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DE VARIAS OBRAS EN PROSA Y VERSO

del Excmo. Señor

D. Gaspar Melchor de Jovellanos:

ADICIONADA CON ALGUNAS NOTAS

Por D. P. M. C.

TOMO IV.

MADRID: setiembre 1831.

Imprenta de D. LEON AMARITA

plazuela de Celenque.

Span 5488.2

1876, Miril 6. By Exchange of Duplicates.

Non omnis moriar; multaque pars mei

vitabit Libitinam. HORAT.

No moriré del todo.

192537

que

dió á un jóven teólogo al salir de la Univer sidad, sobre el método que debia observar para perfeccionarse en el estudio de esta ciencia.

Experto crede.

El hombre vale lo que sabe; pero no vale mas el

que sabe mas, sino el que sabe mejor. Aquel podrá tener mayor número de ideas; pero este le tendrá mayor de ideas buenas, y estas valen mas que aquellas. Por esto se dijo, que hay burros cargados de letras. La bondad de las ideas tiene dos solas medidas: 1.a la verdad: 2.a la utilidad. Esta medida en las ciencias sagradas es una sola, porque en ellas lo que no es verdad es peor que nada, y nada es lo que no es útil.

En otros estudios la opinion puede ser buena, en cuanto conduzca al descubrimiento de alguna verdad, ó de alguna cosa útil; pero en estos las verdades, como establecidas por la autoridad, escluyen toda opinion, ó por lo menos la hacen peligrosa. ¿Cuál otra puede ser la causa de tantas heregías, derivadas de opiniones teológicas? ¿Cuál la de tantas discusiones, de tantas opiniones de escuela, que para ser inútiles les basta no ser necesarias?

De aqui es que en las ciencias de autoridad, cual es la teología, el estudio se debe hacer en las fuentes, y que casi todo el que se hace fuera de ellas es casi, si no enteramente inútil.

Se dirá que otros estudios pueden conducir para ilustrarlas, y esto es verdad en el sentido que se esplicará despues: pero nótese ahora que las fuen. tes de la teología son claras, porque las decisiones de la autoridad lo son tambien; y si pueden ofrecer alguna duda, no será ciertamente al que ha estudiado ya los principios de teología.

Concluyo, pues, que el teólogo debe hacer todo su

estudio en las fuentes.

No diré cuáles son estas, porque supongo bien conocida la materia de Lugares teológicos. Si no lo estuviese, estúdiese, y estráctese, y ante todas cosas, la escelente obra de Cano. Otras hay mas breves, uinguna mejor.

Pero sí diré que pues la primera fuente teológica es la sagrada escritura, el primer estudio del teólogo debe ser la Santa Biblia. Si este es el libro de todo cristiano; si es el que debiera leerse por todos, y meditarse por todos, y á todas horas, ¿cómo no lo será del teólogo? Es preciso leerle todo, y de seguida, y con reflexion, y no solo una sola, sino dos ó mas veces, singularmente el nuevo Testamento, que es la segunda fuente de la teología.

Siguen en órden los Concilios. Este estudio es mas vasto y menos importante; pero lo es mucho: hay para él buenas sumas. Pero los Ecuménicos deben leerse enteros, y mas que todos el Tridentino, que dió el último punto de estabilidad á las materias de disciplina.

Pero el teólogo español debe estudiar tambien nuestros Concilios: ningunos para él mas luminosos. Los geperales léanse en Loaisa; para los otros basta el Villanuño.

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Santos Padres. El estudio de los Santos Padres es mas vasto aun, pero tambien muy necesario. En el dia se deben preferir los antiguos apologistas de la religion; porque estamos en un siglo en que ninguno merecerá el nombre de teólogo, si no puede atacar, como ellos, y con su auxilio, á los modernos incrédulos. Apenas producen estos argumento que no sea una renovacion de los que hacian los antiguos filósofos, y que no esté satisfecho por aquellos venerables defensores de la doctrina de Jesucristo.

Este estudio se puede hacer en estractos. Ningu, nos mejores que los de la biblioteca del Padre Cellier: está en francés. Pero hay algunos tratados, singularmente en San Agustin, el Crisóstomo y San Cipriano, que solo se deben leer en ellos.

Las Decretales. Ninguno se dirá tampoco teólogo que no sea canonista. ¿Por qué se habrán hecho dos ciencias de lo que debiera ser una sola? Para este estudio basta al teólogo una suma; pero cuidado con escogerla buena, porque hay muchas ruines y alguna muy mala. Aconsejo las Instituciones del Selvagio.

Historia eclesiástica: estudio necesario para en tender y ordenar los demas. Ella sola no puede hacer un teólogo; pero ninguno lo será sin ella.

El establecimiento de la Iglesia, la progresiva esposicion de los dogmas por los Concilios, la série de la tradicion, las vicisitudes de la disciplina; allí es donde se verán espuestas con claridad y órden.

Estójase una buena. Creo que lo sea la de Calmet, que abraza el viejo y nuevo Testamento: para la inteligencia de aquel es necesario algun aparato, y tengo por bueno el de Lami..

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