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viembre de 1665, y casado en 10 de Mayo de 1688 con doña Ursula Sesé, hija de D. Eugenio Sesé y de doña Laura Miralles, cónyuges. De su matrimonio fueron hijos doña Antonia Pinazo y

Manuel Simon Gregorio Antonio Pinazo, bautizado en 29 de Noviembre de 1699, y casado en 10 de Octubre de 1720 en la parroquial de Alpuente con doña Josefa Martinez de la Raga, hija de D. Rodrigo Martinez de la Raga y de su mujer doña Blasa Peñalver. Fueron sus hijos: primero,

D. Mariano Pinazo Martinez de la Raga, bautizado en 9 de Setiembre de 1726, Secretario del Duque del Infantado, vecino de Madrid, Caballero de la órden de Santiago, natural de Alpuente, padre de

Antonio Pinazo Raga y Dolz del Castellar, Caballero de la orden de Santiago, y de D. Mariano Pinazo, que fué agraciado para vestir el hábito del convento de novicios Canónigos de Uclés; y segundo,

D. Pablo Pinazo casó con doña Maria Teresa Segui y Rodriguez, y no Aeguí, como se halla escrito en el IV tomo al tratar del apellido Melchor, y se repetirá cuando tratemos el de Seguí, en la que procreó á

Doña Carmen Pinazo, esposa de D. Joaquin Melchor y Silvestre, padres del Ilmo. Sr. D. Joaquin Melchor y Pinazo, natural de la ciudad de Valencia, Ministro del Supremo Tribunal de Justicia.

Los Marqueses del Risco participan de la sangre de esta casa, porque doña Ignacia Gomez Dolz del Castellar, mujer del referido D. Gregorio Pinazo, era terceral nieta de D. Gaspar Dolz del Castellar, que en doña María Magdalena Darios tuvo en el lugar de Arcos por hijo á

D. Pedro José Dolz del Castellar, que casó con doña Vicenta Ibañez, en la que procreó: primero, á D. Pe

dro, Dean de Gandía; segundo, á D. Esteban, Pavodre de Valencia, y tercero, á D. Gaspar Dolz del Castellar, Regidor de Valencia, que casó con doña Maria Antonia Arnau, y fueron padres de D. Cárlos Dolz del Castellar, que de su mujer doña Vicenta Monflorit tuvo primero, å D. Felipe, Ayuda de Cámara del Infante; segundo, á doña Antonia, que casó con D. José Bordera, y á doña Angela Dolz, que casó en segundas nupcias con el Marqués del Risco, y fue su hijo D. Juan Lopez Dolz del Castellar, Marqués del Risco y Teniente Coronel de los Reales Ejércitos.

Esta familia concurrió á la conquista de Cuenca por los años de 1180; de alli pasó á la de Moya con don Alvaro de Morillo, donde cambiaron el apellido por el de Moya. En 1220 concurrieron al servicio de D. Jaime I de Aragon à la conquista del reino de Valencia, y poblaron en Ademuz, jurisdiccion en aquella época á que pertenecia la Puebla de San Miguel, y fue cuando les concedió este Monarca el uso de las barras de Aragon; de aquí salieron à la conquista de Chinchilla.

D. Mariano Pinazo justificó parte de lo relacionado en sumaria de testigos recibida en la villa de Alpuente y en la Puebla de San Miguel, que hizo para pruebas de Caballero de Santiago. Tambien lo acreditó D. Miguel Pinazo el año 1816 para obtener la cruz de la Inquisicion. En el archivo de Alpuente consta que aquella villa nombró á un Pinazo para Diputado de las Córtes celebradas en Monzon cuando se dividieron los Reinos.

Esta casa produjo al Abate D. Antonio Pinazo, cèlebre por sus virtudes, talento y trabajos literarios; fué individuo de la Compañía de Jesus, y á pesar de no ser profeso cuando los jesuitas fueron espulsados en 1774, se trasladó con sus hermanos á Italia, donde estuvo de

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Catedrático en el colegio Real de Mantua, desempeñando durante quince años el cargo de Inspector de sus Reales estudios. En este período publicó un libro esplicando varios fenómenos físicos, y desempeñó las cátedras de Retórica, Lógica, Matemáticas, Metafísica, Física y Teologia. Fué Censor de la clase de Matemáticas en la Academia de Ciencias y bellas artes de dicha Mántua, y por las eruditas composiciones y doctas disertaciones que en la misma leyó fué nombrado individuo de aquella Academia. Perteneció tambien à la Cisalpina y á las de Pádua, Bala, Tilareti, Milan y Turin. Entre los Arcades. de Roma fué Iparco Epireo, y Pastor Arcade de la colonia siciliana de Mantua. En 1804 obtuvo la cátedra de Lógica y Metafísica de nobles de Parma. En 1814 la de Historia y Elocuencia sagrada en el Seminario conciliar de Mántua, y en 1816 fué Censor régio de imprentas y libros, Profesor de lenguas griega y hebrea y Rector de los estudios del Seminario Tridentino. Tuvo el honor de acompañar á la Reina de Etruria en su viaje á Roma, y mereció que el señor Rey D. Fernando VII, en premio de sus obras literarias y por el honor que hacia á España en el estranjero, le concediese segunda y tercera pension igual à la vitalicia que disfrutaban los demas individuos de la Compañía de Jesus. Publicó en Verona un análisis del cántico de Moisés, impresion que costeó el Seminario Tridentino de Mántua, y despues de haber escrito otras varias obras de general aprecio, falleció el 27 de Marzo de 1820, y fué enterrado en el sepulcro de familia de la señora Condesa doña Mariana de Zanardi, por haber querido esta que yaciera con sus parientes un hombre tan distinguido, haciéndole tales exequias que la ciudad de Mántua no conserva memoria de otras iguales. Su recuerdo no solo honra á la familia de

Pinazo, sino a toda España, porque demostró con las obras que escribió, principalmente con sus dos poemas el Rayo y el Sistema Planetario, que no eran desconocidas entonces en nuestra peninsula las ciencias físicas.

El Escudo de Armas, segun se halla certificado en la mencionada ejecutoria haberle usado en todos tiempos á la puerta de su solar de la villa de la Puebla de San Miguel del reino de Valencia, incluido en el vínculo fundado por Miguel Pinazo y que posee actualmente don Joaquin Jimenez, se compone partido: á la derecha, en campo de plata, pino sinople; y á la siniestra, en campo de oro, barra gules, que es como se halla tambien sobre el altar de la Virgen del Rosario de la iglesia parroquial de la misma villa.

Dicese icese de esta familia ser su origen de la Real sangre de Francia, y que fueron Capitanes de San Ambrosio, en tiempo que se combatia por la Iglesia Católica.

Martino de la Torre, primero de este nombre, y por la gran disposicion del cuerpo, y persona llamado de todos el Jigante, fué de gran corazon, fuerzas y valor, y muy dado à la disciplina militar, como lo mostró siguiendo el estandarte del Emperador Conrado II, el cual, juntándose con D. Luis, Rey de Francia, y con D. Alonso, Rey de España, y D. Enrique de Inglaterra, y con otros Príncipes, å instancia de San Bernardo Abad, de muy santa vida, y doctrina que señaló de su propia mano à todos por orden del Pontifice, con una cruz en las espaldas (que dió ocasion á llamar á los que iban en este ejército los Cruzados), puestos en órden con gran número de gentes, iban caminando á la buelta de Constantinopla, por haber les prometido Emanuel, Emperador griego, su confederacion, y vituallas para su camino, el cual no guardando su fidelidad prometida, hizo mezclar harina y yeso, para que de aquel pan comiese el ejército, siendo causa de su perdicion y total ruina, segun escribe el Vergon, porque muriendo mucha parte del ejército, les fué forzoso dejar el cerco y retirarse á Tracia, y al llegar á Jerusalen tuvieron grandes batallas cerca de Damasco, habiéndola cercado con todo su poder, valor y fuerzas, padeciendo los soldados mucha hambre, donde peleando Martino de la Torre, con su natural valor y

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