Libro de la oraciâon y meditaciâon

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la viuda é hija de Gómez Fuentenebro, 1906
 

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Pasajes populares

Página 376 - No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Página 185 - Pues la hermosura del no se puede explicar con palabras ; porque si en este valle de lágrimas y lugar de destierro crió Dios cosas tan admirables y de tanta hermosura , ¿qué habrá criado en aquel lugar que es aposento de su gloria, trono de su grandeza , palacio de su Majestad , casa de sus escogidos, y paraíso de todos tus deleites?
Página 456 - amor, sigue el Apóstol, es sufrido, es "benigno, huélgase con la verdad, todo "lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, "todo lo lleva bien.
Página 159 - Mas la mar sobre todos los elementos se embravescerá, y serán tan altas sus olas y tan furiosas, que parecerá que han de cubrir toda la tierra. A los vecinos espantará con sus crescientes, ya los distantes con sus bramidos, los cuales serán tales que de muchas leguas se oirán.
Página 99 - Considera otros! cuan duro eres para con el prójimo, y cuan piadoso para contigo ; cuan amigo de tu propria voluntad , y de tu carne , y de tu honra, y de todos tus intereses. Mira cómo todavía eres soberbio, ambicioso, airado, súbito, vanaglorioso, envidioso, malicioso, regalado, mudable, liviano, sensual, amigo de tus recreaciones, y conversaciones, y risas y parlerías. Mira...
Página 388 - Y así como suelen decir que por un clavo se pierde una herradura, y por una herradura un caballo, y por un caballo un caballero...
Página 501 - ... la contemplación y gusto de las cosas celestiales. Ves, pues, de cuánta virtud y poder sea la oración. Y para prueba de todo lo dicho (dejado aparte el testimonio de las...
Página 226 - Señor padesció, mirando con una vista sencilla y sosegada, así lo que padesció, como el amor y caridad con que lo padesció; y hecho esto, no se congoje por lo demás cuando el Señor no lo diere. Y quien esto no supiere hacer, y sintiere demasiada fatiga en su ejercicio, no...
Página 62 - Camina pues la Virgen en busca del Hijo , dándole el deseo de verle las fuerzas que el dolor le quitaba. Oyó dcnde lejos el ruido de las armas, y el tropel de la gente, y el clamor de los pregones con que lo iban pregonando. Ve luego resplandecer los hierros de las lanzas y alabardas , que asomaban por lo alto ; halla en el camino las...
Página 123 - Cuan llena de ignorancia es la niñez ? cuan liviana la mocedad? cuan arrebatada la juventud, y cuan pesada la vejez? Qué es el niño, sino un animal bruto en figura de hombre ? Qué el mozo , sino un caballo desbocado y sin freno? Qué el viejo ya pesado , sino un saco de enfermedades y dolores...

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