ducciones vegetales, merecen que nos detengamos un momento en hablar de ellas. Nada hay indiferente en la naturaleza para un filósofo; sus extravíos, ó lo que nos parece serlo, son siempre dignos de su atencion.

El pueblo inumerable de insectos que vuelan, que se arrastran y que saltan sobre las plantas para sustentarse de sus diferentes partes, elige por lo comun en ellas su sepulcro; su vida se pasa en roer la sustancia vegetal, y entre ellos unos se construyen un retiro en que deben sufrir sucesivamente todas sus trasformaciones, mientras que otros, inmóviles, por decirlo así, en el lugar que los ha visto nacer, ó sobre el qual los han depositado sus madres, se ocupan únicamente en roer y chupar, y en todo este tiempo el lugar de la planta ocupada por su presencia experimenta una enfermedad particular que la hace crecer extraordinariamente, y producir tuberosidades, en las que se encierran estos insectos, y donde hallan á un mismo tiempo alojamiento, sustento y seguridad. A proporcion que sacan de ellas su alimento necesario, no solamente se ensancha la cavidad interior, sino que la masa total se hace tambien mas gruesa y sólida. Estas agallas contienen algunas veces una sola cavidad donde se alojan muchos insectos como en la agalla del grosellero formada por los pulgones; otras veces estan divididas en muchas cavidades pequeñas que se comunican entre sí, como la agalla de la zarza formada por un gusano; pero en algunas, como en la lla de figura de manzana que tiene la encina, en la del cardo hemorroidal ó de campos, en la cabelluda del rosal canino ó escaramujo &c. se pueden notar muchas celdillas todas separadas entre sí por tabiques: el número de estas no es el mismo, pues algunas veces no son mas que tres ó quatro, y otras pasan de ciento en fin otras agallas únicamente tienen una sola cavidad ocupada por un solo insecto, que vive allí en la mas perfecta soledad hasta el momento de su trasformacion.

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Las agallas varían tambien mucho en las formas, los gruesos, las consistencias ó sus diferentes texidos: las mas comunes son redondas , y la mas conocida de todas, y de que se usa mas es la agalla que nos viene de Levante, de Trípoli, de Smirna y de Alepo; su texido es algunas veces tan compacto, y sus fibras tan fuertes, que excede en dureza á los mejores árboles. Otras por lo comun son mas gruesas y redondas como la agalla de encina, cuyo texido es esponjoso. Su figura ha hecho dar á otras el nombre de agallas de grano de uva ó de grosella, y de pepita &c. Algunas imitan tambien las frutas en su texido esponjoso y aquoso, y estan matizadas algunas veces como las frutas que nos agradan mas por su colorido; estas mismas tienen muchas veces manchas amarillas roxas, y la sustancia de algunas es tan análoga á la de las frutas,

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que se ha intentado hacer de ellas el mismo uso. Segun algunos viageros se venden en el mercado de Constantinopla agallas de salvia, y se hallan en los montes de San Mauro, cerca de Paris, agallas de yedra terrestre en figura de manzanas, que comen los aldeanos, y las hallan gustosas: Reaumur dice que las ha gustado, y ha hallado en ellas un sabor aromático análogo al olor de la planta, pero desconfia que estas agallas puedan alguna vez ser colocadas entre las buenas frutas.

Entre las agallas esféricas, unas estan pegadas inmediatamente á la parte de la planta que las produce como las de la encina, y otras tienen un pezon mas cá menos corto.

Seria una obra muy larga numerar exâctamente la variedad infini→ ta de las formas que estas producciones ofrecen; basta advertir que desde la forma esférica y lisa hasta la que Reaumur llamó agallas en figura de alcachofa, que se hallan en la encina, se puede contar un número prodigioso de ellas, y no es creible que se pueda hallar una especie de uniformidad adherente á la especie de insecto que las produce. Estas monstruosidades, fruto de una vegetacion viciada, se revisten de mil formas accidentales é independientes muchas veces de la causa que las ha ocasionado. Unas veces las agallas no son otra cosa que una parte de la planta condensada é hinchada, especies de varices, como las agallas del sauce, y de las hojas de la mimbre; otras el cuerpo de la agalla duro y sólido está cargado y erizado de largos filamentos ó fibras desprendidas unas de otras, como las agallas cabelludas de los rosales camins; otras estan formadas de un gran número de escamas que se om en mútuamente, lo que hace que se parezcan á los cálices de las alcachofas; otras estan erizadas de picos y espinas, otras son ramosas, otras se asemejan á los hongos &c.

Todas las partes de las plantas pueden producir agallas quando son atacadas por los insectos, y se hallan sobre el cuerpo del las hojas, sobre sus pezones, sobre los tallos, ramas, jóvenes renuevos, raices, botones, flores, en fin aun sobre los frutos.jo's mus Es bastante verosimil que la especie de insecto influya mucho sobre la especie de agalla, especialmente para que sea leñosa ó esponjosa, ó cabelluda &c. pero por lo que hace á la forma exterior y accidental, la vegetacion sola de la planta la produce. Con solo registrar la agalla se puede juzgar con bastante seguridad si está hàbitada ó no; si no tiene agujero alguno, los insectos que han ocasionado su nacimiento estan aun encerrados en su interior; pero si en su superficie se percibe una ó muchas aberturas, se debe concluir que los insectos han sufrido sus trasformaciones, y han salido. Si no contentándose con registrarla exteriormente se abre la agalla en dos partes con un cuchillo, no se dexará de hallar en ella uno

ó muchos insectos segun el número de celdillas; y segun el tiempo en que hubieren sido abiertas, se hallarán estos insectos ó baxo su primera forma, ó baxo la de ninfa ó de crisálida. Despues de sus trasformaciones se hacen ó moscas con quatro alas, y esto es lo mas comun, ó moscas con dos alas, ó escarabajos, ó mariposas; de consiguiente abriendo agallas de diferentes especies antes del tiempo de las trasformaciones, se encontrarán en ellas gusanos, unos con una cabeza escamosa y dientes ó garfios y sin piernas, otros sin piernas y sin cabeza escamosa, falsas orugas gusanos que tienen mas de diez y seis piernas, ó piernas distribuidas de otro modo que las de las orugas; en fin verdaderas orugas. Como los pulgones y una especie de chinche producen tambien agallas, se hallarán baxo su primitiva forma.

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Se hallan agallas en figura de vexigas sobre el olmo, la cornicabra y el álamo, producidas por pulgones, otras semejantes sobre el tilo, que deben su nacimiento á gusanos, que se vuelven moscas con dos alas; los gusanos roxizos que producen tambien moscas ocasionan en la hoja de la retama pequeñas agallas redondas y erizadas: los gusanos amarillentos como el ambar, y que se trasforman en moscas con dos alas, forman agallas aplicadas contra los tallos de las zarzas, las quales es preciso no confundir con las cabelludas de que hablaremos mas abaxo; una chinche produce la agalla que se ve en ciertas flores del teucrio camedrio. Las agallas que crecen en las hojas del sauce contienen una falsa oruga que se trasforma despues en una pequeña mosca con quatro alas. Las agallas de las hojas de la mimbre conton habitantes de la misma especie. Las del limonium de Chipre se parecen á un fruto redondo sostenido por un pezones tienen la figura y el grueso de una nuez moscada, y una verdadera oruga habita la cavidad interior: sobre las hojas de la haya se encuentran algunas parecidas á un hueso de fruta, algo menos llanas, y un poco mas puntiagudas. El cardo hemorroidal produce una agalla que contiene: un gran número de celdillas, donde estan alojados unos gusanos que se convierten en moscas con dos alas. Ea yedra terrestre las produce tambien, aunque redondas, y sus gusanos se mudan en moscas con quatro alas.

No hay vegetal que contenga mayor cantidad de agallas y en tanta variedad como la encina; se ven sobre todas sus partes en general sobre las hojas, unas en figura de hongos producidas por gusanos que se hacen moscas con dos alas, otras que son redondas estan pegadas solamente en un lado de la hoja, y los dos lados han contribuido á la formacion de otras, las quales son el producto de un gusano que se convierte en mosca con quatro alas; otras pendientes de un pezon tienen su color y figura muy parecidos á un grano de grosella, y como muchas de ellas se encuentran adherentes

á las candelillas de la encina, parecen racimos de grosellas; su sustancia inferior, aunque sólida, está llena de agua como la de muchas frutas; en el centro tienen una cavidad bastante esférica, que contiene un pequeño gusano blanco con dos garfios, el qual con el tiempo se hace una ninfa blanca ó morena, y al fin una pequeña mosca negra con quatro alas; otras estan pegadas contra la parte inferior de las hojas, y se parecen exâctamente á los pequeños botones de chaleco; entre ellas se encuentran amarillentas, roxizas en parte, enteramente roxizas y de un bello roxo; estan habitadas por pequeños gusanos, que en la primavera, y algunas veces en Octubre se hacen una mosca. Por poco que se exâminen las hojas del mismo árbol ó de los renuevos tiernos se descubrirán otras mucho mas pequeñas y no menos vistosas, parecidas á una campanilla ó á un cubilete, las quales estan pegadas por su punta; estos pequeños cubiletes son verdes, y el borde ensanchado es de un hermoso roxo de color de carmin; la cavidad está ocupada por un pequeño gusano que está cubierto otra vez con una produccion muy semejante á una cobertera ordinaria, en medio de la qual hay un pequeño boton para agarrarla. Sobre las yemas de la encina se encuentran con bastante freqüencia agallas que por su redondez, su dureza y sus colores parecen unas bolitas de madera amarillenta; muchas de ellas estan algunas veces apiñadas, y deben su nacimiento á moscas con quatro alas armadas con una especie de cola. Tambien se hallan sobre la encina gruesas agallas que parecen unos verdaderos nudos, tanto mas que son leñosas y muy duras; contienen cantidad de celdillas, y cada una de estas un pequeño gusano blanco que se trasforma en Abril en una mosquita morena con quatro alas. Las agallas de, figura de manzanas que salen en los botones de la encina contienen tambien muchas celdillas, de donde salen por el mes de Julio moscas con quatro alas. Exâminese un boton de encina antes de abrirse sus hojas, y se verá muchas veces taladrado por un agujero redondo que va á parar á una pequeña agalla de tres, quatro ó cinco celdillas, en que se alojan gusanos que darán en lo sucesivo moscas morenas con quatro alas. De estos mismos botones nacen tambien las agallas de figura de alcachofa, de que ya hemos hablado, que contienen muchas cavidades donde se halla un gusano ó una ninfa, ó una mosca con quatro alas.

Las agallas mas singulares son sin disputa las que crecen sobre el rosal canino conocido baxo el nombre de escaramujo, agabanza ó alarguez. Su interior es bastante sólido y compacto, y su exterior está cubierto de filamentos ó de una especie de barbas. Se hallan no solamente en el lugar de los botones, sino tambien sobre las fibras de algunas hojas, é incluyen muchas cavidades, de las quales cada una está destinada á un gusano que da nacimiento á una mosca

semejante á las que producen las agallas de encina.

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Tales son con corta diferencia las principales variedades de agallas que se pueden observar sobre las plantas y los árboles, las quales es mucho mas fácil describir y reconocer los insectos á que deben su formacion, que explicar como se han producido, y como crecen pues la mayor parte de ellas vegetan tan rápidamente que no se puede distinguir, por decirlo así, el instante de su nacimiento del de su entero acrecentamiento. Reaumur que se propuso por muchos años seguir la vegetacion de las bellotas más comunes de la encina, como tambien las agallas de hechura de granos de grosella, vió despues de un gran número de observaciones, que su acrecentamiento se executaba en muy pocos dias, y le fue siempre muy dificil. coger quando eran pequeñas las que se habian de hacer mas gruesas. La explicacion de la formacion de una agalla dada por Reaumur parece tan natural y verosimil, unida sobre todo á la observacion de Malpighi, que no podemos hacer otra cosa mejor que ponerla aquí: "Se hizo, dice, una herida á una fibra, y en ella se deposito un huevo; esta herida, hecha en una parte muy abundante de xugos nutricios, se cerró muy pronto, sus bordes se hincháron, se aproxîmáron, y he ahi encerrado el huevo. Al rededor de este se formará en pocos dias una agalla tan gruesa como debe ser, cuyo centro ocupará el huevo. Un cuerpo extraño, introducido en las carnes de las plantas como en las de los animales, es á propósito para hacer nacer en ellas tuberosidades; una espina y aun una fibra de árbol introducida en nuestra carne hace bien presto nacer un tumor en ella, pero se produce podredumbre y corrupcion; lo qual no parece que sucede en la agalla, pues todo en ella se ve sano, y ningun xugo se ha derramado; esto consiste en que la espina no limpia la herida que ha hecho en la carne, ni quita el xugo derramado por ella..... Si se exâmina con atencion la cavidad de la agalla de hechu→ ra de grosella ú otra qualquiera, ya sea en el tiempo en que todavia no hay mas que un huevo alojado en ella, ó quando se manifiesta el gusano, no se advertirá xugo alguno derramado...... No es extraño pues que el gusano chupe todo el xugo que está pegado á las paredes de esta cavidad, y tambien que lo atraiga. Ya no debemos admirarnos de que el huevo chupe y atraiga este xugo, si se tiene presente, segun lo hemos observado, que crece en esta cavidad ; su tela flexîble debe tenerse por una especie de placenta arrimada á las paredes de la cavidad; tiene vasos abiertos, que como especies de raices se levantan y reciben el xugo suministrado por las paredes de la agalla; esta agalla es una matriz para el gusano en el huevo, y así puede el insecto, mientras que está encerrado en él, determinar el xugo á fluir mas abundantemente en la agalla que en las otras partes de la planta.