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Casó con doña María García Carrillo, señora del estado de Villaquirán, y ambos son progenitores por varonia legitima de los Excmos. Marqueses de Priego, de los Marqueses de Almuña, de los Excmos. Duques de Sesa, Terranova y Sant Angelo, Marqueses de Bitonto, casa fundada por el Gran Capitan, de los Excmos. Condes de Cabra, de los Marqueses de Valenzuela, de los Excmos. Condes de Sástago, de los Condes de Torralva y Talhara, de los Marqueses de la Puebla de los Infantes, de los Condes de Casa Palma, de los Marqueses de Miranda de Auta, de los Marqueses de la Granja, sin otras infinitas casas que descienden por hembras de este felicisimo consorcio, cuya sangre perteneció tambien al Católico Rey D. Fernando de Aragon y Castilla, por donde se ha difundido su sangre à todos los Principes de la Europa. Algunos han juzgado que este caballero fué hijo del primer matrimonio, pero lo contrario consta por una escritura de obligacion de 15,000 maravedis que otorgó al cabildo el año de 1375 para la capilla de su abuelo el Adelantado, donde dice que los dá por haver, é ganar la bendicion de Alfonso Fernandez, é de doña Teresa mis abuelos, é Fernan Alfon, mi padre, é de María Ruiz mi madre, que Dios perdone, etc.; segundo, Diego Fernandez, de quien despues hablaremos; tercero, Martin Fernandez de Córdoba, señor de los castillos de Fernan Martinez Madroñiz y Belmonte, que casó con doña Beatriz Fernandez de Cárcamo, señora de las Alcantarillas, de cuya union procedieron por hembra los Marqueses de Villacaños, incorporados en los de Cabriñana; sin otras muchas casas que descienden por hembra del tronco de Villacaños, como insinuamos en la casa de Aguayo; cuarto, Alfonso Fernandez de Córdoba, Alcaide de los Donceles, capitan muy valeroso del Rey D. Alonso

TOMO V.

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el último, del cual hace mencion muy honorifica la crónica de este Rey en las guerras contra moros, ponderando el valor de este capitan, que murió sin sucesion, aunque algunos lo hacen progenitor del linaje de los Infantas; pero ya tenemos demostrado lo contrario con instrumentos irrefragables.

Diego Fernandez de Córdoba, hijo segundo del segundo matrimonio, señor de Benazuzera y de la villa y castillo de Chillon, Alcaide de los Donceles, Alguacil mayor de Córdoba, valiente defensor de su patria en el año de 1367, fué caballero no menos señalado que sus hermanos en el valor militar. A los principios sirvió con su hermano y primos valerosamente al Rey D. Pedro en todas las guerras de su tiempo, tanto en las fronteras de Aragon como en la frontera contra moros. Era Alguacil mayor de Córdoba cuando el Rey D. Pedro le mandó matar con su hermano D. Gonzalo y con su primo hermano D. Alonso Fernandez de Córdoba, señor de las villas de Montemayor y Dos-Hermanas, despues Adelantado mayor de la frontera y señor de la villa de Alcaudete, Albendin y las Cuevas; y por esta causa, retirados con todos sus parientes al servicio del Conde de Trastamara D. Enrique, fueron el mayor fundamento para que este Príncipe ascendiese al trono de Castilla, como él mismo confiesa. Por haber concurrido con tanto valor á la defensa de Córdoba en el año de 1367 contra los Reyes D. Pedro de Castilla y Mahomat de Granada, el Cabildo eclesiástico de Córdoba en 17 de Julio de 1369 le concedió la capilla del Espíritu Santo, que despues el primer Marqués de Comares, su tercer nieto, donó á Luis de Angulo, su tio, veinticuatro de Córdoba, por cuyo motivo la gozan hoy sus descendientes los actuales Marqueses de Guadalcázar; porque la casa de Comares,

además del patronato del convento de San Gerónimo, tiene otra capilla en la Catedral para sus sepulcros con titulo de San Pedro Mártir. El Rey D. Enrique II, estando en Córdoba en 8 de Abril de 1375, le concedió facultad para fundar mayorazgo, en que se comprenden el castillo y villa de Chillon, que habia comprado de D. Sancho, hermano del Rey, la renta de la alcabala vieja de las carnecerías, que le habia concedido por sus muchos servicios, y el heredamiento de la Alhadra, con otras posesiones.

Casó este caballero con doña Inés Martinez de Castro, hija de Juan Martinez de Castro, Alcalde mayor de Córdoba, señor en parte de la villa de Montoro, y de doña Juana Tafur, su mujer, nieta de Gil Martinez de Castro, señor de Montoro, y de doña Beatriz Alfonso, su mujer; biznieta de D. Martin Gil de Souza, Rico-hombre de Portugal, y de doña Inés Fernandez de Castro, su mujer; hija de D. Fernando Gutierrez de Castro, señor de Lemos, y de doña Emilia de Mendoza, su mujer, antecesores de mucha nobleza en España. Nacieron de esta esclarecida union: primero, Martin Fernandez de Córdoba, de quien despues diremos; segundo, D. Juan Martinez de Córdoba, Canónigo y Arcediano de Pedroche; tercero, Diego Fernandez de Córdoba, veinticuatro de esta ciudad, el cual casó con doña Sancha García, con sucesion de varones; cuarto, doña Juana Fernandez de Córdoba, que por el testamento de su madre consta haber casado, aunque no sabemos su marido; quinto, doña Beatriz Alfonso, señora de Montalvan, mujer de Fernando Alfonso de Montemayor, señor de Albendin, de quienes descienden los Condes de Luque, los Marqueses de Peñaflor y los de Guadalcázar, los Condes de Fernan Nuñez, los de Gavia, los Vizcondes de Miranda con sus dependientes; sesto, doña Maria Alfonso de Córdoba,

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señora de Benazuzera, que casó con Alfonso Fernandez de Argote, sétimo señor de Cabriñana, vasallo del Rey, veinticuatro de Córdoba, hijo de Fernando Alfonso de Argote, quinto señor de Cabriñana, primer señor de Lucena, Alcaide de los Donceles, Alcalde mayor de Córdoba, vasallo de los Reyes y Alcaide de Lucena, valiente y esforzado caballero, y de su segunda mujer doña Inės Perez de Godoy. Proceden de esta union por hembras los Condes de Bobadilla en Antequera, los Marqueses de Villaseca, los Vizcondes de Miranda, los Marqueses de Guadalcázar y Mejorada, y por varonia legitima los actuales Marqueses de Cabriñana y la casa de D. Pedro Fernandez de Argote y Aguayo en San Juan.

Martin Fernandez de Córdoba, hijo mayor, segundo señor del castillo de Chillon, Alcaide de los Donceles, sirvió valerosamente à los Reyes D. Juan el I, D. Enrico III, su hijo, y D. Juan el II, su nieto, en las guerras contra Portugal, en el cerco de Lisboa, en la batalla de Aljubarrota, en las guerras de la frontera contra moros, especialmente en la expugnacion de Antequera y en las conquistas de Setenil y Ronda, y en la defensa de Alcaudete cuando la tuvo cercada Mahomat, Rey de Granada, con poderoso ejército, desde donde despachó al Alcaide de Galid con gruesos destacamentos de caballeria, para recoger bastimentos de la villa de Albendin. Mas aquí fueron desbaratados los moros por el valor del Alcaide de los Donceles; de su primo hermano Diego Fernandez de Córdoba, Mariscal de Castilla, señor de Baena; de don Fernando Gonzalez Daza, Obispo de Córdoba; Rodrigo de Narvaez, que despues fuč primer Alcaide de Antequera, y de otros caballeros que concurrieron á la defensa de Alcaudete, donde se mantuvo tambien gloriosamente su dueño Martin Alfonso de Córdoba, señor de Montema

yor, con Diego Alfonso, su hermano, señor de las Cuevas de Guadarroman, Lope Martinez de Córdoba, su primo; Payo de Argote, Comendador de Martos, y otros grandes caballeros que acudieron prontos á fortificarse en la villa. En todas estas funciones, como tambien en las guerras intestinas con los infantes de Aragon, manifestó siempre el Alcaide su grande valor, prudencia y fidelidad á sus Reyes. Y cuando se celebró el Concilio de Constancia, el Rey D. Juan el II, queriendo enviar personas que representasen la Majestad del Soberano en aquel Congreso de toda Europa, destinó por sus Embajadores á Martin Fernandez de Córdoba, Alcaide de los Donceles, y á don Diego de Anaya, Arzobispo de Sevilla, con otros muchos Doctores y Maestros en Sagrada Teologia. En este Concilio tuvo no poco que vencer el Alcaide con su valor y prudencia para ocupar el asiento que pertenecia á los Embajadores de España. Mas todo se concluyó felizmente por su valor. Hallóse despues con sus hijos y sus Donceles en la gran batalla de las Higueras, dada en la falda de la sierra de Elvira.

Casó este caballero dos veces: la primera con dispensacion apostólica por el parentesco de consanguinidad con doña María Alfonso de Argote y Godoy, señora de las villas y castillos de Lucena y Espejo, hija única de Juan Martinez de Argote, segundo señor de Lucena, Alcalde mayor de Córdoba, y de doña Maria Garcia de Godoy, su mujer, nieta paterna de Fernando Alfonso de Argote, primer señor de Lucena, Alcaide de los Donceles, Alcalde mayor de Córdoba, señor de esta casa y heredamientos de Cabriñana, como pariente mayor del linaje de los Argotes, y de su primera mujer doña Isabel Ruiz de Cárdenas, nieta materna de D. Pedro Muñiz de Godoy, Maestre de Calatrava y Santiago, Adelantado mayor de la

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