hasta el cual se defendió D. Martin sosteniendo por dos años el asedio y los combates. Y finalmente, entregó la Villa y los Alcázares con las condiciones honoríficas que refiere su hija doña Leonor Lopez de Córdova en su vida jurada, aunque el Rey D. Enrico no le cumplió la segunda que pertenecia á salvar su persona, bienes y honor, y fama de todos sus aliados.

Concluido el cerco de Carmona, premió el Rey al Maestre D. Pedro Muñiz con el empleo de Adelantado mayor de la Frontera, que mantenia en el año de 1576, como consta de cierto pleito que siguió Ruy Gonzalez Mesia, señor de los Palacios y de la Guardia, contra algunos vecinos de Jaen, ante el Alcalde del Adelantamiento por D. Frey Pedro Martinez de Godoy, Maestre de Calatrava, Adelantado mayor de la Frontera. En el año siguiente de 1378 sirvió al Rey dándole con consentimiento de su Orden, la villa de Cogolludo, y las aldeas de Loranca y Torralva, en término de Guadalajara, para que sirviesen de dotes à doña María Enriquez, hija del Rey, casada con D. Diego Hurtado de Mendoza, Almirante de Castilla, señor de Hita y Buitrago, cuya hija heredera, doña Aldonza, señora de Cogolludo, casó con su primo D. Fadrique, Duque de Arjona, por cuya muerte volvió á la Corona Real el estado de Cogolludo. El Rey D. Enrique dió en recompensa al Orden de Calatrava el castillo y villa de Villafranca, que habia sido fundacion del Maestre de Calatrava D. Martin López de Córdova, concedida con grandes privilegios de franqueza por el Rey D. Pedro para su casa y descendientes. Despues en el año de 1585 celebró D. Pedro Muñiz capítulo general de su órden, donde concurrieron todos los Comendadores, Treces, Caballeros y Clérigos de la Religion, y se establecieron muchas ordenanzas pertenecientes al buen gobierno, en que no fuė

menos señalado el Maestre, que en la disciplina militar. Entre los Comendadores concurrieron el Comendador mayor D. Gutierre Diaz de Sandoval, valeroso caudillo del Reino de Jaen, que murió despues peleando gloriosamente en Aljubarrota; D. Garci Lopez de Cárdenas, Clavero mayor, y Pedro Venegas, Comendador de Maqueda, hermano de D. Egas, primer señor del estado de Luque.

En el dia 30 de Mayo de 1379 falleció D. Enrico II, de este nombre, á quien sucedió su hijo D. Juan el 1.o que por los derechos que le competian, pretendió conquistar el Reino de Portugal. En esta sangrienta y desgraciada guerra le acompañaron los principales caballeros del reino con sus gentes y pendones, entre los cuales fué uno de los mas señalados el Maestre D. Pedro Muñiz de Godoy, que como Capitan tan esperto sirvió valerosamente en todas estas guerras, y perseverando con sus tropas en el cerco fatal de Lisboa, donde pereció gran parte de caballeros, heridos de la peste en el año de 1394, murió tambien en aquella sazon D. Rodrigo Gonzalez Mesía, electo allí Maestre de Santiago. Con esta ocasion queriendo el Rey premiar los servicios de D.Pedro Muñiz quiso que fuese electo Maestre de Santiago, como lo ejecutaron los Electores y Comendadores que estaban en el cerco, segun lo habian practicado con D. Rodrigo Mesía, Comendador de Segura y de Socobos, aunque Rhades quiera escluir á D. Rodrigo sin mas fundamento que no haber concurrido los Electores ausentes y los Priores de Velez y de Leon. Mas esta misma razon milita contra D. Pedro Muñiz, que tuvo los mismos Electores, sin que se dude de su verdadero Magistrado, aunque era de diversa religion.

Llegó entre tanto el año de 1585, tan glorioso para la jactancia lusitana, cuanto infeliz y desgraciado para Castilla. Estaba en Portugal aclamado ya por Rey

D. Juan, Maestre de Avis, contra el cual determinó el Rey D. Juan de Castilla combatir con todas sus fuerzas. Avistados ambos ejércitos, de los cuales el lusitano ocupaba sitios muy ventajosos, contra el dictámen del Maestre D. Pedro y de los Capitanes mas espertos del Reino, siguiendo el parecer de los jóvenes, y confiando del número, en el dia 14 de Agosto se dió la memorable batalla de Aljubarrota, lamentabilisima para todo el Reino, porque perecieron en ella los mejores y mas principales Capitanes y Caballeros de Castilla, que fueron los que sostuvieron los impetus del enemigo, porque los demás, que tanto habian instado por la batalla, desde los primeros encuentros se entregaron á una precipitada fuga. El maestro D. Pedro Muñiz, peleó en esta ocasion con todo el esfuerzo de su grande ánimo; pero viendo desbaratado el ejército castellano, salvó sus gentes como pudo, socorriendo á la persona del Rey. Concurrieron en esta batalla todos los caballeros principales de las ciudades, sus pendones y concejos. Con el pendon de Córdova se hallaron D. Diego Fernandez de Córdova, Mariscal de Castilla, primer Señor de Baena, Alguacil mayor. D. Gonzalo Fernandez de Córdova, su pade, primer Señor del estado de Aguilar, que murió en la batalla. Don Alonso Fernandez de Córdova, su hijo, que le sucedió en el Estado. D. Gonzalo Fernandez de Córdova, su nieto. D. Alonso Fernandez de Montemayor, que habia sido Adelantado mayor de la Frontera, primer Señor del Estado de Alcaudete. Pedro Venegas, segundo Señor del Estado de Luque, que despues fué Embajador Plenipotenciario al Rey de Portugal. Lope Gutierrez de Córdova, Señor de Guadalcázar, con todos los parientes y caballeros de la casa de Córdova que conducia el Señor de Aguilar. Fernando Diaz de Cabrera, Señor de la Torre de Arias

de Cabrera. Pedro de Cabrera su hermano. Fernando Ruiz de Aguayo, Señor de los Gualapagases. Alfonso Martinez de Angulo, Alferez Mayor del Pendon de Córdova. Juan Perez de Godoy, hijo del Maestre D. Pedro. Ruy Vazquez de Coronado, á la casa del Maestre. D. Vasco Rodriguez de Coronado, Tello Gonzalez de Aguilar, hijo de D. Fernando Gonzalez de Aguilar, el que murió en Guadaranque, último Señor del estado de Aguilar de los de su linaje. Y de todos estos murieron tambien los tres últimos en la batalla, como refieren las historias Portuguesas.

Exaltados los portugueses con esta memorable victoria, determinó su Rey D. Juan, que su Condestable Don Nuño Alvarez Pereyra entrase con ejército de mil lanzas y cuatro mil Infantes escogidos por las fronteras de Estremadura, infestando las villas y campos de Badajoz. Siendo pues, necesario ocurrir á esta invasion, determinó el Rey D. Juan de Castilla, que la ejecutasen las gentes y concejo de Andalucía, señaladamente de Sevilla y Córdova, conducidas por D. Juan Alfonso de Guzman, Conde de Niebla; D. Alvaro Perez de Guzman, Señor de Jibraleon, Alguacil Mayor de Sevilla; D. Alonso Fernandez de Codova, segundo Señor del Estado de Aguilar; D. Diego Fernandez de Córdova, su hermano, Mariscal de Castilla, Alguacil Mayor de Córdova; D. Pedro Muñoz de Godoy, Maestre de Santiago; D. Gonzalo Nuñez de Guzman, Maestre de Calatrava; D. Martin Yañez de la Barbuda, Maestre de Alcántara', valiente lusitano, y otros Capitanes de la frontera, cuyo número escedia. grandemente al del Condestable. Este prudente Capitan escusó cuanto pudo la batalla, retirándose con buen órden á vista de Mérida, hácia Valverde, donde procuró ocupar los sitios mas cercanos á sus fronteras. Los castellanos, concibiendo muy fundadas esperanzas de la victo

ria, determinaron cercar el ejército Portugués por todas partes, pareciéndoles que cogiendo á los enemigos en medio, ninguno podria escapar con la vida, y así quedarian satisfechos de los daños pasados en Aljubarrota. El Condestable en cuyo corazon jamás tuvieron lugar la perturbacion y el miedo, viéndose picado de los Castellanos por la retaguardia, y rodeado por los costados y frente de los Capitanes enemigos, formando una punta de diamante con sus tropas rompió con desesperacion por la frente donde se hallaba el Maestre D. Pedro con sus caballeros. Quiso este oponerse á los lusitanos què venian con impetu desesperado, rompiendo los órdenes de sus gentes, que resistieron al principio con generoso valor, mientras acometian aun tiempo las demás tropas castellanas. El Maestre corriendo por todas partes, animando á sus batallones, se entró con su caballo por el mayor peligro, para detener el ímpetu del enemigo. Mas en este peligrosísimo conflicto, habiéndole muerto el caballo á lanzadas cayó en tierra sin poder resistir el tropel de los caballos que recargaban, donde fué lastimosamente muerto. Y al momento sus gentes, como si hubiera faltado con este capitan todo el valor de Castilla, domayaron, dando paso franco á los enmigos, que se salvaron con admiracion, perdiendo solamente la presa y los bagajes. De este modo pereció en Valverde uno de los mejores capitanes que produjo en aquellos tiempos España en el dia 2 de Octubre de 1385, héroe digno por cierto de inmortal memoria y sempiternas alabanzas. Su cuerpo fué despues conducido por sus hijos con ostentosa pompa funeral á la Santa Iglesia Catedral de Córdova, donde yace en su capilla del Apóstol San Pablo.

Al dia siguiente D. Alonso Fernandez de Córdova, señor del Estado de Aguilar, con el Mariscal D. Diego,