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de Santiago, Comendador de Guaza, Señor de la villa de Layos, en sucesion al Embajador D. Francisco de Rojas, su hermano; sirvió al Emperador D. Cários, Rey de las Españas en muchas ocasiones y en las Comunidades: casó en Toledo con doña Constanza de Ribera, hija de Francisco Gudiel de las Roelas, Señor de Santa Catalina de Berja Muñoz, y de doña Inés de Ribera, su mujer, hija de Ruy Lopez de Ribera, y de doña Teresa de Ayala, su mujer, de la casa de Pinto, y nieta del Adelantado Perafan de Ribera, de cuyo matrimonio tuvieron hijos, å D. Francisco de Rojas, que sucedió en la casa, y á doña Marina de Rojas, que murió soltera.

D. Francisco de Rojas, llamado el Sordo, por haberlo sido, sucedió en el señorío de la villa de Layos y el Castañar, y en la demás hacienda y anexos de ella, que dejó el Embajador D. Francisco de Rojas, su tio; casó en Toledo con doña Maria Dábalos, Señora de Martin. Roman, hija de Rodrigo Dábalos, y de doña Luisa Carrillo de Guzman, su mujer, biznieto del Condestable D. Ruy Lopez Dábalos, y de doña Luisa Carrillo de Guzman; fué hija de Rodrigo Niño, Señor de Nuez, y doña Inés Cuello de Guzman, su primera mujer, de cuyo matrimonio tuvieron ocho hijos y dos hijas, que fueron: 1.o D. Francisco de Rojas y Ribera, que sucedió en la casa; 2.o Don Alonso de Rojas, que murió soltero; 3.o D. Rodrigo Dábalos, canónigo de la Santa Iglesia de Toledo, y Capellan mayor de los Reyes nuevos, á quien el Católico Rey D. Felipe II, quiso hacer maestro de su hijo; 4 D. Sancho de Rojas, que murió en Italia, siendo Castellano en el reino de Nápoles; 5.o D. Juan Niño de Rojas, Gentilhombre de boca del Católico Rey D. Felipe II; 6.o D. Pedro de Ayala y Rojas, Canónigo y dignidad de la Santa Iglesia de Toledo; 7.o D. Diego Dábalos, que murió en la jor

nada de los Gelbes, dejando por su hijo natural en doña Juana de Vargas, à D. Luis Dábalos, Maestre de Campo y castellano de Setubal, y del Consejo de Guerra en los Estados de Flandes; 8." D. Antonio de Rojas, que casó con doña Ana de Aguilera, Señora del Congosto, cuya hija fué doña Catalina de Aguilera y Rojas, Señora del Congosto, que casó con Juan de Ibarra, Secretario del Rey y de su Consejo de la Real Hacienda y de Indias, cuyo hijo fué D. Francisco de Ibarra, Caballero del hábito de Calatrava, Señor del Congosto, que casó con doña Ana de Bustos, hija de D. Gomez de Bustos, natural de Ocaña y heredó su casa D. Cristóbal de Ibarra, Colegial de San Bartolomé de Salamanca y Canónigo y Digninad de Cuenca; 9. doña Teresa de Ribera, que casó con Don Fernando Carrillo, el de Totanes, como hemos dicho en este discurso en los hijos que tuvieron Alonso de Cáceres y Escobar, y doña Marina de Rojas su mujer; y 10, doña María de Rojas, Monja en San Clemente de Toledo, en quien acabamos de escribir los ocho hijos y dos hijas de Don Francisco de Rojas, y de doña María Dábalos, su mujer.

D. Francisco de Rojas y Ribera, Señor de la Villa de Layos y el Castañar, mayordomo de doña Juana, Infanta de las Españas, Princesa de Portugal, madre del Rey D. Sebastian, sirvió al Católico Rey D. Felipe II en muchas ocasiones y jornadas que hizo; casó con doña Ma- · rina de Guevara, hija mayor de D. Juan Pacheco, Señor de Montalban, y de doña Leonor Chacon, su mujer; fueron sus hijos: 1.° D. Francisco de Rojas y Guevara, que sucedió en la casa; 2.° D. Juan Pacheco de Rojas, Caballero del hábito de Calatrava, que casó con doña Francisca de Rivadeneyra, Señora de Romailia, hija de Fernando de Rivadeneyra, Mariscal de Castilla, y de doña

Gerónima de Ayala, su mujer, cuya hija fuě doña Ana Pacheco de Rojas, Señora de Romay, la que casó con D. Antonio de Luna, Señor del Carrascal; 3.o doña Mariana de Guevara, monja en Santa Isabel la Real de Toledo; 4.° doña María Dábalos, que casó con D. Fernando Carrillo Ossorio, Señor de Totanes, estando viudo de doña Teresa de Ribera, su tia; y 5.° doña Leonor Chacon, monja en la Puebla de Montalvan.

D. Francisco de Rojas y Guevara, primer Conde de Mora, Señor de la villa de Layos y el Castañar, anduvo en la Córte del Católico Rey D. Felipe II muchos años, y le acompañó en diversas jornadas que hizo : compró la villa de Mora, que era Encomienda de la Orden de Santiago, á quien el Católico Rey D. Felipe III honró con el titulo de Conde de ella; casó dos veces, la primera, con doña Leonor Pacheco de Córdova, bija mayor de Don Alonso Fernandez de Córdova y de Velasco, segundo Conde de Alcaudete, y de la Condesa doña Francisca de Mendoza, su mujer, de quien no tuvo hijos; casó la segunda vez con doña Francisca Portocarrero de Guzman, hija de Lope de Guzman, primer Conde de Villaverde, por merced del Católico Rey D. Felipe III, y de la Condesa doña Francisca de Guevara, su mujer, de quien tuvo á D. Francisco de Rojas y Guzman, que sucedió en la casa; 2.o D. Pedro Niño de Ayala, Dignidad en la Santa Iglesia de Toledo, y 5. doña Marina de Guevara y Rojas, que casó con D. Gonzalo de Carvajal, segundo Conde de Torrejon el Rubio, hijo de D. Garci Lopez de Carvajal, y de doña Catalina de Carvajal, su mujer, nieto de D. Francisco de Carvajal, primer Conde de Torrejon, y de la Condesa doña Francisca de Mendoza, su mujer.

D. Francisco de Rojas y Guzman, segundo Conde de Mora, Señor de las Villas de Layos y el Castañar, Ca

ballero del hábito de Calatrava, que poseyó su casa y estado, año de 1618, siendo casado con doña Mariana de Ribera Enriquez, hija de D. Francisco de Ribera, Marqués de Malpica, y de la Marquesa doña Juana Enriquez de Ribera, su mujer, en quien acabamos de escribir la casa y descendencia de los Condes de Mora. Murió el Conde D. Francisco sin hijos en Toledo, en los últimos del mes de Noviembre de 1621, siendo Mayordomo de la Reina, lleno de grandes esperanzas, y le sucedió en la casa y Condado de Mora D. Pedro Niño de Ayala. D. Pedro de Rojas Niño de Ayala, tercer Conde de Mora, sucedió al Conde D. Francisco su hermano, siendo Dignidad en la Santa Iglesia de Toledo, como se vió poseyendo la casa el año de 1621.

D. Alonso de Rojas y Boza, Caballero del hábito de Santiago, Señor de la Peña de los Enamorados, Rincon de Herrera y Alimañes, Regidor perpétuo de la Ciudad de Antequera, que casó en segundas nupcias con doña Gerónima de Ortega y Zea, hija de D. Diego de Ortega, y de doña Marina de Zea, fueron padres de D. Diego de Rojas y Ortega, natural y originario de Antequera, y de D. Gerónimo de Rojas y Córdova, Marqués de la Peňa de los Enamorados.

D. Diego de Rojas y Ortega, Colegial del Mayor de Cuenca, de los Consejos de órdenes, Indias y Cruzada, y Veinticuatro de Jaen, casó con doña Maria Isabel de Contreras Ramirez de Arellano, natural de Valladolid, y originario de Cardeñuela, Marquesa de Villanueva de Duero, Señora de Villamarciel, Alcaidesa Perpétua y Señora de los Castillos de Cambil y Alavan y de otras. Villas en el Reino de Jaen, y del Palacio de Mitarte en el Valle Real de Leniz, de la Provincia de Guipúzcoa, con los demás títulos y distintivos de que gozaron sus pa

dres, de quienes fué única heredera: fué su hijo, Don José de Rojas y Contreras, natural de la Diócesis de Valladolid.

D. José de Rojas y Contreras, natural de la Dióc esis de Valladolid, Bachiller Canonista, recibido por Colegial en 21 de Junio de 1719, siendo Caballero del Orden de Calatrava. En el año de 1722, se graduó de Licenciado en Leyes; y en el mismo año por San Lucas fué Señor Rector, y despues ejerció la Judicatura Metropolitana de Santiago, por subdelegacion de un hermano suyo, llamado D. Diego de Rojas, Colegial del Mayor de Cuenca, de quien hacemos mencion en otro lugar; y siendo opositor á las Cátedras de Leyes, antes de entrar en Cátedra. En el año de 1733, le honró S. M. con una Plaza de Alcalde de la Audiencia de Sevilla; sirviendo este empleo, en el año de 1755, pasó á la villa de Pedroso, encargado de unas prisiones de la mayor importancia, por ser los reos falsarios de la Real firma de S. M. y de las de sus principales Ministros, lo que ejecutó con la falsificacion de que siendo catorce los cóm'plices, los condujo todos á la Cárcel de aquel tribunal. El mismo año le mandó S. M. pasar á servir en la Audiencia de Zaragoza, pero habiendo hecho representacion el acuerdo de la de Sevilla, su Arzobispo D. Luis Salcedo, y el Cabildo Secular de la misma Ciudad, para que se le mantuviese, estando ya en Madrid de paso para ir à servir su nueva plaza, se le, confirió una de Oidor que acababa de vacar en el mismo tribunal de Sevilla. Restituido á aquella, se le confió por la Secretaría del Despacho de Estado el reconocimiento de sus Archivos, y el de la casa de la Contratacion, para sacar de ellos las noticias conducentes á la Dignidad del Almirante de Castilla, y poder arreglar por ellas la forma, en que

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