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blasen más en ello; de lo cual unos se maravillaron, otros se sintieron, y todos callaron.

CVI

De cómo hubieron portogueses la contratación de las especias.

Haciendo guerra los portogueses a los moros de Fez, reino de Berbería, comenzaron a costear y guerrear la tierra de Africa del estrecho afuera, y como les sucedía bien, continuáronlo mucho, especialmente don' Enrique, hijo del rey don Juan el Bastardo y Primero. Hallaron la mina de oro en Guinea y contratación de negros el año de 1471, siendo rey don Alonso V; el cual, como navegaba mucho por allí y sin contradición casi ninguna, propuso de enviar al mar Bermejo y haber la contratación de las especias para sí. Antes de armar envió a Pedro de Covillana y Alonso de Paiba, el año de 1487, a buscar y saber el precio y tierra de la Especiería y medicinas que de India venían al mar Mediterráneo por el Bermejo. Envió éstos porque sabían arábigo, desconfiando de otros que antes enviara, que no lo sabían. Dióles dineros y créditos, y una tabla por do se rigiesen, que sacaron el licenciado Calzadilla, obispo de Viseo, el doctor Rodrigo, maestre Moisén y Pedro de Alcazaba, de un mapa que debía ser de Martín de Bohemia, y de un memorial que quizá era el mesmo de Cristóbal Colón, donde se ponía el camino por poniente. Ellos fueron a Hierusalén y al Cairo, y de allí a Aden, Ormuz, Calicut y otras grandes ciudades y ferias de aquellas mercaderías, en Etiopía, Arabia, Persia e India. Paiba murió luego andando por su cabo, y Covillana, como lo detuvo el Preste Gian, no pudo volver, mas escribió al rey lo que pasaba sobre la Especiería. Rabí, Abraham y Josepe de

Lamego, zapatero, fueron a Persia y dieron nuevas al rey del trato de las especias. El los tornó a enviar en busca de Covillana, y volvieron con cartas y avisos dél. El rey don Juan el Segundo de Portugal, que rescibió las cartas de Covillana siendo ya muerto el rey don Alonso, su padre, envió carabelas en busca de la Especiería, año de 1494, pero no pasaron el cabo de Buena Esperanza hasta el de 97, que don Vasco de Gama lo pasó, y llegó a Calicut, pueblo de grandísimo trato de medicinas y especias, que era lo que buscaban. Trajo muchas dellas a buen precio, y vino maravillado de la grandeza y riqueza de aquella ciudad y *de los muchos navíos, aunque chicos, que había en el puerto, ca eran cerca de mil y quinientos, y todos o los más andaban en el trato de las especias y medicinas. Mas no son buenos para navegar sino es con viento en popa, ni para pelear con nuestras naos, que dió avilanteza a los portugueses de tomar aquella contratación; ni tienen aguja de marear, ni buenas áncoras, ni velas, en respecto de las nuestras. Año de 1500 envió el rey don Manuel doce carabelas con Pedro Alvarez a Calicut, y trajo el trato de las especias a Lisbona, y ganó después a Malaca, extendiendo su navegación a la China. Don Juan, su hijo, la ha mucho acrecentado. En la manera y tiempo que digo se trujo a Portugal el trato de la Especiería y se renovó la navegación que antiguamente tenían los españoles en Etiopía, Arabia, Persia y otras tierras de Asia, por causa de mercaderías, y principalmente, según creo, por especias y medicinas.

CVII

Los reyes y naciones que han tenido el trato de las especias.

Españoles traían antiquísimamente especias y medicinas del mar Bermejo, Arábigo y Gangético, aunque no en tanta cantidad como agora; que a eso iban allá, según muchos, con mercaderías y cosas de nuestra España. Los reyes de Egipto tuvieron la contratación de las especias, olores y medicinas orientales mucho tiempo, comprando de alábares, persas, indianos y otras gentes de Asia, y vendiéndolas a scitas, alemanes, italianos, franceses, griegos, moros y otros hombres de Europa. Valía el trato de la especiería al rey Tolomeo Auleta, padre de Cleopatra, la de Marco Antonio, doce talentos, según Estrabón, cada un año, que son siete millones de nuestra moneda. Romanos tomaron aquel trato con el mesmo reino, y dicen que les valía más; empero fuese disminuyendo con la inclinación del im. perio, y en fin se perdió. Mercaderes que corren mar y tierra por la ganancia hicieron la contratación en Cafa y otros lugares de la Tana o Tanais; pero con grandísimo trabajo y costa, ca subían las especias por el río Indo al río Uxo, atravesando a Bater, que es la Batriana, en camellos. Por Uxo, que agora dicen Camu, las metían en el mar Caspio, y de allí las llevaban a muchas partes; mas la principal era Citraca, en el río Ra, dicho al presente Volga, donde iban por ellas armenios, medos, partos, persianos y otros. De Citraca las subían a Tartaria, que antes era Scitia, por la Volga, y en caballos la ponían en Cafa, que antiguamente se dijo Teodosia, y en otros puertos allí cerca de la Tana, de donde las tomaban alemanes, latinos, griegos, moros y otras gentes de nuestra Europa. Y aun poco ha iban allí por ellas venecianos, ginoveses

y otros cristianos. Trajeron después las especias y otras mercaderías de la India, que llegaban al mar Caspio, a Trapisonda, bajándolas al mar Mayor o Póntico, por el Hasis, que agora nombran Faso. Mas perdióse la contratación con aquel imperio, que deshicieron los turcos poco ha. Entonces las portearon por Eufrates arriba, que cae dentro del mar Pérsico, y por cargas desde aquel río a Damasco, Alepo, Barut y otros puertos del mar Mediterráneo, y los soldanes del Cairo tornaron el trato de las especias al mar Bermejo y Alejandría por el Nilo, como solía ser, pero no en tanta abundancia. Los reyes de Portugal la tienen al presente, por la vía y negociación que oistes, en Lisbona y Anvers, no sin envidia de muchos codiciosos y ruines, que importunan al turco y a otros reyes que se lo estorben y quiten; mas con la ayuda de Dios no podrán. Pablo Centurión, de Génova, fué a Moscovia, el año de 20, a inducir al rey Basilio que trujese a su reino el trato y mercadería de las especias, prometiéndole grande ganancia con poco gasto; empero el rey no lo quiso tentar, cuanto más hacer, entendiendo el grande camino y trabajo que sería; ca las tenían que subir por el Indo a tierra de Bater, y de allí en camellos al Camu, y por aquel río a Estrava, y luego a Citraca, que están en el Caspio. De Citraca llevarlas por la Volga a Oca, río grande, y después a Mosco, siempre río arriba, porque todos tres vienen a ser uno hasta Moscovia, ciudad; y de allí por su tierra al mar Germánico y Venedico, donde son Ribalia, Riga, Danzuic, Rostoc y Lubec, pueblos de Libonia, Polonia, Prusia, Sajonia, provincias de Alemaña que gastan muchas especias. Más molidas y estragadas vinieran por este camino las especias que no vienen en las carabelas de Portugal, que no se tocan hasta Lisbona desde que las cargan en la India. Digo esto porque afirmaba este ginovés corromperse las especias en tan larga navegación. Solimán, turco, ha también procurado echar de Arabia" y de la

India los portugueses para tomar él aquel negocio de las especias, y no ha podido; aunque juntamente con ello pretendía dañar a los persianos y extender sus armas y nombre por allá. De manera, pues, que Soleimán, eunuco, Basá pasó galeras del mar Mediterráneo al Bermejo y al Océano por el Nilo y por tierra. El año de 37 fué a Dío, ciudad e isla cabe el Nilo con flota y ejército; sitióla, combatióla reciamente y no la pudo ganar, ca los portugueses la defendieron gentilmente, haciendo maravillas por tierra y por agua. Era medroso como capado, y cruel como medroso. Llevó a Constantinopla las narices y orejas de los portugueses que mató, para mostrar su valentia.

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FIN DEL TOMO PRIMERO

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