frontera, y de su segunda mujer doña Elfa de la Torre, señora principal de Aragon. Celebróse este matrimonio á solicitud de D. Gonzalo Fernandez de Córdoba, tio paterno del Alcaide, señor del estado de Aguilar, Alguacil mayor de Córdoba, y del Maestre D. Pedro Muñiz de Godoy, en cuyas casas principales ó la Collacion de San Miguel, sábado 27 de Setiembre de 1382, Martin Fernandez de Córdoba ante Anton Ruiz y Alfonso Ruiz, escribanos públicos, habiendo referido el transcurso que habian tenido las villas de Lucena y Espejo por las mercedes Y privilegios reales, levantó el pleito homenaje á su Alcaide Pedro García de Castro, y, recibió ambas villas y castillos en nombre de su mujer doña Maria Alfonso, haciendo pleito homenaje de defenderlas y conservarlas en manos del referido Maestre y de D. Gonzalo, su tio. Nacieron de esta union: primero, Diego Fernandez de Córdoba, tarcer señor de Chillon, Lucena y Espejo, Alcaide de los Donceles; progenitor por varonia legitima de los Excmos. Marqueses de Comares, Duques de Segorbe y Cardona, y de las casas de Algarrobo y Benacscalera, con otras dependientes por hembra, de las cuales trató sábiamente el Abad de Rute; segundo', Alfonso Fernandez de Córdoba, señor de la villa de Zuheros, Alcaide de los Donceles, valeroso Capitan en la frontera, que murió sin sucesion; tercero, Gonzalo Fernandez de Córdoba, valiente y esforzado caballero, veinticuatro de esta ciudad, el cual habiendo casado con doña Beatriz de Angulo y fue progenitor de los Excmos. Duques del Arco, Condes de Puertollano, de los Condes de Valdelagrana, de los de Villanueva de Cárdenas, de los Marqueses de Guadalcázar y Mejorada, de los Condes de la Jarosa, y de otras nobilísimas casas que participan su sangre por hembras, aunque se extinguió su varonia.

Casó la segunda vez con doña Beatriz Solier, hija segunda de Mosen Arnaldo de Solier, caballero francés del Piamonte, que vino á España sirviendo al Rey D. Enrico II, quien le creó Rico-hombre de Castilla, y le concedió por sus servicios las villas de Villalpando, Gandal y Marchenilloz, y de doña Marina Alfonso de Meneses, señora de Arroyo Molinos, su mujer, hija de D. Martin Alfonso de Meneses, valiente Alcaide de Jerez, y de doña Maria de Loaisa, su mujer, hija de Jofre de Loaisa, conquistador de Córdoba, donde tuvo repartimiento, señor de Petrer y Adelantado mayor de la frontera de Murcia, y de doña Jacometa, su mujer. Hermana de doña Beatriz fué doña Maria de Solier, señora de Villalpando, Siruela, Gandul y Marchenilla, mujer de Juan Fernandez de Velasco, señor de Medina de Pumar y Bribiesca, Camarero mayor del Rey D. Enrique III, cuyo hijo primogénito fué D. Pedro Fernandez de Velasco, primer Conde de Haro, progenitor de los Duques de Frias, Condestables de Castilla, de los Marqueses del Fresno, de los Condes de Siruela, y de otras muchas casas. Nacieron de esta segunda union: primero, D. Pedro, de quien despues diremos; segundo, Juan Fernandez de Córdoba, caballero del orden de Calatrava, Comendador de Lopera; tercero, George de Solier, Comendador de las casas de Córdoba en Calatrava; cuarto, Fernando Alfonso de Córdoba, caballero de Calatrava, Comendador del Moral. A estos dos últimos mató en sus propias casas su primo Fernando Alfonso de Córdoba, primer señor de Belmonte, veinticuatro de Córdoba, antecesor de los Excelentísimos Condes de Priego, por el enlace tan decantado en las comedias de España; quinto, doña Marina, mujer de Luis Mendez de Sotomayor, señor del estado del Carpio, antecesores ambos de los Excmos. Duques

de Alba y de otras muchas casas; sesto, doña Inés de Solier, mujer de Pedro Venegas, cuarto señor de la villa de Luque, de cuya union procedieron por varonia legitima sus Condes, los señores del Temple, y Rodrigo Alvarez, los de la Harina y Mirabuenos, y por hembra casi toda la nobleza de Córdoba.

D. Pedro Fernandez de Córdoba, hijo mayor del segundo matrimonio, llamado comunmente D. Pedro de Solier; fue uno de los varones mas señalados de su siglo. Siguió el estado eclesiástico, por cuyo motivo fué Canónigo y Arcediano de Castro en esta Santa Iglesia, cuya dignidad gozaba el año de 1452, cuando en 17 de Enero ante Martin Fernandez, Racionero y Notario, donó á la Santa Iglesia de Córdoba el meson con las dos puertas con sus tiendas para extinguir la obligacion de pagar en cada año ochocientos veinte maravedis de moneda blanca, á los cuales estaban afectos los bienes de su casa por la obligacion que habia otorgado su abuelo paterno por una capellanía, fiesta y aniversario y doce. memorias fundadas en la capilla del Espíritu Santo, donde tambien su abuela doña Inés Martinez dotó otras doce memorias, y en 4 de Junio de 1449, ante Pedro Martinez de Barrio, Notario Apostólico, pagó el Alcaide de los Donceles Martin Fernandez de Córdoba cuatrocientas doblas de oro para la fundacion de dos capellanías perpétuas en la capilla de San Pedro Mártir, donde estaba sepultado el cuerpo de su segunda mujer doña Beatriz. Resplandeciendo despues D. Pedro, su hijo, en merecimientos y virtudes, fuè electo canónicamente por Obispo de Córdoba en 7 de Julio de 1465, favoreciendo su eleccion el Rey D. Enrique IV por el respeto al Conde de Haro D. Pedro Fernandez de Velasco, primo hermano del Obispo electo.

Estaban por este tiempo los Grandes divididos en dos parcialidades que tenian perturbado todo el Reino. La primera era del sobredicho Rey á quien todos debian obedecer como á señor natural. Mas violentando muchos grandes la obediencia y la tranquilidad de muchas ciudades resultaba la segunda faccion por el Infante don Alfonso, hermano del Rey, que proclamaron públicamente en Avila, deponiendo ignominiosamente al legitimo Rey. En Córdoba siguian este partido D. Alonso Fernandez de Córdoba, señor del estado de Aguilar, Ricohombre de Castilla, Alcalde mayor de Córdoba,' cabeza de toda la faccion; Luis Mendez de Sotomayor, señor del estado del Carpio; Martin Fernandez de Córdoba, sobrino del mismo, señor de las villas de Lucena, Espejo y Chillon, Alcalde de los Donceles, casado con hermana del Señor de Aguilar; Gonzalo Fernandez de Córdoba, el gran Capitan; Gonzalo Mesía Carrillo, señor del estado de la Guardia y Santa Eufemia; D. Alonso de Sotomayor, Conde de Belalcázar; D. Luis Fernandez de Córdoba, señor de Guadalcázar; Antonio Fernandez de Córdoba, señor de Belmonte, Alférez mayor de la ciudad; Alfonso Fernandez de Bocanegra, señor de la Moncloba; Juan Mesia de la Cerda, señor de la Vega; Luis Fernandez Portocarrero, señor de Palma; Pedro de Cabrera, señor de Albolafias; Fernando Diaz de Cabrera, su primo, señor de las Torres de su apellido; Rui Diaz de Vargas, señor de Fuenreal; Fernando Iñiguez de Cárcamo, señor de Aguilarejo; Fernando Ruiz de Narvaez, Alcaide de Antequera, Alcalde mayor de Córdoba; el Mayordomo Fr. D. Luis Muñoz de Godoy, Comendador de Almodovar del Campo; Luis Fernandez Pernia, valiente Alcaide de Osuna con todos los caballeros Angulos, Cárdenas, Sousa, Argote, Berrios, Guzmanes, Castillejos,

Cabreras de los Caminos, Infantas, Godoyes, Morales, Saavedras, Gabetes, Hinestrosas, Lunas, Armentias, Bañuelas, Herreras, Valdelomares, Heredias y otros muchos.

Por el partido del Rey se mantuvieron constantísimos D. Diego Fernandez de Córdoba, Conde de Cabra, Vizconde de Iznajar, señor de Baena, Rute, Zambra y doña Mencia, Alguacil mayor de Córdoba; sus hijos don Diego, Mariscal de Castilla; D. Martin, Comendador de Estepa, Alcaide de los Alcázares de Ecija y del castillo del puente de Córdoba; D. Gonzalo y D. Sancho Rocas, despues primer señor de casa Palma ; Gonzalo Fernandez de Córdoba, hermano del Conde, Alcaide de Almodovar del Rio; Martin Alfonso de Córdoba, señor de las villas de Montemayor y Alcaudete, con sus hijos y parientes, Egas Venegas, señor de Luque; Fernando Gutierrez de los Rios, señor de Fernan Nuñez; Juan Perez de Valenzuela, el valiente, señor de Valenzuela; D. Juan Perez de Valenzuela, gran Prior de San Juan con todo su linaje, escepto Juan el Trasqnilado que seguia la faccion contraria; Alfonso Fernandez de Córdoba, señor de Zuheros; D. Pedro de Solier, su hermano; Rodrigo Fernandez de Mesa, señor del Chanciller; Diego Gutierrez Aguayo, señor de Villaverde, Corregidor y Capitan general de Jaen; Lope Gonzalez de Hoces; Diego Gonzalez de Hoces, su sobrino, señor de la Albaida; Pedro Gimenez de Góngora, señor del Cañaveral y la Zarza, con todos los Pinedas, Membrillas, Velascos, Cevicos, Arandas, Clavijos, Torreblancas, Aguileras, Baenas y otros muchos caballeros de Baena y Alcalá la Real, á quienes favorecian muchos señores del Rey confederados con el Conde y sus parciales. De modo, que ardiendo en guerras civiles toda la Andalucia, dominaba absolutamente dentro