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hija de D. Isidoro García del Postigo y Barrera, Jefe de escuadra de la real Armada, y de doña Ana Luisa del Poyo y Malla, su mujer, de quien tuvo á doña Ana María de Córdoba Garcia del Postigo; tercero, á D. José de Córdoba, Capitan de navío de la real Armada, sin sucesion, y cuarto, á doña Maria Ignacia, religiosa en la Asuncion de Sevilla.

Los Marqueses de Villamarin y los de Monsalud descienden de doña Luisa de Córdoba, anteriormente nombrada, esposa de D. Diego Domonte, caballero de la orden de Calatrava, segundo Marqués de Villamarin.

El dicho D. Juan de Córdoba, de la órden de Santiago, celebró su segundo matrimonio con doña Juana Enriquez de las Casas, hermana de D. Luis, del orden de Santiago, primer Conde de Montenuevo, Mayordomo de la Reina, hijos ambos de D. Juan Enriquez de Villalobos, del Consejo de S. M., y de doña Inés de las Casas, y tuvo á D. Luis de Córdoba, del órden de Calatrava, sin sucesion; á D. Antonio de Córdoba, que sigue; à D. Pedro, que murió sin tomar estado; á doña Inés y doña Francisca, religiosas en la Encarnacion de Madrid; á doña Ana, á doña Mariana, á doña Isabel; á doña Catalina, à doña Felipa, ambas religiosas en la Paz de Málaga.

El D. Antonio de Córdoba casó con doña Inės Ramirez de Haro y Lozada, Condesa de Bornos, hija de don Alonso Lozada, del órden de Alcántara, y de doña Angela Ramirez de Haro, cuarta Condesa de Bornos, que lo era de D. Francisco Ramirez de Haro, segundo Conde de Bornos, y de doña María Otazu de Guevara, su mujer, y nieta de D. Juan Alonso de Lozada y Pimentel, del órden de Santiago, y de doña Petronila Enriquez de

las Casas, y tuvo á D. Ignacio de Córdoba, Conde de Bornos y Montenuevo, del órden de San Genaro, Gentilhombre de cámara con ejercicio, que casó primero con doña Josefa Antonia Venegas, cuarta Condesa de Luque, cuya ascendencia se referirá en la casa de Venegas; despues con doña Isabel Maria de Córdoba, hermana del Conde de Torralva y Talara, ya nombrado; y últimamente, con doña Francisca Maria Velvis de Moncada, hermana de D. Pascual Benito, Marqués de Bélgida y de Mondéjar, y murió sin sucesion; á D. Onofre, que sigue; á doña Ana, Priora en la Encarnacion de Madrid; á doña María de la Cabeza de Córdoba, Marquesa de la Torre de las Sirgadas.

El D. Onofre, Teniente general de los reales ejércitos, Conde de Bornos y Montenuevo, Alférez mayor de Motril, y Grande de España de seguuda clase, por merced del Rey D. Cárlos III de 25 de Abril de 1780, que no tuvo sucesion, de la Marquesa de Falces, su segunda mujer; y de la primera doña María Clara de Adzor, hermana de D. Cayetano de Adzor, Abad de San Ildefonso, Arzobispo de Selimbria, tuvo á D. Joaquin de Córdoba, Teniente coronel de ejército y Capitan del regimiento de infantería de Soria, viudo y sin sucesion de doña Agueda de Mendoza, Condesa de Tendilla, y á D. Antonio de Córdoba, Abad de Falces.

D. Gonzalo de Córdoba, veinticuatro de aquella ciudad, hijo de D. Luis de Córdoba y Angulo y de doña Mayor de las Infantas, que casó con doña Ana de Guzman y Argote, fueron padres de

D. Luis de Córdoba, que casó con doña Inės Viegas y Argote, y tuvo por hijo å

D. Gonzalo de Córdoba, del orden de Santiago, veinticuatro de Córdoba, que casó con doña Maria Megia

Carasa, hija de D. Juan Zapico Carasa y Armenta y de doña María Mesia de la Tobilla, y procreó á

Doña Inés de Córdoba, que fué mujer de D. Diego Carrillo de las Infantas, hijo de D. Juan Carrillo de Cárdenas y de doña Catalina de las Infantas y Godoy, que lo era de D. Pedro de las Infantas y Godoy y de doña María de Aranda, su mujer, y tuvo por hijos: primero, á D. Juan Carrillo de Córdoba, que casó con doña Isabel Pacheco de Córdoba y Bocanegra, hija de D. Fernando de Bocanegra y Córdoba y de doña Leonor de Bocanegra y Beaumont, y tuvo á doña Inés Carrillo Pacheco, que casó, primero, con D. Diego Paz de Castillejo y Valenzuela, veinticuatro de Córdoba, de quien no tuvo sucesion; y despues con D. Diego de Aguayo, señor de los Galapagares y Villaverde, del órden de Santiago, primer Marqués de Santaella, cuya sucesion acabó, como repetiremos en otro lugar, y á doña Inés Carrillo de Córdoba, mujer de D. Antonio Alfonso de Sousa, del órden de Santiago, primer señor de la villa del Rio, progenitores de los Marqueses de Guadalcázar; segundo, á D. Pedro Carrillo, caballero de la Religion de San Juan; tercero, á D. Gonzalo, Canónigo de Málaga, Córdoba y Sevilla; cuarto, D. Fernando, y quinto, á

Doña Maria Carrillo, que casó con D. Alonso de Godoy, del orden de Santiago, veinticuatro de Córdoba, señor de la Barquera, las Quemadas y doña Sol, hijo de D. Gerónimo de Godoy, señor de la Barquera, veinticuatro de Córdoba, y de doña Elvira Ponce de Leon, cuya sucesion se hallará en la casa de Godoy.

Los Marqueses de la Peña de los Enamorados descienden de doña Inés Paula de Córdoba, que casó con don Gerónimo de Rojas y Padilla, del órden de Calatrava, primer Marqués de la Peña de los Enamorados, señor de

de las villas del Rincon de Herrera y Alimanes, cuya sucesion se hallará en la casa de Rojas.

Los Condes del Menado descienden de doña Maria de Córdoba y de su marido D. Martin Alonso de Guzman, señor del Menado.

D. Gonzalo de Córdoba y Aguilar, que casó con doña María Solier, señora del Fontanar tuvo por hijo å

D. Alonso de Córdoba y Aguilar, señor da Teva, que casó con doña María de Guzman y Córdoba y tuvo á

D. José de Córdoba, señor de Teva y el Fontanar, que celebró dos matrimonios; el primero con doña María de Córdoba, con quien fue progenitor de los Marqueses del Salar, y el segundo, con doña María de Zea, y procreó á

D. Joaquin de Córdoba, señor de Teva y el Fontanar, que casó con doña Margarita Teruel, hija de don Francisco Alfonso Teruel, tercer Conde de Villamena, y de doña Teresa Ortiz de Zúñiga, y tuvo por hijos á D. Joaquin de Córdoba, señor de Teva y el Fontanar; å D. Alonso; D. Francisco de Paula, y D. José de Córdoba.

Los Marqueses de la Peña y de Villanueva de Duero tienen dependencia de esta gran casa por doña Lucía de Córdoba que casó con D. Martin de Rojas, en cuya casa se hallará su sucesion.

Los Córdobas de Murcia fueron antiguos moradores de ella, y muchos de este nombre fueron en tiempos pasados Tesoreros de las rentas reales en todo aquel Reino, como se ha visto en muchos libros Añales, y lo testifica el Cronista Diego Rodriguez de Almela, el cual es cribe una carta à Juan de Córdoba, Jurado de aquella ciudad, en que trata, que no se deben dividir los Reinos. Otro descendiente de este, que se llamó Christóbal de

Córdoba, fué Capitan de infanteria en el levantamiento de la guerra de Granada, y en ella se aventajó con singulares servicios, que constan por cartas que se han visto del Comendador mayor D. Luis de Requesens. Fué tambien el dicho Capitan Regidor de aquella ciudad y Familiar del Santo Oficio de la Inquisicion; él y sus descendientes son Hijos-dalgos notorios.

El cuarto hijo de D. Diego Fernandez de Córdoba, primer Conde de Cabra, y de la Condesa doña Maria Carrillo, su mujer, como se ha dicho en esta genealogia, se llamó D. Sancho de Córdoba y Rojas, caballero de singular valor en la disciplina militar, como lo mostró en las guerras del Reino de Granada en servicio de los Serenisimos Reyes Católicos D. Fernando y doña Isabel; casó con doña Margarita de Lemos, Dama Portuguesa, de quien tuvo por hijos: primero, á D. Sancho, que sucedió en la casa segundo, á D. Juan de Córdoba y Rojas, que casó con doña Brianda de Mendoza, cuya hija fué doña Margarita de Lemos, mujer de D. Francisco de Medina, Alcaide de Melilla y Cazaza; tercero, à D. Fernando de Córdoba; cuarto, á doña Isabel Carrillo de Córdoba, que casó con D. Iñigo Manriqué de Lara, caballero del hábito de Santiago, Alcaide de la ciudad de Málaga; quinto, á doña Francisca de Lemos, Abadesa de la Paz en Málaga; sesto, á doña María Carrillo, Abadesa de Santa Isabel la Real de Granada; sétimo, à doña Margarita de Lemos, Abadesa de la Concepcion de Málaga; octavo, á D. Sancho de Córdoba y Rojas, señor de Casapalma, Alférez mayor de la ciudad de Málaga, y Veedor general de la gente de guerra del Reino de Granada, que casó con doña Maria de Mendoza, hija de Honorato de Mendoza y de doña Francisca de Silva y Rivera, su mujer, señores del estado de Cañete, cuyo hijo fué D. Sancho de Córdo

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