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dándole enterrar en S. Pedro de Arlanza, donde el mismo Conde eligió su sepultura. Por los años 1750 existian juntas estas dos sepulturas con letrero en que constaba el nombre de Martin Gonzalez de Salazar, siendo muy probable que existan hoy, y muy verosimil que su muerte acaeciese por los tiempos en que está consignada la de Fernan-Gonzalez, que fué en el año 964. Tuvo Martin Gonzalez dos hijos llamados Gonzalo de Salazar y García de Salazar.

Aunque Gonzalo fué el mayor y como tal heredó la casa y palacio de Salazar, no tuvo hijos, y continuó la sucesion su hermano que los tuvo. Ambos se aventajaron en las muchas guerras que en su tiempo hubo contra moros, y segun la cuenta que llevamos vivieron desde los años 964, hasta el 990, en el cual ocurrieron las hazañas y victorias del Conde García Fernandez, y de los siete Infantes de Lara, en las que tomaron parte Gonzalo y García de Salazar. Este último murió primero dejando muchos hijos, el mayor llamado Gonzalo Garcia de Salazar, y quedando todos muy pequeños se encargó de su crianza su tio, que no teniéndolos determinó prohijar y adoptar al mayor de sus sobrinos, dejándole heredero de toda su hacienda á su muerte que acaeció el año 1000.

Heredero por este medio Gonzalo Garcia de Salazar de toda la hacienda y palacio de sus antepasados, fué de los Señores mas ricos y poderosos de su tiempo, acompañando la riqueza con mucho valor de ánimo, que lo empleó sirviendo con su persona y hacienda en las muchas batallas y victorias que en su tiempo alcanzó contra los moros. Murió por los años 1034, y no se tiene memoria que dejase mas hijo que á

García Gonzalez de Salazar, de quien no se halla

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mencion de cosa particular, gozando con mucho reposo de la mucha hacienda que heredó de su padre, sin duda porque mas estendidos en su tiempo los Señoríos de los Reyes cristianos estaban mas apartados de las montañas, principalmente de Medina de Pomar, los límites de los moros; aunque se puede creer que viviendo en tiempos tan felices como los del Rey D. Fernando I de Castilla, se debió hallar en alguna de las grandes victorias alcanzadas en este reinado; pero no habiendo luz de ello no lo afirmamos, y sí que tuvo por hijo legitimo y sucesor en toda su hacienda á

Garcia de Salazar, Señor muy poderoso en la tierra en que habitaba, y que segun nuestra cuenta vivió en los tiempos en que fueron Reyes de Castilla, D. Sancho y su hermano D. Alonso el VI, conquistador de Toledo, que fué por el año 1108. Tuvo dos hijos varones, el primero se llamó Gonzalo García de Salazar, por conservar los patronímicos de su abuelo y bisabuelo, del que hablaremos despues, y el segundo Gutierre de Salazar, que sirvió al Rey D. Alonso VI en las bravas batallas que tuvo en la conquista de Toledo contra Jucef y sus moros Almoravides, en cuyas victorias se hallaron muchos caballeros de Francia, Inglaterra y Alemania, y habiendo cobrado dicho Gutierre gran amistad con unos de Inglaterra, viendo que su hermano habia de quedarse con lo de España, determinó marchar con ellos à aquel pais como lo efectuó; siendo uno de los mas aventajados guerreros y sirviendo con tanto esfuerzo y valor al Rey de Inglaterra en los sucesos de aquel tiempo, que en premio á sus servicios le otorgó porcion de heredamientos, y casándose dejó grande y honrada descendencia, quedando tan ennoblecido el apellido de Salazar en Inglaterra como lo era acá en España.

Gonzalo García de Salazar, ya citado, fué noveno Señor de la casa y palacio de Salazar; no hallamos de él cosa particular escrita. Vivió en los reinados deDon Alonso VII y VIII de Castilla, murió en el año de 1157, y dejó por hijos á Lope García de Salazar, que sigue; á doña Urraca de Salazar, que casó con García Sanchez de Torres, de quienes vienen los Torres de Soria; y á doña Inés de Salazar, que casó con Diego Ordoñez de Rosales, y de cuyo matrimonio descienden los del linaje de Rosales, siendo Diego Ordoñez descendiente de otro de igual nombre que retó á los de Zamora por la muerte del Rey D. Sancho.

Lope Gonzalez de Salazar, décimo Señor de esta casa murió en el reinado de D. Sancho el Deseado, dejando por hijo único á

García Lopez de Salazar, que casó con su prima doña Inés de Rosales, hija de Diego Ordoñez de Rosales, y de doña Inés de Salazar, ya citados, en la cual tuvo por hijo único heredero á

Lope Garcia de Salazar, primero de este nombre, que como se irá viendo fueron cuatro los sucesores que tuvieron el mismo, que casó aventajadamente con doña María Diaz de Mendoza, hija de Álvaro Diaz de Mendoza, descendiente del primer Señor de Vizcaya, fué valeroso Caballero en los tiempos que el Miramamolin Aben-Jucef tuvo las famosas guerras en el reinado de D. Alfonso IX en las que se distinguió. Murió en el año 1212, y de su matrimonio dejó por hijos á García Lopez de Salazar, á Gonzalo García de Salazar y á

Lope García de Salazar, que siendo el menor de los tres hermanos hemos de referir de qué modo fué el continuador del linaje. Sucedió, pues que habiéndole dedicado su padre å la Iglesia para que un dia favoreciese á

sus hermanos, se le puso maestro para aprender latinidad, muriendo su padre mientras sus estudios. En las vacaciones de la Navidad del año 1213, fué á ver á sus hermanos, los que en su obsequio, dispusieron una cacería y habiéndose perdido un halcón lo anduvieron buscando, llegando algo tarde á la casa de la Cerca que poseia el poderoso Señor D. Martin Ruiz de la Cerca, el cual estando lejos el palacio de Salazar, los invitó y rogó á que se quedasen á cenar aquella noche, haciendo que una hija suya de estraordinaria belleza asistiese á la mesa. Lope, el menor de los hermanos, comenzó á poner los ojos en ella prendado de su hermosura, y ella admirando su apostura prendóse tambien de él. La cena concluida, no solamente determinaron hablarse sino compartir el mismo lecho, siendo el resultado de esta union concertada que la doncella era madre á la mañana siguiente. Partió Lope con sus hermanos dando leales palabras, animoso de cumplirlas á doña Mayor, y disimulando lo ocurrido, que no pudo ser tan secreto que apercibido por algunas criadas de la casa lo dijeran á dos hijos bastardos de D. Martin de la Cerca ; se alborotaron y sin que su padre fuera bastante à impedirselo marcharon en seguimiento de los hermanos Salazares, alcanzándolos antes de llegar á su pueblo, no llevando armas no pudieron defenderse y achacando la culpa al menor despues de echarle en cara la afrenta hecha à su casa, le mataron, dejando libres á los otros dos de regreso á la Cerca; quisieron tambien matar a su hermana, impidiéndolo su padre, ofreciéndoles que entraria religiosa, y cuando lo quiso cumplir ella le declaró que de aquel suceso estaba en cinta, de lo cual se holgó mucho, porque teniendo sucesor legitimo tuvo á dicha haberlo de aquel modo de gente tan principal como los Salazares. Llegado el parto,

dió á luz doña Mayor el año 1214 dos hijos varones, el uno se llamó Lope Garcia de Salazar, y el otro Ruy Martinez de Salazar, que casó con una hija de Fernan Perez de Sandoval, de quien tuvo un hijo. Fué padrino en el bautizo el Rey D. Fernando III el Santo, el que al darle al ama le dijo: tomalde que de Leiva; y por este motivo le llaman D. Martin Ruiz de Leiva, progenitor del noble linaje de Leiva en Castilla.

D

Lope García de Salazar, tercero de este nombre, hijo de doña Mayor de la Cerca y de Lope García de Salazar, segun queda referido, fué no solo honra de su linaje sino de toda España. Educado por su abuelo con mucho cuidado y amor, salió dotado de aventajadas prendas, y prometiéndose de él grandes sucesos, determinó llevarle en su compañía á servir al rey D. Fernando, que entonces tenia su córte en Toledo, llegando en ocasion oportuna de acreditar Lope lo que de él se esperaba del modo siguiente. Llegó á la Córte un moro valiente y de aspecto fiero, presencia de gigante y fanático por su secta como de ordinario lo son, quien confiando en la fuerza de su religion, menospreció á todos los caballeros de la Córte, retándoles á hacer campo á pié uno por uno en defensa de sus principios. Nadie al verle tan espantable quiso aceptar, y pareciéndole à Lope que esto era en afrenta de los que con el Rey se hallaban, rogó á su abuelo solicitase por merced que le dejasen pelear. Accedió el Monarca con gran contentamiento, y publicado el reto concurrió toda la Córte á presenciar la lucha. Entrados en el campo Lope y el moro å la hora de tercia, nueve de la mañana, tuvieron una brava pelea en que unas veces la victoria se inclinaba a favor del sarraceno con duelo de los presentes, y otras á favor de Lope, durando hasta la hora de visperas, en que Dios se sirvió

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