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maiz, y vido en un llano que se hacia adelante destas hoyas á Francisco Hernandez con toda su gente y banderas, y por presto que ensillamos y cabalgamos fueron con nosotros y ansí fuimos retirándonos todos juntos peleando mas de tres leguas, y al fin Francisco Hernandez con toda su gente arremetió á nosotros y nos desbarató y mató algunos y prendió. Yo me escapé por gran ventura, porque hábiendome muerto el caballo de un arcabuzazo, llegó un negro mio que yo habia echado adelante en un macho, y tomándosele cabalgué en él y traspuse un cerro de arena, y ansí escapé.

Habida esta victoria Francisco Hernandez se retiró y se fué á la Nasca, un valle questá sesenta leguas de Lima. Aquí se reformó estando en este asiento mas de un mes. El campo de S. M. vino á Chincha, treinta leguas de Lima, y aquí estuvo hasta que Francisco Hernandez se subió á la sierra donde supo de la venida de Alonso de Albarado con ochocientos hombres en su busca. El Francisco Hernandez procuró de dalle lado metiéndose en des poblados: el mariscal le siguió y andando en esto Francis. co Hernandez pasó por un lado al mariscal y caminó bácia el Cuzco, y el mariscal trás él fuéle á alcanzar en un rio que se dice Chuquinga, y alcanzado que allí le alcanzó el mariscal se dió tanta priesa sin dejar descansar su gente que le acometió en un fuerte donde estaba un rio en medio, que de perdido y desbaratado questaba se le huia toda la gente, y ansí hobo victoria. Francisco Hernandez estando vencido venció al mariscal y á su gente. Y habida esta victoria se fué al Cuzco donde se rehizo.

Sabido por los oidores el desbarate del mariscal y de su gente, se aprestaron y fueron sobre él haciendo á Pablo de Meneses general, y á D. Pedro Portocarrero maese de campo. Juntando toda la mas gente que pudie

ron fueron al Cuzco, y cuando llegaron Francisco Hernandez era ya salido hacia el Collao y siguiéndole paró en un asiento que llaman Pucara y allí aguardó al campo de S. M., y llegado que fué asentó en él en una fuerza que en este Pucara hay. Llegado pues el campo de S. M. se alojaron y asentaron su Real junto á un rio á vista del Francisco Hernandez poco mas lejos de á tiro de artillería. De aquí habian sus escaramuzas cada dia y en ellas Francisco Hernandez llevaba lo mejor. Estando en esto acordó Francisco Hernandez de dar una noche sobre el campo de S. M. Los oidores tuvieron aviso dello y la noche quel Francisco Hernandez habia de ir á dar en ellos, mudaron el sitio dejando en el primero un atambor con algunos españoles y negros para que creyendo Francisco Hernandez estaba allí el campo hiciese el golpe en vago; y ansí fué que oido el atambor y creyendo estaban allí como antes, dió el salto al aire porque los negros y atambor huyeron, y ansí Francisco Hernandez y su gente conoscieron el engaño, y revolviendo á la parte donde la gente y ejército de S. M. estaba, empezaron sus arcabuceros á disparar y la artillería del campo de S. M. á jugar en los de Francisco Hernandez, y ansí pasó este recuentro, y los de Francisco Hernandez se retiraron habiendo herido y muerto á algunos de los del campo de los oidores y en esta refriega se pasaron algunos de los de Francisco Hernandez al campo de los oidores y ansí Francisco Hernandez desmayó y toda su gente. Y otro dia se pasaron Tomas Vazquez y Piedrahita capitanes de Francisco Hernandez habido secreptamente perdon de los oidores, y por esta causa Francisco Hernandez una noche se huyó con obra de sesenta hombres los mas culpados y amigos suyos, y ansí se desbarataron todos yendo unos por una parte y otros por otra. Los oidores enviaron ca

pitanes á las partes por donde tuvieron noticia iban y ansí los prendieron y mataron. Prendieron á Francisco Hernandez en Xauxa. Este Francisco Hernandez mató muchas personas: el tiempo que duró su tiranía hizo muchos robos.

Despues acá ha habido algunos motines secreptos en tiempo del presidente Castro. Plega á nuestro Señor se hayan acabado para siempre. Porque si por nuestros pecados alguno se entablesce, seria tan malo que nunca tal se habria visto ni oido segun la mucha experiencia que en esta tierra se tiene de las alteraciones pasadas, que cada una sobrepujaba en maldad á la otra de las que en esta tierra han subcedido, y por esto se entiende el gran mal que habria si subcediese algun alzamiento. Esto es lo que ha subcedido en este reino despues que yo en él entré, que fué cuando el Marqués D. Francisco Pizarro vino de España, que á mi parescer puede haber cuarenta y dos años que ha que pasamos á la conquista á conquistar y descubrir estos reinos adelante de Tumbez, que él habia antes descubierto, y de aquí fué á pedir la gobernacion á S. M. que entonces como tengo dicho pasé con él. Esto que he escripto ví excepto el descubrimiento hasta Tumbez que el Marqués D. Francisco Pizarro habia hecho antes, como al principio tengo declarado, y entendí y ví algunas cosas de los naturales deste reino que aquí tengo declaradas. Todo lo que aquí va escripto paso ansí y es verdad sin añadir ni componer cosa alguna. He osado escrebir esta historia porque los que me conoscen saben ser yo amigo de verdad y que la trato siempre, y ansí va aquí todo lo escripto con toda verdad. Acabóse esta escriptura en siete de hebrero del año de mil y quinientos y setenta y un años. No pongo aquí los tiempos y años con que esto pasó y acontesció por haber pasado tanto tiempo.

NOTICIA

Sobre la vida de D. FR. BARTOLOMÉ CARRANZA DE MIRANDA, religioso dominicano, arzobispo de Toledo:

Y SOBRE EL PROCESO QUE LE FORMÓ LA INQUISICION.

(Acompañada de documentos)

La vida de Fr. Bartolomé Carranza de Miranda ha sido escrita por D. Diego Castejon en su obra de la Primacia de la Santa iglesia de Toledo, y tambien por el Doctor Salazar de Mendoza con el título de Vida y sucesos prósperos y adversos de D. Fr. Bartolomé de Carranza y Miranda, arzobispo de Toledo, Primado de las Españas, que publicó D. Antonio Valladares de Sotomayor. Las circunstancias principales de su proceso las reunió Llorente en su Historia crítica de la Inquisicion, y del mismo han hablado mas o menos largamente Nicolas Antonio, el Cardenal Belarmino, y los cronistas y biógrafos del órden de Predicadores.

Nosotro hemos consultado ademas una copia manuscrita del referido Doctor Salazar, que posee D. Policarpo Daoiz, caballero ilustre de Pamplona, y que discrepa en algo de la publicada por Valladares; un tomo grande de mano y de letra moderna donde hay muchas piezas trasladadas del proceso original, que hemos cotejado con otro igual de letra del siglo XVI existente en la biblioТомо V. 26

teca de la Academia de la Historia, y una relacion tambien manuscrita, de la pluma de Ambrosio Morales, que segun nos han informado perteneció á la librería del P. Florez, autor de la España Sagrada, con este título: Prision del arzobispo de Toledo D. Fr. Bartolomé de Carranza, religioso de la sagrada órden de Predicadores, natural de Miranda en el reino de Navarra, sucedida en 22 de agosto año de 1559. Escrita de órden del Rey Don Felipe II por el cronista Ambrosio de Morales, para poner en la librería del Real convento del Escorial. A esta relacion acompaña la bula de Gregorio XIII que contiene la sentencia definitiva, y el Memorial del muy pio y docto Doctor Navarro D. Martin de Azpilcueta á la Magestad del Señor Rey D. Felipe II en la causa del Illmo. y Rmo. Señor arzobispo de Toledo el Señor Carranza.

Con estos datos nos ha parecido que podia ilustrarse mas de lo que se ha hecho hasta aquí la vida de este prelado, célebre no tanto por sus talentos como por sus infortunios, el cual aunque no pueda contarse entre los mas grandes ingenios que produjo su siglo en España, tiene un lugar muy señalado en la historia por sus escritos, por los sucesos á que le ligó su suerte en el reinado de Felipe II, por el magisterio y reputacion que logró en el Concilio de Trento, y sobre todo por el ruido que hicieron sus desgracias dentro y fuera de la nacion.

Nació el año 1503 en Miranda de Arga reino de Navarra de Pedro Carranza y Maria Musco, familia noble y de las mas ilustres de aquel pueblo. Sus padres le dedicaron al estudio bajo la tutela de su tio D. Sancho Doctor de la universidad de Alcalá, donde en el colegio de S. Eugenio cursó las humanidades por espacio de tres años. De allí pasó á Santa Balbina para aprender la filo

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