Imágenes de página
PDF
ePub

5

ño é peligro de su persona. E por quanto desde alli de Valladolid el Rey avia de partir para Burgos sobre fechos que lo requerian, los quales non son de nuestro escrebir : é como el castillo de Burgos estaba á la sazon por el Conde de Plasencia Don Pero de Zuñiga, segund la historia lo ha mencionado, el qual Conde era formal enemigo del mismo Maestre, segund que esso mismo yá se ha escripto: é rescelandose el buen Maestre que por ventura el Conde con la mano del Rey, é con la parte que tenia en aquella cibdad, le podria fascer algund ultrage, ó demasiado enojo, tovo manera con el Rey 10 como por su mandado todas las collaciones de Burgos ficieron juramento en bien solemne é debida forma, de defender al mismo Maestre, é de lo favorescer, é ayudar é vandear contra todas é qualesquier personas. El qual juramento fué traido alli á Valladolid por ciertas notables personas vecinos de 15 aquella cibdad, é fué entregado en poder del Maestre. El qual añadiendo un remedio á otro, quiso antes que partiessen de alli de Valladolid, saber qué gente de caballo levaba consigo, é para esto fizo llamar al que yá diximos Alfonso Gonzalez de Oterdesillas su Secretario é su Contador mayor. El qual ne- 20 gando la verdad á su señor, como porcionero é contractante de la maldad con el malo Alfonso Perez de Vivero, fizo entender al Maestre que levaba en su compañia seiscientas lanzas, siendo verdad que non levaba aún siquiera trescientas. Non rescibiera por cierto el valeroso Maestre aqueste enga- 25 ño en razon de sus gentes é de sus compañas, si su fijo Don Pero de Luna capitan mayor, é guarda mayor suya é de su casa, andoviera con él. Afiuzado pues el buen Maestre assi en la gente que le dixo su Contador mayor que levaba, como en el juramento que de Burgos le era venido, como esso mismo en 30 la grand amistad que era entre él é el Conde de Aro, el qual estaba en aquel tiempo con trescientas lanzas en la su villa de Briviesca, que es á ocho leguas de Burgos, non reusó la partida con el Rey su señor, é de ir adonde él iba. E agora la historia prosigue adelante en recontar por qué via subcedie- 35 ron las cosas despues de aquella partida.

5

ΙΟ

TITULO CVII.

DE LA PARTIDA DE VALLADOLID PARA
Burgos, é de lo que el Rey quiso, é tentó de fascer
en aquel camino contra el su leal Maestre.

[ocr errors]
[ocr errors]

On es en dubda, antes es cosa cierta, é aún assi lo
pone
aquel latino famoso poeta Virgilio en uno de sus trac-
tados, adonde disce:,, Que despues que el corazon de la per-
,, sona está embutido, ó embestido en males, mill maneras
busca para complir aquello que la malvestad suya lo llama.“
La qual cosa bien se experimentó por cierto en aquellos dias
en el iniquo Alfonso Perez de Vivero, el qual como viesse
que en Valladolid, adonde él mucha parte tenia, non se avia
complido su malino proposito: é como sea que la ponzɔña

10 despues que, quien quier que sea el que la ha tragado, es

forzado que muera con ella, ó faga de guissa como la bomite, é

la eche de sí: por semejante manera el perverso Alfonso Perez

de Vivero, como yá oviesse tragado el ponzoñoso trago de

traycion, non folgaba consigo mismo, nin descansaba nin po-

15 dia aver reposo en su corazon, fasta ó en una parte ó en otra

lo bomitar, é lo echar de sí lo mas aina que ser pudiesse.

Partió pues el Rey de Valladolid para Burgos, é por consejo

de Alfonso Perez de Vivero acordó de se ir por Cigales, á fin

de en aquel camino dar mal cavo de su leal Maestre. ¡Oh

20 pensamiento malo! ¡Oh mala imaginacion! ¡Oh inficionada

consideracion en corazon de Rey! Tenia pues acordado é as-

sentado en su voluntad, con acuerdo del malo Alfonso Perez

de Vivero, de ir á caza desde aquel logar á un monte, que es

acerca dél, é como el Maestre iria con él, acabar alli con él é su

25 vida en todas maneras. El buen Maestre como estaba en gra-

ve é continua sospecha, la qual, segund es conoscida cosa,

siempre se suele fascer mayor é acrescentar fácia la triste par-

te del que está sospechoso conosció en su discrecion que

aquella tal caza non era de aquellas en que el Rey su señor

30 se solia deportar, por lo qual dió á entender que estaba non

bien dispuesto, é assi por aquella cabsa cessó la caza. Passado

[blocks in formation]

aqueste trance el Rey, con consejo del ministro de la traycion, quiso poner otro en aquel mismo camino en esta manera: conviene á saber, que el Rey se fuesse por Castroxeriz, la qual villa el mismo Maestre avia los dias passados solicitado, é tenido manera con el Rey como la diesse á Ruy Diaz de 5 Mendoza su Mayordomo mayor. Mas ¡oh ingratitud é desconocimiento! discese vulgarmente que de los desagradescidos se finchen los infiernos : por cierto bien se puede con verdad afirmar, que , que el egregio Maestre tovo muchos de los tales; ca este Ruy Diaz despues de por su mano aver avido aquella 10 villa de Castroxeriz, tenia non sana voluntad contra el mismo Maestre. De guissa que el Rey sintiendo é conosciendo aquello, tenia acordado, despues que fuessen en aquella villa, de fascer prender al Maestre. El qual como cauto é discreto caballero conosciendo que de aquel tal camino antes daño que prove- 15 cho se le podria seguir, estorvólo por las mejores vias é maneras que pudo, de guissa que el Rey lo dexó de fascer : é se fueron por Torquemada, é por el camino derecho que es desde Valladolid á Burgos. Yendo en este camino el Rey envió por Gutierre Quixada, por cierto un noble caballero por fe- 20 chos é por linage, el qual vivia con el Maestre, é descubriole su secreto é voluntad de como queria ocabarle : por ende que le rogaba é mandaba en muy grand secreto, que tomasse aquel fecho á las manos, é lo pusiesse en execucion con los aderezos que el Rey para ello le daria. E el Gutierre Quixada respondió 25 al Rey disciendo é suplicandole: „, Que non le mandasse entender, nin entremeterse en tal fecho, por quanto él vivia con el Maestre, é seria endiablado caso que por fecho, nin ,, por dicho, nin por consejo, nin por otra qualquier manera, él debiesse non solamente poner las manos, mas aún siquie- 30 ,, ra formar el pensamiento en mala parte contra el señor con quien vivia." Assi que por mucho que el Rey lo aquexó en aquel caso, nunca con él pudo acabar que lo aceptasse; antes este mismo Gutierre Quixada avia avisado al Maestre, é le avia descubierto en Oterdesillas las cosas en que Alfon- 35 so Perez de Vivero andaba contra él. Pero tanto fizo este noble caballero, que por el Rey le aver dicho aquello en grand poridad, non lo reveló á persona del mundo, fasta que des

[ocr errors]
[ocr errors]

pues

pues los fechos é los dias dieron lugar á ello. Fuesse pues el Rey á Burgos por el camino que ya se escribió, é apossentosse en las casas que son del Obispo de Burgos, juntas con la Iglesia Cathedral de aquella cibdad. E el inclito Maestre 5 apossentósse en unas casas que por estonce eran de un caballero llamado Pero de Cartagena, hermano del que á la sazon era Obispo de Burgos: las quales eran assaz fuertes, é tenian una bien alta torre de cal é canto, junta con el rio que passa por de dentro de aquella cibdad. Despues que fueron en Bur10 gos non cansaba nin cessaba el traydor Alfonso Perez de Vivero de levar su traycion adelante, é encaminar é industriar al Rey por quantas vias pensar é considerar podia, que ficies. se executar el fecho. Yá la cosa iba tanto abierta é tanto manifiesta en el conoscer é sentir del Maestre, á que él non sabia 15 qué fascer de sí mismo; ca por una parte le era muy dura cosa vivir en continuo temor de su Rey, é por otra parte como aquel que deseaba é presciaba mucho el honor, imaginaba de se partir honrosamente de la corte del Rey su señor, pues que veía, como se disce en los fechos de Sant Paulo: 20,, Le era muy duro lanzar coces contra el aguijon." Pero queria el leal Maestre que en él se partiendo del Rey, quedassen acerca dél algunas notables personas, assi Perlados como caballeros, que lo acompañassen é mirassen lo que era servicio suyo, é bien é provecho de sus Regnos. E para en esto 25 el buen Maestre tenia pensado de dexar acompañada la casa del Rey de caballeros jovenes é polidos, assi en trages, como en buenos fechos, é en buenos deseos, é de buenos linages, segund que lo requieren las casas Reales. E especialmente queria dexar en ella tres fijos que tenia, de los quales el uno era 30 Don Juan su fijo legítimo que yá escrebimos, Conde de Sanctistevan de Gormaz, é el otro era el que esso mismo la historia ha contado Don Pero de Luna señor de Fuentidueña, al qual esso mismo el Rey avia fecho Conde de Ledesma; pero aquella merced non ovo efecto, segund que por lo semejante 35 non lo consiguió el Ducado de Truxillo que el Rey avia dado al noble Maestre, é el otro fijo era Don Martin de Luna, fijo otrosi de traviessa, el qual era señor del Infantazgo, é de las atarazanas de Sevilla, é Comendador de Azuaga. Avia yá en aque

Nn 2

aquellos dias el buen Maestre renunciado su Maestrazgo en aquel su fijo Don Juan de Luna, del qual esso mismo era yá proveído por suplicacion del Rey por el sancto Padre, segund la historia lo ha contado. E assimismo avia el Rey fecho Duque de Truxillo al buen Maestre, de lo qual le avia da- 5 do su privilegio bullado. E por semejante avia fecho Conde de Ledesma á Don Pero de Luna, como yá escrebimos. Estaba acordado que alli en Burgos se alzassen los pendones del Maestrazgo de Santiago por el Maestre nuevo que se esperaba ser. Mas como la dañada serpiente infernal su oficio sea tras- 10 tornar de bien en mal los mundanos fechos, de todo esto ningund conseguimiento debido efecto tovo. Queria otrosi el buen Maestre, allende de los que quedassen, para acompañar al Rey é quedar en su casa, que quedassen, para honrar su corte, é continuar é residir en ella, los que aqui la historia contará. 15 Conviene á saber, el Arzobispo de Toledo pariente suyo, el qual por su mano é á suplicacion suya era Arzobispo, é avia alcanzado é conseguido aquella dignidad: é su hermano Pero de Acuña, el qual esso mismo por intercession suya avia avido é alcanzado ser señor de la villa de Dueñas: é Don Gar- 20 cia Manrique Conde de Castañeda, é Don Diego Furtado de Mendoza, fijo mayor de Don Iñigo Lopez de Mendoza Marqués de Santillana ; ca le parescian ser personas de sana intencion, é celadores del bien público, é del acrescentamiento del estado del Rey é del Regno, é otros algu- 25 nos Perlados, é caballeros, é letrados de buena fama, de los quales la historia non fasce mencion expecificadamente. Lo qual todo, segund que por semejante se siguió, de otras cosas en este capítulo escriptas, ninguna cosa consiguió debido efecto. Escribamos pues agora otros fechos en continuacion 30 del intento de nuestra historia, fasta le dar fin, mediante aquel que nin comienzo nin fin tiene.

« AnteriorContinuar »