Almanaque de la ilustracion, Volúmenes 14-18Sucesores de Rivadeneyra., 1887 |
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Página 62
... volvió á dirigir el de Cádiz en 1845. Acri- solada su fama por los fundados é incesantes elogios de la prensa madrileña , recibiéronle allí de nuevo con vivo entu- siasmo ; y aunque aquella empresa y las de otras capitales se esforzaron ...
... volvió á dirigir el de Cádiz en 1845. Acri- solada su fama por los fundados é incesantes elogios de la prensa madrileña , recibiéronle allí de nuevo con vivo entu- siasmo ; y aunque aquella empresa y las de otras capitales se esforzaron ...
Página 65
... volvió á figurar en los teatros de Madrid » , y que después de esta fecha estrenó en Variedades la comedia de Eguilaz Verdades amargas . No recuerdo bien si Victorino Tamayo , apenas entrado en la juventud , era ya actor el año 50. Lo ...
... volvió á figurar en los teatros de Madrid » , y que después de esta fecha estrenó en Variedades la comedia de Eguilaz Verdades amargas . No recuerdo bien si Victorino Tamayo , apenas entrado en la juventud , era ya actor el año 50. Lo ...
Página 87
... volvió la cara á la Peña y se encontró con que de ésta había desapare- cido el Hombre - pájaro . Maravillados todos , inclusos el señor alcalde y los demás señores de justicia , de aquella desaparición , supusieron que el Hombre ...
... volvió la cara á la Peña y se encontró con que de ésta había desapare- cido el Hombre - pájaro . Maravillados todos , inclusos el señor alcalde y los demás señores de justicia , de aquella desaparición , supusieron que el Hombre ...
Página 102
... volvió á su pue- blo , dedicándose á la agricultura contemplativa , á cuidar de sus tierras y montes , que otros trabajaban , y á ver cóme crecían y se desarrollaban en su huerta los rosales , los cla- veles , las verduras , las cerezas ...
... volvió á su pue- blo , dedicándose á la agricultura contemplativa , á cuidar de sus tierras y montes , que otros trabajaban , y á ver cóme crecían y se desarrollaban en su huerta los rosales , los cla- veles , las verduras , las cerezas ...
Página 120
... volvió el orgullo á hacer su oficio . ¡ Te miré , me miraste ..... ! En un relámpago Se firmó la sentencia . ¡ Estaba escrito ! Di un paso más ; cual tigre cauteloso Me incliné sobre el niño , Y tan certera descendió mi mano , Que hallé ...
... volvió el orgullo á hacer su oficio . ¡ Te miré , me miraste ..... ! En un relámpago Se firmó la sentencia . ¡ Estaba escrito ! Di un paso más ; cual tigre cauteloso Me incliné sobre el niño , Y tan certera descendió mi mano , Que hallé ...
Términos y frases comunes
abad abstinencia de carne Adviento alegre alma amigo amor ANTONIO CAVESTANY artista autor Ayuno beato Benito Jerónimo Feijóo beso buen caballero calle cardenal Cisneros carta Castilla cielo ción Cisneros Colón Conde confesor corazón Cristóbal Colón cuadro Cuaresma Cuarto creciente Cuarto menguante cuyo dado debe decir dice dijo Duque de Rivas eclipse Escorpio escribir España españoles estaba Feijóo Fernando Fiesta Francisco fundador gloria halla hermanos hermosa hijo historia idem José Juev Julián llama llegó lleva Luis Luna llena Luna nueva Madrid mano Manuel medio mente Miérc mirada muerte mujer mundo niño noche nombre obispo y doctor obispo y mártir Océano Pacífico ojos orden Ortos padre papa y mártir parece paso patrón Pedro perro pesetas pobre poeta presbitero primera pueblo reina Reyes Católicos rosas Sáb Sagitario santa siglo Sixto III sombra teatro tenía tierra tomo triste Vasco Núñez vestales Vier virgen y mártir vivir
Pasajes populares
Página 13 - Viéndose, pues, tan falto de dineros y aun no con muchos amigos, se acogió al remedio a que otros muchos perdidos en aquella ciudad se acogen, que es el pasarse a las Indias, refugio y amparo de los desesperados de España, iglesia de los alzados, salvoconducto de los homicidas, pala y cubierta de los jugadores (a quien llaman ciertos los peritos en el arte), añagaza general de mujeres libres, engaño común de muchos y remedio particular de pocos.
Página 47 - Pues advertid, hermano, dijo Sancho, que yo no tengo don, ni en todo mi linaje le ha habido: Sancho Panza me llaman a secas, y Sancho se llamó mi padre, y Sancho mi agüelo, y todos fueron Panzas sin añadiduras de dones ni donas, y yo imagino que en esta ínsula debe de haber...
Página 50 - En estotro escuadrón vienen los que beben las corrientes cristalinas del olivífero Betis; los que tersan y pulen sus rostros con el licor del siempre rico y dorado Tajo; los que gozan las provechosas aguas del divino Genil; los que pisan los tartesios...
Página 50 - Los hidalgos dicen que no conteniéndose vuesa merced en los límites de la hidalguía, se ha puesto don y se ha arremetido a caballero con cuatro cepas y dos yugadas de tierra, y con un trapo atrás y otro adelante.
Página 75 - Y aun a veces aplacan mis amarguras otras más misteriosas, otras más puras: canciones sin palabra, sin pensamiento, vagas emanaciones del sentimiento; silencioso gemido de amor y pena que, en el fondo del pecho, callado suena; aspiración confusa que, en vivo anhelo, ya es canción, ya plegaria que sube al cielo; inquietudes del alma, de amor herida ; vagos presentimientos de la otra vida ; éxtasis de la mente que...
Página 13 - La reputación de su espíritu y honor, la opinión de su conducta, y el concepto de su buena crianza, han de ser los objetos á que debe mirar siempre...
Página 74 - Santas inspiraciones que tú me envías, Puedo decir, esposa, que no son mías: Pensamiento y palabra de ti recibo, Tú en silencio las dictas; yo las escribo. Desde que abandonaste nuestra morada. De la mortal escoria purificada, Transformado está el fondo del alma mía, Y voces oigo en ella que antes no oía.
Página 10 - La mayor cosa después de la creación del mundo, sacando la encarnación y muerte del que lo crió, es el descubrimiento de Indias; y así las llaman Mundo Nuevo.
Página 19 - Vivan los altos y poderosos reyes de Castilla: yo en su nombre tomo posesión de estos mares y regiones; y si algún otro príncipe, sea cristiano, sea infiel, pretende a ellos algún derecho, yo estoy pronto y dispuesto a contradecirle y defenderlos".
Página 64 - En los robles oscuros solloza el viento; se apagan las estrellas del firmamento; el río entre los álamos reluce y pasa; ni crujir una viga se oye en la casa; la candileja que ardió toda la noche, de lucir deja. Se oyen dulces tonadas, risas y bulla... La niña da un suspiro y el perro aúlla...