mezclar sus mortales despojos á la tierra cubana, nos dejara sobre ella como guardadores del aliento de una raza admi rable en la historia. ALFREDO ZAYAS, Jefe del partido liberal. COTIDIANAS Dentro de breves horas estará entrando en puerto la corbeta Nautilus de la marina española, á la que Cuba espera, para sellar con efusión sincera el lazo de unión que ya la une, y que la unirá eterna mente á la madre Es paña. Es toda una historia, y toda una tierra la que flotando en el Océano se va acercando á nosotros, despertando en nuestra alma los recuerdos tristes y alegres, refulgentes y sombríos de un pasado sobre el cual se levanta un presente de esperanzas, y se edificará un espléndido porvenir de realidades deslumbrantes para la Iberia de los grandes tiempos para el continente latino americano,y para la raza de los bravos legionarios, de los Bayardos soñadores y de los héroes legendarios... Cuando la Nautilus ancle en nuestra bahía, un estremecimiento de júbilo sacudirá las entrañas de nuestro pue ALEJANDRO RODRIGUEZ MAEZTU blo, y entre los vítores y músicas y palmas pondrá pie en el muelle la tripulación del barco, consumándose en ese instante la gran concentración hermosa de todos los espíritus que guardan incólumes las excelsitudes de la extirpe, en una sola aspiración: la de fundir para siempre en algo así como una nacionalidad moral estos fragmentos de la España descubridora, que se llaman Repúblicas de América, con la España de nuestros días, para perseguir con la fe ardorosa de los aman. tes de sus tradiciones el triunfo del ideal sagrado de la unifi cación de la familia común á fin de vencer más tarde en los empeños nobles de perpetuar, resucitando las muertas glorias, el genio latino en el mundo entero, y echar por tierra la fábula respecto á la superioridad de las gentes de otras razas.... ¡Bienvenidos, marinos españoles que tripulais la Nautilus! Venís al hogar cariñosamente fraternal de los cubanos que aprendieron de vosotros las lecciones de los estupendos sacrificios por la libertad y por el honor y por la patria; y que después de concluida la guerra civil que culminó en la independencia, supieron, espontáneamente, evidenciar que la venganza y el odio no eran dignos de pechos hidalgos, y que eran hidalgos por ser españoles, y abrieron la conciencia al olvido y el corazón al perdón y la vida entera. al amor; y con el último tiro en la manigua, se extinguió el eco de la última blasfemia; y al primer acento que resonó por la concordia, se unieron tantos, que hoy, ya lo veis, los cubanos revolucionarios que el día de la crisis de todas las cóleras, llegaron á creer que lo único bueno que les había dado España era el idioma y eso, porque en palabras de esa misma lengua podían escupirle injurias á la cara, grit an leal y sentidamente: ¡Viva España! BENJAMIN LÓPEZ LEFEBRE Guardiamarina Todo sea por Cuba. Lacret. Quizás, al escribir estas líneas se encuentren en tierra cubana los marinos españoles que forman parte de la tripulación de la corbeta-escuela Nautilus, recibiendo los agasajos y manifestaciones que la culta Habana les rinda. En ninguna ocasión más propicia podrán haber llegado esos distinguidos españoles, y decimos esto porque en ningun momento como en el presente, en las circunstancias en que nos encontramos precisa es y hasta salvadora la unión más estrecha y fuerte entre cubanos y españoles, para conservar en esta tierra que fué rico florón de Castilla, hoy República Cubana, la raza de nuestros pasados, su amor y su civilización. La presencia de la Nautilus en nuestras aguas lejos de avivar recuerdos y odios del pasado, fortifica el sentimiento y alienta el espíritu nacional del pueblo cu. bano. Y cómo nó? La república cordial soñada por el gran Apóstol Martí, "de todos y para todos", nuestra República Cubana fué también levantada por el concurso valioso de los españoles que, en la emigración, y en los campos de batalla lucharon con los cubanos por la libertad deCuba. Españoles fueron aquelos republicanos que en momentos históricos decretaron la independencia absoluta de Cuba y la abolición total de los negros; españoles son los que, dignos y gallardamente, en nuestros días cooperan con nosotros para restaurar la República, para consolidar la paz y fraternidad. El lazo de unión y concordia que unen á unos y á otros; los afectos que los acercan; el interés que por el bienestar de este pais persiguen unidos españoles y cubanos, se aumenta de día en día siendo esto irrefutable. La guerra de Independencia, la derogación de la Soberanía en esta Colonia, los desafectos que siempre dejan guerras de esta clase, en Cuba providencialmente, no han surgido, para bien de todos. He ahí el por qué, á la gran manifestación de los españoles á sus marinos de la Nautilus se unen alborozados los cubanos, sin menoscabo de su dignidad, sin grandes excitaciones, solo correspondiendo á un expontáneo sentimiento de amor y fraternidad. Nosotros hacemos votos por que esa unión perdure para bien de nuestra independencia, de nuestra raza y de nuestra cultura. ¡Loor á la unión de españoles y cubanos, como decía et inolvidable Lacret, todo por Cuba! La Palabra de Pinar del Río. La "NAUTILUS" Hoy, según todos los cálculos, entrará en nuestro puerto la corbeta Nautilus, barco escuela de guardias marinas españoles. Quizás cuando este número de Cuba llegue á manos de nuestros favorecedores, ya se halle á la vista el esperado bu que. Aun dando de mano á los tópicos, no siempre sinceros, de la raza y de la lengua; aun dejando en su anaquel venerable la tantas veces descalabrada "unión y concordia," bien pc demos regocijarnos del arribo á nuestras playas de la nave hispana, suceso al cual ha dado este buen pueblo habanero, con su congénita vehemencia y su impetuosidad nunca rendida, los caracteres del fausto y magno acontecimiento. Para el núcleo español de nuestra sociedad, marca, sin duda, emoción patriótica la llegada á la Habana de un barco de la marina de guerra de su nación, de esa marina que hace nueve años encontró en estas mismas aguas glorioso y trágico desastre, y cuya representación será recibida entre vítores y aplausos. Ese buque, que no es poderosa máquina de combate, sino escuela donde se alecciona una juventud bizarra, sin lazo alguno con un pasado triste y esperanza de un porvenir risueño, significa, y así es en realidad, para los españoles que aquí residen, amantes de su patria, amantes también de Cuba, la suprema reconciliación de los dos pueblos, un día separados por leyes ineludibles de la humanidad y de la historia. Y para los cubanos, aún descontando todo sentimiento, nunca extinguido realmente, de respeto ó de afecto hacia la nación progenitora, ha de ser forzosamente lisonjera la cortés visita del barco español. Uno de los argumentos que se han alegado por los enemigos de nuestra República, es la resistencia más ó menos velada que según ellos, oponen al gunas naciones europeas á Por esa sola consideración ha de merecer la simpatía de los cubanos la gaİlarda corbeta que llega en estos momento á nuestras costas. Pero además, existen otros motivos, no sentimentales ni líricos, que nos inducen á estimar como un feliz suceso la llegada del barco-escuela español. Demanda el interés sude Cuba que se espremo tablezca cierta cohesión entre los elementos que forman este pueblo harto débil harto desavenido y heterogeneo, para que pudiera resistir, el desafecto á su fin primordial y patriótico de factores valiosísimos arraigados de manera bien profunda en la sociedad cubana; y he aquí por donde ha de ser favorable al ideal de independencia y de República, todo lo que contribuya de algún modo á unir y estrechar en sus relaciones y afectos al cubano y al español. Fallecido á bordo de la "Nautilus" en la travesía Así lo han entendido, sin duda, los veteranos de la independencia al disponerse á recibir con verdadera cordialidad á los marinos españoles; y ese abrazo que dan los que combatieron en la manigua á la España nueva representada por la marcial y bizarra juventud que nos visita, será sin duda la |