego; así el poema de Juan Lorenzo debe considerarse como original respecto del de Gualtero, aunque ambos poetas trataron de un mismo objeto, el castellano despues del latino.

En cuanto á la calidad y mérito de este poema, así por el héroe y sus hazañas, como por el género de metro, no puede negarse que es un poema épico, aunque histórico, como lo son la UliSea de Homero y la Eneida de Virgilio. Como la lengua castellana apénas habia salido de la infancia cuando se cree que se compuso; como el estilo de los escritores de aquel tiempo era desaliñado respecto del nuestro, y como la nacion estaba llena de costumbres poco civilizadas y resabios de la literatura africana, era forzoso que la composicion no saliese con aquella tal cual perfeccion y mejor gusto, que el poeta le hubiera dado si hubiese alcanzado tiempos más claros y despejados. Por lo demas, no puede dejar de confesarse que el poeta tenía talento para la poesía, como se echa de ver en muchas imágenes y adornos poéticos, que brillarian más si la barbarie en que las gentes estaban sumergidas, y la que ahora nos parece rudeza del estilo y grosería del lenguaje, no sirvieran como de nube que no deja ver, ó hace que parezca soez y feo lo que de suyo es hermoso y brillante.

No de balde he dicho nos parece, porque verdaderamente no debe llamarse bárbaro ni tosco el estilo de nuestros castellanos antiguos, mientras no lo fuese, comparado con el estilo y lenguaje mejor que se usaba en aquellos tiempos, aunque lo parezca ahora, comparado con el que se usa en los nuestros. Si á don Gonzalo de Berceo le fuera dado volver al mundo con el mismo idioma

que habló sobre la tierra, y leyera los libros mejores que ahora se escriben, juzgaria, sin duda, que nuestro estilo y lenguaje era tosco y bárbaro respecto del suyo, y acaso se lamentaria de que la lengua castellana se hubiese ido apartando tanto de su verdadero origen. En todos los tiempos y en todas las naciones han sido los hombres los dueños de los idiomas, exceptuado el primero; y éstos no se han gobernado por otra ley ni por otra norma que por el uso corriente y admitido entre las gentes. Los que hayan examinado la poesía é idioma frances, lemosino é italiano de aquellos tiempos, habrán observado la misma que ahora llamamos barbarie de nuestra poesía y lengua castellana antigua.

Nótanse en este poema muchos defectos, ya de consonante, ya de número, unas veces por falta, otras por exceso de sílabas. Si en esto alguna vez se descuidó el poeta, debemos creer que se descuidarian más los copiantes de su obra. Con sólo tener presentes las variantes que se hallan entre los pocos versos que de Bivar se trasladaron (tomo i de la coleccion, página 97), y los que empiezan en la copla DCCXLII de este poema, se echará de ver que los copiantes tuvieron la mayor parte en las faltas que se notan de versificacion. Entre las muchas que se pudieran notar, véase la copla мMLXXII, en la cual algun copiante escribió la voz saeta, en lugar de sagita, que habia escrito el autor como consonante de maldita, fita y Madianita. En la misma copla se leia fines por Finces, y medianita por Madianita, que es Cozbi, á la cual, y tambien á Zambri, quitó la vida Finees á puñaladas, como se lee en el capítulo xxv de los Números. A pesar de semejantes defectos, que el lector conocerá y enmenderá al tiempo de leerlos, no puede negarse que Juan Lorenzo sabía las leyes del consonante. Este le obligó no pocas veces á fingir terminaciones. Por ejemplo, en la copla coxvi, para rimar con guerrero y Homero, por Ulixes dijo Ulixero; para rimar con Agamenon, dijo Menelaon, copla CDXII, por Menelao. En la DCCLIII, para consonar con razon, por Philippo dijo Philippon, padre de Alejandro. Para consonar con beber, dijo, en la copla MCMXC, rier, morrer, viver; en la MMCXXVI dijo soffrer, consonante de aprender.

Verdad es que muchas veces sin la precision de la rima usaba de semejantes terminaciones de los infinitivos, más conformes á su origen que las acabadas en ir. Porque de ridere, videre, sufferre, son más naturales rier, viver, soffrer, que reir, vivir, sufrir; como de videre, veer; de legere, leer, etc.; debiendo, conforme al origen y á toda razon, terminarse en ir solamente los infinitivos castellanos que nacen de los latinos acabados en ire, como oir, de audire; venir, de venire, etc. Pero los idiomas olvidados de la razon y del origen se gobiernan unas veces por el uso, otras por el abuso, cuando éste logra ser autorizado.

Aunque el poeta se propuso componer su poema de coplas de cuatro versos, como lo denota con la expresion per la quaderna via, que se halla en la copla II, hay algunas de cinco y áun de seis ; licencia que se tomó, sin duda, como lo hizo algunas veces Berceo, para que cupiese en una copla toda la sentencia. Pero cuando ocurren coplas de tres versos, se debe creer que el copiante suprimió el uno por descuido.

Las terceras personas plurales de los pretéritos, como vioron, ixioron, sopioron, etc., por vieron, ixieron, supieron, etc., son frecuentísimas en este poema, aunque de ambos modos se hallan en él usadas, no por razon y fuerza de la rima, sino porque de una y otra manera se usaban entónces, á lo menos en el reino de Leon, segun parece. De aquí, por ventura, nace que en tierra de Salamanca dicen todavía las gentes vioren por vieron, salioren por salieron, y por contraccion suelen decir dijon, trajon, por dijeron, trajeron.

El uso de los afijos se halla en este poema de várias maneras, ya juntándose con verbos, ya con nombres, ya con partículas; lo cual se previene aquí, para que en la lectura de él se eviten equivocaciones. A los verbos se juntan, añadiéndoles los reciprocos me, te, se, le, suprimiendo la última vocal, como dixom, dixot, dixol, fizos, por dixome, dixote, dixole, fizose; lo cual era tambien muy frecuente en todo el siglo XIV. Muchas veces el artículo el se hace afijo del verbo, suprimiendo la e, como dixol Emperador, por dixo el Emperador. Júntanse con nombres, como todol mundo, por todo el mundo; y con particulas, nom, not, nol, nos, yas, por no me, no te, no le, no se, ya se, etc. Esto sólo prueba que escribian segun pronunciaban cuando hablaban familiarmente y sin detencion. De aquí vino el escribir, por ejemplo, todo los hombres, toda las veces, por todos los hombres, todas las veces. Y aun ahora es muy raro el que en las conversaciones familiares pronuncia la s de todos y todas en estas ó semejantes expresiones.

El ge por se recíproco era frecuentísimo en aquellos tiempos, como diogela por diosela; pero el ge por le no le he hallado en ninguno de nuestros poetas antiguos, sino en éste, en que ocurre con

frecuencia. Y así, hablando el poeta del rio Tannais, el cual es tan caudaloso y profundo, que no se le halla el suelo, dice en la copla MDCCLII:

Agua es cabdal, non ge saben fondon.

Y en la copla MDCCXLVIII dice facerge por facerle.

Muchos versos de este poema, que no parece están ajustados al número que les corresponde, lo parecerán si al tiempo de leerlos se tienen presentes várias prevenciones que sobre las poesías de Berceo se hicieron. Otros muchos que están ciertamente defectuosos, ya en el número, ya en la rima, se hubieran podido corregir acaso algunas veces añadiendo la silaba ó palabra que faltaba, ó suprimiendo la que sobraba; tan fácil suele ser de conocer el defecto; pero ha parecido más conveniente y menos trabajoso conservar el texto como se contiene en su original, y dejar al lector esta ocupacion.

Como las cantidades ó acentos de las sílabas conducen mucho para la verdadera leccion, y áun para el número del metro, téngase presente que el poeta no sólo pronunciaba vio por vió, dios por dioses, etc., sino que siempre puso el acento agudo en la primera sílaba de Dario, diciendo Dário; lo cual no sólo se conoce por el número y armonía del verso cuando se halla en medio de él, como en las coplas MDCCLXXXV, MDCCLXXXVI y en donde quiera que ocurre, sino tambien y mejor cuando se halla al fin. Y así, en la copla MDCCXLVIII, Dário rima con secretario y falsario; en la MDCCXCV, con breviario, sermonario, donario. Gualtero, aunque no sin buen ejemplo, abrevió siempre la i de Dárius, sin embargo de escribirse Dareios en griego, con diptongo, que produce en latin sílaba larga. No sé qué ejemplo siguió para abreviar la o de idolum, que siendo omega en griego, debe ser larga en latin.

Finalmente, el que lea con atencion este poema y los demas de aquellos tiempos conocerá claramente que nuestra lengua era entonces una mezcla de la latina, francesa, italiana, y de los dialectos que ahora se conservan en la nacion, ya porque nuestra lengua tomó de las extranjeras, ya porque las extranjeras tomaron de la nuestra, y ya tambien porque fueron hijas de la latina, y como hermanas, usaban de unas mismas voces.

POESÍAS Ó CANTARES DEL ARCIPRESTE DE HITA.

(NOTICIAS DE SANCHEZ.)

El Arcipreste de Hita, poco conocido, no ha sido tan celebrado como corresponde al mérito de sus poesías, casi todas de versos alejandrinos. Estas ocupan un buen tomo en fólio, de que sabemos hay tres ejemplares, escritos en papel, y segun denota la letra, en el siglo xiv. El uno se conserva en la librería de la santa iglesia de Toledo, y sólo contiene fragmentos ó retazos desordenados de dichas poesías. El otro le posee don Benito Martinez Gomez Gayoso, y no solamente está defectuoso de muchas hojas, sino que algunas veces el hilo de la narrativa se corta y pasa más adelante, y otras se pierde enteramente, y falta la continuacion. El tercero se guarda entre los manuscritos del colegio mayor de San Bartolomé de Salamanca; y aunque es el mejor, por ménos defectuoso, tambien le faltan várias hojas, de las cuales, algunas se pueden suplir con el de Gayoso, pero no todas; de suerte que con los tres códices no se pueden completar las poesías del Arcipreste. Cotejado el de Salamanca con el de Gayoso, se notan muchas variantes, y algunas son tales, que hacen sospechar que el mismo Arcipreste puso la mano en ellas.

Este poeta se llamó Juan Ruiz, como se lee en la primera hoja del códice de Gayoso, en una copla que dice:

Porque de todo bien es comienzo é rais

La Virgen Santa María, por end yo Juan Ruis

Arcipreste de Fita, della primero fis
Cantar de los sus gosos siete, que asi dis.

En el de Salamanca se lee: por end Pero Juan Rois, aunque más adelante se halla Joan Ruis en otra copla que falta en el de Gayoso, y dice:

Yo Joan Ruis el sobredicho Arcipreste de Hita,

Porque mi corazon de trovar non se quita,
Nunca fallé tal dueña como á vos amor pinta,

Nin creo que la falle en toda esta coita.

Quede, pues, sentado que el poeta se llamó Juan ó Pero Juan Ruiz, y que fué arcipreste de Hita, villa de la casa del Infantado, cinco leguas distante de Guadalajara.

Floreció el Arcipreste á la mitad del siglo xiv, como se ve por las fechas que se hallan en los códices. En el de Toledo hay ésta, en la última copla, que dice:

Era de mil é trescientos é sesenta é ocho años
Fué acabado este libro por muchos males é daños
Que fasen muchos é muchas á otros con sus engaños,
E por mostrar á los simpres fabras é versos estraños.

Segun esta fecha, el Arcipreste acabó su libro el año de 1330. En el de Salamanca se lee la misma copla, algo alterada; sirva de muestra para lo que he dicho de las variantes :

Era de mil é trescientos é ochenta é un años

Fué compuesto el romance por muchos males é daños
Que fasen muchos é muchas á otros con sus engaños,
Et por mostrar á los simples fablas é versos estraños.

Esta copla, cuya fecha contiene trece años más que la antecedente, se ve que está mejorada; porque hablando de obras que suelen y pueden hacerse en ménos de un año, es más natural decir el año en que se hicieron, ó el mes y dia en que se concluyeron, que no el año en que se acabaron. Esto último suele decirse de obras que duran muchos años.

Al fin del códice de Gayoso hay otra nota, que sin duda alude al tiempo en que alguno acabó de copiarle, y dice así:

Finito libro. Gracias à Domino nostro Jesu-Christo. Este libro fué acabado Jueves XXIII. dias de Julio del año del Nascimiento de nuestro Salvador Jesu-Christo de mil é trecientos et ochenta é nueve años. Finalmente, al fin del de Salamanca hay otra nota, de letra encarnada, que dice: Este es el libro del Arcipreste de Hita, el qual compuso seyendo preso por mandado del Cardenal Don Gil, Arzobispo de Toledo.

Laus tibi Chrisle quem liber explicat iste.
Alfonsus Peratinez (el copiante).

Don Gil Albornoz fué arzobispo de Toledo desde el año de 1357 hasta el de 1567, en que murió, como dice el padre Mariana. De lo cual se infiere que la fecha del códice de Salamanca está más arreglada, y que el poeta floreció, como queda dicho, á la mitad del siglo xiv.

La patria del poeta se ignora, y aunque de sus poesías no se pueden sacar ni áun indicios de ella, parece que fué natural de Guadalajara.

La impresion de estas poesías se hará por la copia que se sirvió sacarme del de Salamanca el reverendísimo padre maestro fray Pedro Madariaga, del orden de San Agustin, catedrático de filosofía moral de la universidad de Salamanca, religioso docto y erudito, amante de nuestra antigüedad, y de un teson singular en las tareas literarias. Las copias que tambien poseo del códice de Gayoso y del retazo de Toledo sólo servirán para las variantes que merezcan ponerse, y para la inteligencia de algunas voces oscuras ó dudosas.

Si sólo se hubiera descubierto el códice de sus poesías que posee el colegio mayor de San Bartolomé de Salamanca, acaso no dudariamos dar á Alcalá de Henares la gloria de haber sido su ilustre madre; porque, segun se lee en dicho códice, y se puede ver en la copla MCCCCLXXXIV, hablando una trota-conventos con cierta mora, de parte del Arcipreste, le dice:

Fija, mucho vos saluda uno que es de Alcalá.

Pero leyéndose en otro códice más antiguo de don Benito Martinez Gomez Gayoso (1): uno que mora en Alcalá, pierde mucha fuerza la autoridad del de Salamanca en este punto, y sólo parece puede dudarse cuál de las dos villas fué su patria verdadera. Sin embargo de esto, podrá decir alguno que, segun los códices, el poeta fué de Alcalá, porque el uno de ellos lo afirma y el otro no lo niega; y siendo el afirmativo más moderno que el negativo, parece que el que le copió le retocó y puso aquella variante, ó la leyó así en su mismo y primitivo original, ó supo y quiso expresar la patria del Arcipreste, diciendo que era de Alcalá.

Aunque no consta dónde estuvo preso, si en Toledo, en Alcalá ó'en Guadalajara, parece lo más probable que en Toledo; y áun él mismo lo da á entender, diciendo en la copla MDCXLII :

Yo so mucho agraviado en esta ciudad seyendo.

Lo cual no puede entenderse de Alcalá ni Guadalajara, que entonces no eran ciudades, sino villas.

Pero volviendo al tiempo en que vivió el Arcipreste, ademas de las fechas que contiene el códice y de la nota que se lee en el de Salamanca, hay al fin de éste una cántica satírica contra los clérigos de Talavera, por la cual se evidencia que vivia en el pontificado del arzobispo don Gil de Albornoz. Supone el poeta una providencia, con pena de excomunion, en que el arzobispo don Gil mandaba á los clérigos de Talavera no tuviesen en sus casas mujer alguna, casada ni soltera. Acaso la providencia resultó del concilio provincial que dicho prelado celebró en su iglesia, el año de 1539, ó de alguna visita; acaso es pura ficcion del mismo poeta, satírica y jocosa, con que quiso explicar las costumbres de su siglo. En esta cancion, el Arcipreste, que hizo de notario para notificar la provision, se trata de anciano, y acaso habria ya fallecido el año de 1351, como se conjeturará despues. Y así no se hace creible lo que dice don Francisco de Torres en su Historia (manuscrita) de Guadalajara, esto es, que vivia en aquella ciudad, entónces villa, el año de 1415, á no ser que haya equivocacion por 1515, en que ciertamente vivia y podia ser poeta jóven, si era ya anciano en tiempo del arzobispo don Gil. Esto se puede comprobar con lo que dice el mismo Torres en la citada historia, conviene á saber: que eran contemporáneos el Arcipreste y el poeta Alonso Gonzalez de Castro. Y habiendo sido éste algo anterior, ó algun tiempo coetáneo del arcediano de Toro, que floreció en el reinado de don Juan el Primero, se colige que nuestro Arcipreste y Alonso Gonzalez de Castro lo fueron tambien por los años de 1315.

Siendo, pues, anciano Juan Ruiz en el pontificado de don Gil, no sería de extrañar que hubiese ya fallecido el año de 1351. No faltan fundamentos para conjeturarlo. Don Baltasar Porreño, cura de Sacedon y de Corcoles, segun se intitula, escribió la Vida del cardenal don Gil de Albornoz, en un tomo en 8.o, que se imprimió en Cuenca, patria del Cardenal, el año 1626. En el fólió 34 dice que don Gil, hallándose en el monasterio de San Blas de Villaviciosa, por una escritura, fecha á 15 de Junio de 1450, unió á dicho monasterio ciertos préstamos, y mandó al Arcipreste de Hita ó á su lugarteniente le diese la posesion. Aunque Porreño nos calló el nombre del Arcipreste, creemos que en la escritura no se omitiria. Por otra bula ó escritura dada en Villanueva, diócesis de Aviñon, á 7 de Enero de 1351, hizo tambien donacion al citado monasterio, de cierta casa y heredad que habia comprado al Arcipreste de Hita, llamado don Pedro Fernandez, mandándole al mismo tiempo pusiese al monasterio en posesion de aquellas fincas.

De aquí se puede sospechar que el año de 1351, á 7 de Enero, habria fallecido ó entrado en otro destino el Arcipreste y poeta Juan Ruiz, y que el inmediato sucesor se llamó Pedro Fernandez. Creyendo que de estas escrituras, citadas como existentes en aquel monasterio jeronimiano, podria resultar alguna noticia de nuestro poeta, he solicitado copia de ellas, ó á lo ménos satisfaccion á ciertas preguntas relativas à él; pero ni mi solicitud ha tenido efecto, ni mi súplica ha me

(1) Archivero de la primera secretaría del despacho universal de Estado, sujeto muy curioso; poseyó un códice de las poesías del Arcipreste, en papel, acabado de copiar á 23 de Julio de 1389, como se ve por la fecha que tiene al fin. No sólo está muy defectuoso, sino escrito y encuadernado desordenadamente. Sin embargo, es apreciable por su antigüedad. Por muerte

P. A.-XV.

del dicho Gayoso, le hubo don Francisco Javier de Santiago Palomares, oficial primero del archivo de la misma secretaría, cuya maestría y primor en la pluma y arte de escribir, está bien conocida en toda España y fuera de ella; el cual se sirvió regalármele, para que me aprovechase de él en la impresion y correccion del Arcipreste. (Nota de Sanchez.)

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