Imatges de pàgina
PDF
EPUB

persecuciones Gentilicas fue contra las Memorias de los Christianos, lograron en gran parte el envidioso efecto, y quedamos despojados de muchos monumentos, no puno pudiendo expresar hoy los nombres de Prelados que precedieron y siguieron à S. Fructuoso, hasta el Siglo siguiente, en que empiezan otras Memorias seguras, aunque tambien cesan por algun espacio y esto dió ocasion à los ociosos de mala fe, para introducir lo que se les antojó, sin tener à su favor ningun antiguo documento.

[ocr errors]

54 De la entrada del Siglo quarto persevera una ilustre memoria de esta Iglesia en el Concilio General Arelatense, congregado por el Emperador Constantino Magno en el año de 314. sobre las disensiones de los Donatistas à que concurrieron Obispos y Procuradores de Iglesias de Africa, España, Francia, y Italia. Tarragona, que no tenia Prelado à la sazon, ò no pudo ir personalmente, envió dos Procuradores un Presbitero, llamado Probacio, y un Diacono, cuyo nombre era Castorio. Estos subscribieron asi:

,

lla

Probatius Presbyter, Castorius Diaconus, de Civitate Tarracone. En otras varias Iglesias sucedió lo mismo, de enviar Apoderados, y no sonar el nombre del Obispo. Por tanto ignoramos el nombre del Prelado, pero es ilustre memoria de la Sede.

55 El Señor D. Antonio Agustin formó Catalogo de los Prelados que presidieron aqui antes de los Moros, introduciendo unicamente los que le parecieron seguros, sin admitir à algunos cuyos nombres encontró en libros de Tarragona, por no hallar fundamento para reconocer los: y estos son Prudencio, Emiliano, Paterno Paterno, Idacio, Phaluace, y Agnelo, del qual dice, no fue Obispo de Tarragona, sino de Terracina en Italia, en tiempo de S. Gregorio. A los demas los dejó fuera, sin mencionarlos dentro.

56 Los nombres de Pa terno y Idacio son conocidos en España al fin del Siglo quarto, en el Concilio I. de Zaragoza, y I. de Toledo. Pe ro Paterno era Obispo de Merida: Idacio no declara la Sede, y huvo varios de aquel nombre por aquellos tiempos,

CO

como notamos en el Idacio Ilustrado del Tomo quarto. 57 No faltará quien piense que algunos de los Obispos nombrados en el Concilio 1. de Zaragoza cerca del año 380. era de Tarragona, por ser el congreso dentro de su Metropoli, y la materia muy grave, (por lo que vinieron algunos Prelados de la Galia, como afirma Sulpicio) y no vacando à la sazon nuestra Iglesia, ò no es tando el Obispo con legitimo impedimento, no es creible faltase: pero tampoco es seguro determinar qual de ellos, à causa de no descubrirse pruebas.

78 Yo me inclino à que ninguno de los concurrentes al Concilio de Zaragoza fue Obispo de Tarragona: porque el de esta Iglesia se llamaba entonces Himerio, y no suena tal nombre entre los doce de aquel Concilio. Convienen los Autores en que se celebró año de 380.òmuy cerca. Quatro años despues estaba presidiendo en Tarragona Himerio, à quien escribió el Papa S. Siricio en la entrada del 385. tratandole de Obispo ya antiguo : Pro antiquitate Sacerdotii tui. Cap.

15. y para aquella antiguedad no será mucho que anticipes seis, ò mas años: y asi tendràs à Himerio consagrado antes del Concilio de Zaragoza, ò vacante su Iglesia en aquel dia, si se consagró despues. Lo cierto es que Himerio no es contado entre los asistentes al Concilio. Si constára la Vacante de la Iglesia, era claro el motivo de no haber concurrido el Tarraconense: pero la antiguedad que el Papa expresa en Himerio à los quatro años despues favorece mas à que ya era Obispo, y por impedimento insuperable no pudo hallarse presente.

59 El Obispo que presidió aquel Concilio de Zaragoza, se llamó Fitadio, nombre que no suena entre los Prelados de Tarragona, ni el de Himerio entre los del Concilio. La antiguedad de consagracion concederia à Fitadio la precedencia, especialmente faltando el Obispo de la Metropoli: pues en presencia de éste, es mas creible que ninguno otro presidiria: por que por entonces me persuado à que ya la Iglesia de Tarragona gozaba la prerrogativa de Metropoli

es

do,

estable: pues aunque en otras Ciudades pudo haber duda, ò competencia sobre aquel honor en el Obispo; no puede esto recelarse en la pre sente, que tan remotamente venia autorizada con el fuero de Metropoli civil antes de nacer el Redentor del munsin competencia, ni sombra de emulacion en ninguna otra Ciudad de toda la Es paña Citerior. Asi pues como las Patriarcales se anejaron à las Capitales de excelencia; corresponde suponer en Tarragona el honor firme de Metropoli Eclesiastica, desde que huvo Provincias; ò à lo menos desde que el Concilio Antioqueno afianzó en las Capitales Civiles la Metropoli Sagrada, por ser aqui indubitable el motivo y la razon, de que de la Matriz salen las ordenes, y alli concurren todos los negociantes: pues en la España Citerior esto correspondió sin duda à Tarragona.

60 Añadese, que poco , que poco despues del año del Concilio de Zaragoza, con la cortisima distancia de tres, ò quatro años, hallamos al Obis po de Tarragona egercitando Tom. XXV.

fueros de Metropolitano, y reconocido como tal por el Sumo Pontifice como prevenimos en el Tomo 4. Trat. 2.2. 174. y apuntaremos en el Metropolitano siguiente, que es el primero donde empieza à descubrirse aquel ho nor y si le gozaba antes del año de 385. no hay motivo, ni fundamento para negar à la Santa Iglesia de Tarragona la anticipacion y antiguedad mencionada sobre aquella prerrogativa.

Del Obispo Eumero.

61 El Concilio celebrado en Tarragona año de 1555. presidiendo el Señor D. Geronimo Auria, vulgarmente Oria, mandó publicar unas Constituciones, en cuyo prin cipio hay Catalogo de los Prelados, que juzgaron con→ ducentes para inteligencia de las mismas Constituciones, impresas en Barcelona año de 1557. Empiezan por Eu mero, que dicen presidió aqui en el año de 334. de cuyo tiempo no tenemos prueba, ni otra mencion del nombre de Eumero, mas que la referida. Pone despues à Nicomerio en el año de 390, diE

cien

ciendo que el Papa Quirico le escribió algunas Cartas de institucion ò instruccion Christiana. Este Nicomerio es el mismo de que vamos à tratar con el nombre de Himerio, ò Eumerio , segun prueba la mencion que hace el Catalogo de haberle escrito el Papa pues el Prelado à quien el Pontifice escribió, es el Himerio. El nombre del Papa no fue Quirico (pues ninguno tuvo aquel nombre) sino Siricio. Es temible que quien equivocó el nombre de Siricio con Quirico, y el de Himerio, ò Eumerio con Nicomerio; equivocase el Eumerio de algunos manuscritos con Eumero, creyendo que semejantes desfiguracio nes de voz, denotaban diferentes personas, y por tanto hizo dos Prelados de uno, introduciendo como diverso de Himerio al Eumero, que le antepone. Yo à lo menos no puedo autorizar la distincion, y calificar el año de 334. mientras no vea prueba mas urgente.

pero

nieblas amanece una luz clara y segura del que presidia en Tarragona antes del año 385. llamado Himerio, y escrito en nuestros manuscritos Eumerio, y en alguno de otros modos Comerio denotando una misma perso na, afamada por el zelo de la disciplina Eclesiastica, y divulgado su nombre en el Orbe Catolico por el Papa S. Siricio con motivo de responder à consultas que hizo Himerio à la Sede Apostolica, viviendo el Papa S. Dámaso en su ultimo año (384.)

2 Habianse introducido varias novedades, en cuyas providencias no todos los Obispos convenian, y el Metropolitano Himerio resolvió consultar sus dudas con la Cabeza de la Iglesia, enviando à Roma un Presbitero, llamado Basiano, el qual llevaba escritas las propuestas, dirigidas à S. Dámaso : pero llegó despues de fallecer aquel Santo Pontifice: (que murió en Diciembre) y el sucesor S. Siricio respondió à todas las consultas de Himerio, repartidas en catorce Capitulos, declarando decisivamente lo que se debe hacer, y añaI Despues de aquellas ti diendo que perdonaba los

HIMERIO Desde años antes del 384. en adelante.

yer

yerros cometidos por la ignorancia precedente, pero en adelante no sería asi; y esto anda con titulo de cap. XV. por lo que solo atribuimos à las consultas de Himerio el numero de XIV. pues aunque la respuesta llega à XV. el ultimo no pertenece à la consulta,

3 Satisfechas las dudas, esfuerza el Papa à Himerio sobre la observancia de los Canones, y de las constituciones decretales, previniendole que comunique aquellas resoluciones Pontificias, no no solo à los Obispos de su Provincia, sino à todos los Cartagineses, Beticos, Lusitanos, y Gallegos: porque aun que no es razon (dice el Papa) que los Sacerdotes ignoren los Canones, ò establecimientos Pontificios; será util, y en atencion à la antiguedad de tu Sacerdocio te será glorioso, que lo esta blecido determinadamente para tí se haga comun à todos por tu medio y diligencia. La expresion pro antiquitate Sacerdotii tui da à entender que Himerio lleva→ ba ya muchos años de consagracion en la entrada del año 385. en que à 11.de Fe

brero firmó el Papa la Respuesta, (que anda con la data de Arcadio & Bautone viris clarissimis Consulibus, los quales fueron Consules en el año de 385. y el dia de la fecha era 3. Idus Februarii, once de aquel mes.)

4 Esta Decretal anda en las Colecciones de Concilios, y es muy famosa en la Iglesia, por las grandes menciones y repetidas veces que se alega en las Colecciones de los Canones. Sirve ahora en especial para conocer la presidencia de Himerio en Tarragona, cuya noticia estriva precisamente en esta Decretal: y aunque no tenemos la Carta escrita por él à S. Dámaso; el sucesor en la respuesta hace puntual relacion del contenido.

5 Consta tambien por ella el fuero Metropolitico estable y proprio de la Iglesia de Tarragona: cuyo Prelado es el que muestra solicitud de la Provincia; el que consulta à la Cabeza de la Iglesia y à quien el Papa da orden de que comunique sus Decre tos à todas las Provincias.

6 S, Isidoro menciona à nuestro Prelado con motivo de expresar entre sus Varones ilustres al Pontifice Siri

E 2

cio,

« AnteriorContinua »