Formó parte de la Escuadra que condujo á España á don Amadeo de Saboya.

El 19 de Abril de 1883 ascendió á Teniente de Navío, embarcando en la fragata Carmen, Escuela de guardiamarinas, en la que hizo distintos viajes. De aquí pasó el 86 á la Escuela Naval flotante, desempeñando durante seis años las clases de Astronomía, Teoría del buque y Maniobras.

Volvió á Cuba el 93 de segundo Comandante del cañonero Magallanes, el cual mandó interinamente.

Estuvo de segundo Comandante del crucero Colón, formando parte de la comisión hidrográfica de Puerto Rico,

navío de la clase.

mandando luego interinamente el cañonero Cuba Española, cuyo mando tuvo hasta su ascenso á Teniente de Navío de 1a clase, el 2 de Abril de 1895, regresando á España destinado como Secretario de la Jefatura de Armamentos de Fe

rrol.

Después fué jefe interino de la Brigada torpedista, pasando á desempeñar la Jefatura interina de Armamentos.

Fué nombrado Comandante inspector de las construcciones de los tres torpederos Don Alvaro de Bazán, Doña María de Molina y El marqués de la Victoria, que por iniciativa particular se construían en los astilleros de la Graña (Ferrol), siendo nombrado Comandante en propiedad del Doña María de Molina, en cuyo buque viajó por

2: Comandante de la "Nautilus".-Teniente de el Cantábrico dando escolta al Rey Don Alfonso XIII, en su viaje á Santander, Bilbao, Avilés y Galicia. En este mismo cañonero fué á las islas Canarias en Agosto de 1903, navegando continuamente por todas las islas de

aquel Archipiélago, quedando de segundo Comandante de Marina de Tenerife, en cuyo puesto ascendió á Capitán de Fragata el 25 de Agosto de 1905, siendo encargado del mando de la corbeta de guerra española, Escuela de guardiamarinas Nautilus, el

6 de Noviembre de

1907.

Ha sido honrado con las siguientes condecoraciones: Medalla de Alfonso XII (campaña cantábrica) Medalla de la Coronación de Alfonso XIII, Medalla de Cuba (1 guerra). Es Benemérito de la Patria. Tiene dos cruces blancas de 1a clase del Mérito Na. val por el profesorado. Una igual por servicios especiales. Otra idem por operaciones navales del Cantábrico: Cruz y Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, Cruz blanca de 2a clase del Mérito Naval portodos los importantes servicios prestados en el empleo de Teniente de Navío de 1a clase y Medalla de Don Amadeo.

Al mando del bu- D. José Rodriguez y Dominguez Quintana. 1er. Médico de la "Nautilus" que escuela Nautilus, salió de Ferrol el 13 de Enero último, con rumbo á Cádiz, al que arribó el 29 después de 16 dias de navegación, en los que abundaron las calmas y malos vientos. De Cádiz salió el 12 de Febrero y llegó á San Vicente de Cabo Verde el 21. De aquí salió para Fort de France el 25, llegando el 10 de Marzo. De Martinica salió para la Guayra el 24 llegando el 27. Salió de ese puerto el día 2 de Abril y llegó á Curaçao el 3. Abandonó aquel puerto el 6, llegando á Colón el 8. De allí salió el 16 para Jamaica, llegando el 30 á Kingston. Salió de este último puerto para Veracruz el 11 de Mayo y llegó el 21. El 19 de Junio emprendió viaje para la Habana, verificando su entrada el 24 del mismo.

Brillante es por todos conceptos la hoja de servicios del señor Moreno Eliza y brillante el porvenir.

La circunstancia de pertenecer á la promoción que inauguró la Escuela Naval hace suponer fundadamente en que dentro de cinco años será el señor Moreno Eliza, Almirante.

La visita de "LA NAUTILUS"

Los preparativos que se están llevando á cabo para recibir á la corbeta Nautilus, barco-escuela de la armada espa

D. DIEGO ARIAS

ñola, demu es tran claramente que to dos aquí nos damos exacta cuenta de la trascendencia de ese suceso. Es la Nautilus el primer buque de aquella armada que visita á Cuba, desde el cese de la soberanía, y su llegada viene á ser una prueba evidente de que se han amortiguado todos los resentimientos que separaron á España y Cuba, en dias no lejanos aun. Que esos resentimientos ha

bían desaparecido en este país, lo veíamos, lo palpábamos. todos los que en él vivimos; pero era de temer que en la vieja metrópoli el recelo subsistiera, ya que no el rencor, y que las relaciones entre los dos países continuasen siendo estrictamente lo corteses y correctas que imponer los protocolos internacionales.

Pero alegra el alma convencerse de lo contrario. España, persuadida de que aquí no hay nadie que no ansíe su amistad y su cariño; nadie que no anhele verla próspera y feliz; nadie que no aspire á considerar al pueblo español como

pueblo hermano del cubano; nadie que no venere sus glorias tradicionales y no recuerde que le debemos lengua, religión y lo mejor de nuestras costumbres y sentimientos. España, repetimos, como para demostrarnos que olvida lo amargo para no recordar más que lo agradable de nuestro común pasado, toma espontáneamente la iniciativa de enviarnos la brillante y noble ju

ventud que á bordo de la Nautilus representa sus esperanzas, para que traiga á Cuba algo así como el más puro y más sincero abrazo de reconciliación, de amor y de fraternidad.

Este gesto de España-para emplear un término exótico y expresivo es noble y hermoso. Cuba ente. ra lo ha saludado con regocijo y enternecimiento. Sí; será la Nautilus la bienvenida. El pueblo cubano todo entero va á recibir á los marinos españoles, así á los expertos maestros como distinguidos alumnos á los de esa escuela naval flotante como á familiares que llegan tras prolongada ausencia, y llegan trayendo en el alma sentimientos cariñosos. que corresponden á los que abrigan los que llenos de ansias

los aguardan para estrecharlos en sus brazos fraternales. Y no será un espectáculo baladí, sino sublime, el que hemos de contemplar, viendo á nuestra marina oficial, á la marina de la República de Cuba, extremando sus agasajos á los tripulantes de la nave que lleva en sus topes la bandera de "oro y grana", la bandera gloriosa que Castelar llamaba en un discurso famoso, el perdón "de D. Juan de Austria y del Marqués de Santa Cruz".

Porque, según nuestras noticias, los marinos cubanos se

proponen recibir de una manera excepcional á los tripulantes de la Nautilus. Y hacen bien, porque también es excepcióna la visita de esos futuros huéspedes. La bandera de guerra de España viene aquí á tremolar, digna y altiva, no como tremolara frente á la bandera cubana en los campos

de batalla, sino como emblema de paz y de afecto; y á ese propósito generoso nosotros debemos corresponder de manera que se vea que apreciamos toda su grandeza y magnanimidad.

Cuando la América meridional se se. paró de España, tardó mucho tiempo en restablecerse la cordialidad en las relaciones de España y las repúblicas sudamericanas. Con Cuba no ha querido España mostrarse malhumorada un solo día. Esta predilección, no nos debe envanecer, puesto que la vanidad es pecado; pero nos debe conmover en las fibras más profundas del corazón, porque nos enaltece y nos honra.

Bajo la impresión de estos sentimientos es como Cuba se prepara para la recepción de la Nautilus. Cuando el vigía del Morro señale el barco español, todos iremos á la playa á darle la bienvenida, con el 'alborozo inmenso que se experimenta viendo volver, pletórico de vida y rebosante de orgullo, al hermano que se vió partir en la creencia de que muy tarde ó más nunca regresaría.

La Lucha de 28 de Marzo de 1908.

COTIDIANAS

Con motivo de la llegada á la Habana de la Nautilus, el titulado Ayuntamiento de la capital de la República ha acordado tomar parte activa en los festejos que en honor de los