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en los Condes de Barcelona, de Ripol consiguió volver à su derecho antiguo por medio de la Escritura mencionada de Diago, impresa à la larga en el Apendice citado num. 195. aplicada al año 1023.

lib. 2. cap. 13. fol. 70. b. donF de vemos que el Abadiado de Santa Cecilia con todas sus Iglesias en Monserrate, perteneció al de Ripol, y perseveraba asi hasta tiempo de Cesario, qui profitebatur se Archiepiscopum Tarraconensem esse. Este obtuvo del Papa en el año de 971. la confirmacion impresa en el Apendice de la Marca Hispanica, Num. III. en que le concede à su Monasterio de S. Cecilia todas las pertenencias: pero despues el Abad

13 No tuvo efecto la pretension de Cesario sobre. ser reconocido Arzobispo de Tarragona, y restaurar la Sede , porque como veremos, tardó algo el restablecimiento, no solo de la Ciudad, sino del titulo y prerrogativas de Metropolitano dentro de Cataluña.

CAPITULO IV.

TRASLADAS E LA METROPOLI
de Tarragona à Vique en el año de 1071.
pero sin subsistencia.

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y destituida de Pastor por falta de habitadores. El Papa aprobó la suplica, y despachó la Bula siguiente:

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que in perpetuum volumus, atque statuentes roboramus & confirmamus, ut Ausonensis Ecclesia potestates & prima2 Joannes Episcopus ser- tus teneat Tarraconensis Ecvus servorum Dei, omnibus clesiæ, & ut omnes Episcoin Christo dilectissimis con- pi suffraganei ejusdem Sancfratribus nostris in Gallia- te Tarraconensis Ecclesiæ ad rum partibus commorantibus, Ausonensem Ecclesiam concharissimis, Reverendissimis fugiant, & quando aliquis Archiepiscopis, atque Epis- ex illis ab hac luce migracopis, apostolicam benedic- verit, successor illius ab Autionem & perpetuam in Chris- sonensi Archiepiscopo , qui to salutem. Dilectionem & à nostra Apostolica Sede confraternitatem vestram scire firmatus est, consecretur.... volumus, qualiter Borrellus Prout melius scimus & posbonorabilis & laudabilis Co- sumus, nostrum Privilegium mes, orationis & redemptio- abbreviare curavimus & nis suæ causa, ad Apostolo- Athonem virum venerabilem rum Petri & Pauli limina ve- nuper Episcopum, ex modo & niens ,prostratus pedibus in antea, Deo favente, Arnostris lacrimabiliter ques-chipræsulem Ausonensis Ectus est nobis, quemadmodum clesiæ præesse decrevimus, Tarraconensem Archiepisco- ita sane ut nullus nostrorum patum, qui olim caput in illis partibus fuerat, Ausonensi Ecclesiæ subderemus, eo quod peccatis merentibus ipsa jam dicta Civitas Tarraconensis à Sarracenis capta, & Pastore destituta, nullum recuperandi locum, aut inhabitandi usque hactenus repe

rire valeat.

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3 Propter quam causam prædecessorum meorum secutus auctoritatem modo & us

successorum Pontificum dictum Athonem Archipræsulem confratrem nostrum in omnibus quæ superius exarata vel scripta sunt, audeat inquietare, vel in aliquo diminuere... Scriptum per manum Georgii notarii & Secretarii Sanctæ Romanæ Ecclesiæ in mense Januario Indictione quartadecima. Bene valete.

4 Ponela Diago en los Condes de Barcelona libro 2.

сар.

sino

zobispo Tarraconense
Ausonense, haciendo que la
Metropoli puesta antigua-
mente en Tarragona, pasase
à la Iglesia de Vique.

cap. 19. escribiendo Othon.
Baluzio le nombra Hatton,
en el año de 972. La copia
que yo tengo de la Sta. Igle-
sia de Tarragona dice Atton,
y asi le nombraremos. Dia-
go señala por la Indicion 14.
de la data, el año antece-
dente, 971. en el Pontificado
de Juan XIII. pues aunque
el Conde Borrel alcanzó dos
Indicciones 14. (del 971. y
del 986.) debe insistirse en
la primera del 971. por quan-
to al mismo tiempo escribió
el Papa à Guisado Obispo de
Urgel,
à Pedro Obispo de
Barcelona, y à Suñer Obis-
po de Elna, sobre que reco-
nociesen al Obispo Ausonen-
se como Metropolitano: y
en el 986. no vivia ya Pe-
dro de Barcelona: por lo que
no debe recurrirse à tal año,
ni al Papa Juan XV. (à quien
señaló el Arzobispo D. An-
tonio Agustin en su Catalo-
go, mencionando esta Bula)
sino al de 971. por Enero,
en que vivian los expresa-
dos.

5 Tengase presente que esta no fue restauracion de la Metropoli Tarraconense, sino traslacion ò union à otra Sede: y asi verás que no intitula el Papa à Atton Ar

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6 Sin embargo de haber obtenido el Conde D. Borrel esta Bula, no quedó el Obispo de Vique en posesion de la Metropoli de Tarragona, ni prosiguieron sus Prelados en el titulo de Arzobispos, sino solo de Obispos, como antes: y esto prueba, que no fue admitida la mencionada Bula, en la qual no se nombra la posesion en que esta→ ba el Arzobispo Narbonense de ser unico Metropolitano en aquellas Iglesias: y no habiendo sido citado para quitarle la posesion, se opondria al egercicio del de Vique, y no llegó este à ser reconocido por los Obispos como Metropolitano.

6

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7 Convencese el hecho, por quanto mas de cien años despues fue necesario restablecer el titulo y dignidad de Arzobispo Tarraconense, sin que los sucesores de Atton se intitulasen mas que Obispos: y esto, que es cosa de hecho, prueba no ser verdad la especie mencionada por el Arzobispo D. Antonio Agus

tin, que hablando en su Catalogo del presente Atton, concluye diciendo: Posteri quoque Ausonenses Episcopi diu boc munere functi esse, dicuntur. No huvo tal cosa: pues en los documentos de los sucesores de Atton no hay mas que titulo de Obispos, y en ninguno de Arzobispos, como escribe Diago en los Condes de Barcelona lib. 2. cap. 33. diciendo hallarlos nombrados en mil Escrituras autenticas.

8 En aquel mismo Capitulo, hablando del año 1028. propone Diago haberse hecho la eleccion del Obispo de Barcelona Guadallo, no con acuerdo del Ausonense, como correspondia, si fuera Metropolitano, sino con consentimiento de Otton Metro politano Ausciense , esto es, de Aux en la Guiana: y aun que la estrañeza de tal Metropolitano le hizo proponer la duda de si deberia leerse Ausonense en lugar de Ausciense, (esto es, de Vique por Aux) resolvió que no: que no: porque entonces no era Obispo Ausonense Atton, sino Oliba. La especie es digna de estrañeza, y de que excite dificultad.

9 Pero lo cierto es que no debe recurrirse à Ausona, ó Vique, sino à Auscia de la Galia. Esto provino de un grave desorden que huvo acerca de la Iglesia Ausonense al fin del Siglo X. en que viviendo el Obispo Fruianɔ (sucesor del Atton arriba citado) invadió aquella Sede. Guadallo, y logró que le consagrase Otton (ù Odon) Metropolitano de Aux. Esta fue una violencia perjudicial contra los Canones, por no ser Otton Metropolitano de Ausona. Fruiano clamaba justamente contra la injusta violencia que se le hacia.

10 Llegó la queja à Roma, y el Papa Juan XV.con junta. de Obispos, condenó à Guadallo: pero cegandose este con la pasion de prevalecer quiso remachar un yerro con otro mayor, de quitar de enmedio al competidor, à cuyo fin excitó un tumulto, en que el Obispo legitimo Fruiano perdió la vida con otros de los suyos. Por su muerte ocupó la Sede de Vique Arnulfo, protegido de los Condes de Barcelona, D. Ramon Borrel, y de Urgel, D. Armengol. Consagró à Arnulfo el Metropo

litano de Narbona Ermen- col. 1489. donde (para el cagaudo, y obligó à Guada- so presente) vemos que Ar

llo à que se retirase. Pasó à Roma pero fue tambien allá Arnulfo, y aun el Conde de Urgel Armengol. El Papa era Gregorio V. que à la sazon tenia Concilio en Roma, año de 998. Movió la querella Guadallo contra Arnulfo: pero bien informado el Concilio por declaracion del Conde Armengol con sus Clerigos y Magnates, y luego por confesion del mismo Guadallo, hallaron que habia sido consagrado por estraño, y no proprio Metropolitano, viviendo el Obispo Fruiano, y que por él fue muerto en la sedicion mencionada. Con esto fue depuesto Guadallo, quitandole el Anillo, con las demas ce remonias, por no haber sido consagrado por el proprio Metropolitano Narbonense, y ser intruso viviendo el legitimo Obispo. Arnulfo quedó confirmado y declarado Prelado legitimo de Vique.

II Todo esto consta como se ha dicho, por las Actas del Concilio Romano del año 998. impresas en el Tomo XI. de Concilios, edicion de Coleti, en el Apendice, Tom. XXV.

nulfo opuso contra el compe tidor haber sido consagra do

viviendo el antecesor, no por el proprio Metropolitano de Narbona (que le or¬ denó à él) sino por otro estraño: Guadaldum vivente Fruiano, Pontifice Ausonensi, ab alio Metropolitano, Oddone Galliæ Provinciæ Archiepiscopo, fraudulenter & absque lege ordinatum &c. Este escrito aqui Oddon, Arzobispo de la Galia, es el que otros nombran Otton, Metropolitano de Aux en la Aquitania: y este es el que no tenia derecho para ordenar Obispo en la Tarraconense.

12 Pero este mismo es el que desde aquella intrusion y desorden, mantenia algun partido entre los Obispos de Cataluña: y este el nombrado en el Decreto mencionado por Diago en la eleccion del Obispo de Barcelona, hecha assentiente Domno Ottone venerabili primæ Sedis Auscia Archiepiscopo, en cuya circunstancia del consentimiento del Ausciense, reparó bien Diago, por no pertenecerle Cataluña pero

en

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