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que padecieron los ultimos rigores de la guerra, sirviendo de escarmiento para otras, fue Tarragona, que como Cabeza de toda la Provincia, ilustrada con blason de Ven cedora en tiempo de los Remanos, fortaleciendose, à pesar de los precedentes infortunios, con los Muros que traian sus cimientos desde los esclarecidos Scipiones, y confiando en el valor de sus animosos Ciudadanos, no quiso ceder su libertad à poco precio resolviendose à defenderla con el ultimo esfuerzo de morir antes que rendirse à las abominaciones de Mahoma. Icart con Beuter, y otros, refieren firmemente esta resistencia de la Ciudad, no faltando quien diga haber durado tres años, como escribe Pujades: pero ninguno alega prueba individual de Escritores antiguos. Lo cierto es, que los Arabes alargaron sus conquistas y dominio hasta la Galia Narbonense, co mo escribe Isidoro, sobre el año 719. tratando del Moro Zama, que hizo tributarios todos los Pueblos de la España Ulterior y Citerior: y sin dejar dominada y rendida toda la Cataluña,no pasaria àFrancia.

3 Lo cierto es, que en adelante encontramos rendida à Tarragona, y aun desierta: prueba de la asolacion y destrozo que padeció sobre otras, è indicio del rigor Marcial de los enemigos, como tambien de la tenaz re sistencia de los Ciudadanos, pues no usaban aquellos de fuego, ni de espada con los Pueblos que se les entregaban. Resistió mas que otras Tarragona: pero no teniendo quien la socorriese, ni queriendo ceder à esclavitud, acabó con la honra de que no huviese alli Mezquita de Mahoma, mientras huviese Christianos. Los efectos denotan que fueron los habitantes pasados à cuchillo, y las casas quemadas, ò asoladas: pues en algunos Siglos no hay mencion de poblacion, Ministros Christianos que apacentasen las almas de los Fieles, sino de que la Ciudad estaba inhabitada, aunque sobre esto huvo alternacion y variedad de estados.

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4 Pero aquella asolacion de la Ciudad no fue tal, que no quedase piedra sobre piedra, pues quando se escribió el libro que tiene nombre del Moro Rasis; se verificaba lo

que

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&

que leemos alli (al principio de la Descripcion de España) por estas clausulas:,, Et Tar,, ragona fue de los lugares mas antiguos, que fallan fundamientos muy vieios, muy maravillosos, & ay ,, cosas que se non desfacen ,, por ningun tiempo, maguer "" todas las destruyó Tarif, ,, fijo de Masair, quando en tró en España, & el mató las gentes, & destruyó las ,, obras, mas non pudo todas. "¡ Tanto las ficieron de firmes! Et Tarragona ha muy buen termino, & fermoso, & muy regancio, & com,, plido de muchos frutos." Asi aquel Autor: cuya expresion de haber cosas que no se deshacen por ningun tiempo, queda bien calificada con lo prevenido en el Tomo antecedente sobre los. monumentos de la Gentilidad, especialmente en los fragmentos del Anfiteatro, Circo, &c. Pons de Icart reconoce en el cap. 36. como fabricas del Tiempo de los Romanos los Templos consagrados à S. Fructuoso, S. Pedro, la Magdalena, y otros. Consta pues que vencidos los Ciudadanos, y quebrantada la fuerza de la poblacion, dejaron en pie lo Tom. XXV,

que no perjudicaba al vencedor: y entonces, ò despues, quedaron viviendo alli algu nos Saracenos, para desfrutar los bienes de aquel campo, y tenerle defendido y asegurado en su dominacion.

5 Consta esto por el efecto de que al fin del mismo Siglo octavo, y entrada del siguiente, hallamos habitada à Tarragona

como convence

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la Historia de Ludovico Pio, que en el año de 809. se apoderó de la Ciudad, obligando à los habitantes à la fuga, ò cautiverio, segun escribe el autor de aquella vida, en el Tomo 6. de los Escritores de la Francia recogidos por Bouquet, cap. 14. año de 809. pag. 93. donde dice: Profec tusque per Barcinonam veniens Tarraconam, quos ibidem reperit alios cepit, alios fugavit universaque loca, castella, municipia, usque Tortosam vis militaris excidit,& flamma vorax consumpsit. Sabemos pues que Tarragona se hallaba con habitantes, y con alguna fortaleza de Saracenos en el año de 809. y que desde entonces pasó al dominio de los Christianos, que por lo mismo introduci rian alli alguna guarnicion, N

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y

fieles que

que desfrutasen aquel campo, pues su fertilidad incita con usuras al Labrador.

6 Puesta ya la Ciudad en poder de Christianos, era preciso surtirles de Ministro para las cosas sagradas, y desto debia cuidar el Obispo mas cercano, por no estar la Ciudad en estado de recobrar la Sede propria. Barcelona gozaba de Prelado, y es la confinante. A esta perteneció Tarragona, si pudieramos admitir la inteligencia de Bouquet sobre la Reclamacion del Obispo de Barcelona ante el Rey Carlos el Calvo hecha en Atiniaco, y puesta en el Tomo septimo de los Escritores de la Francia recogidos por Bouquet, pag. 688. sobre el año 874. en el dia 1. de Julio: Reclamatio Episcopi Barcinonensis apud Attiniacum. Reducese à tres puntos: el I. contra Tirso Presbitero Cordobes , que en Barcelona perjudicaba los derechos del Obispo, y no le obedecia: el 2. era contra otro Presbitero, que por faccion de Bayon, y propria insolencia tomaba para sí el Castro Terracinense que estaba sugeto al Obispo de Barcelona: De hoc quod se reclamavit (Barcinon.Epis

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cop.) quoniam castrum Terracinense suæ subditum potestati, factione Baionis, per Presbyteri insolentiam suo resultat ministerio, definitio Antiocheni Concilii sequenda est in causa insolentis Presbyteri. Y nota al pie Bouquet, que aquel Castro es Tarrago na: Vicinum id Barcinoni ad Rubricatum amnem, indigenis TARRACO. Pero se equivocó gravemente en el nombre, y lo advertimos porque no equivoque à otros pues aunque el nombre de Tarragona suele desfigurarse mas que en Terracinense ( como prueba el Tomo 6. de Bouquet, pag. 133. que nombra Tharascon à Tarragona) con todo eso en el caso presente no denota nuestra Ciudad, sino la antigua Egara, llamada tambien Terracia ( hoy Tarrasa) como es indubitable, y à lo mismo conspira la situacion expresada por Bouquet junto al rio Rubricato, lo que pertenece à Tarrasa rasa, y de ningun modo à Tarragona.

7 Sin embargo de que por este documento no resulta haber pertenecido à Barcelona el territorio de nuestra Capital, consta por otro referido por

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Diago en los Condes de Barcelona, lib. 2. cap. 47. (que es de la dotacion de aquella Sede) haberla pertenecido este territorio, pues declaran alli los Condes y Prelados, ,, que si Tarragona, la qual: ,, por luengo tiempo ha estado ,, enflaquecida, llegáre à al,,canzar por nosotros los ,, principes, ò por nuestros ,, sucesores (concediendolo Dios) las fuerzas de convalecer , y Dios la redugere por nosotros y por nues,, tros sucesores, al antiguo estado de honra; no pierda que tuvo justamente, y deberá tener , y podrá debidamente obrar." Esto prueba, que antes de recobrar à Tarragona, tenia Barcelona algo de aquella, pero con el reconocimiento de que lo volviese à recibir luego que se restableciese.

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8 Aunque Ludovico Pio se hizo Señor de Tarragona, no fue constante la posesion: pues luego volvieron los enemigos à tomarla, con el territorio de Lerida y Tortosa, y entre tanto ruido y hostili dades marciales tardaron mucho en respirar las Iglesias, y aun las Poblaciones principales.

9 Recuperada Narbona en el año de 759. y gimiendo en su desolacion nuestra Capital, (que no pudo restablecerse en mas de tres Siglos) quedó Narbona unica Metropoli en toda su Provincia y en nuestra Cataluña: de modo que como à la Matriz pertenece la solicitud de la Diocesi, cuidaba el Narbonense de las Sedes, consagrando Obispos donde podia haberlos: y en efecto en el Concilio celebrado en Narbona año de 788. (y publicado por Esteban Balucio en el libro 6. de la Concordia Sacer-: doti & Imperii de Marca, cap. 25.) dió el Arzobispo Narbonense parte à los Padres de que no habia podido poner Obispo en Vique por la infestacion de los enemigos: y esto prueba la solicitud de aquel Metropolitano sobre las: Iglesias de Cataluña, tomada por la proporcion de estar aquel territorio en dominacion de los Franceses, y ser Narbona unica Metropoli. Parà esto no huvo concesion, ni influjo de la Sede Apostolica, sino consentimiento de los Obispos, y Pueblos, que necesitando reconocer Metropolitano, y hallando en el

N2

Con

Confin al de Narbona; le tomaron por Gefe, mientras se restablecia la antigua Capital Tarraconense.

ΙΟ Esta sugecion de la Tarraconense à Narbona dice Balucio empezó cerca del año 690. por quanto el Papa Urbano II. en la Carta à Raynerio su Legado (impresa en la Disertacion de Primatibus del Señor Marca) dice que Narbona tuvo en su Metropoli los Obispos de la Tarraconense por espacio de quatrocientos años, sin reclamar ninguna Iglesia y en la escrita à Berengario Ausonense año de 1091. dice estaba Tarragona destruida pasados ya 390. años. Pero no tuvo razon Balucio en determinar para la destruccion de Tarragona el año de 690. ni cerca de él: sabiendose que quatro años despues presidia alli Vera: ni la dominacion de los Saracenos puede reconocerse en Cataluña en todo el Siglo septimo, ni en el imperio de los Godos, que abrazó ( à lo menos) los once años primeros del Siglo octavo y asi las expresiones referidas del Papa no denotan año puntual, sino poco mas, ò menos.

II Estuvieron pues las

Iglesias de la Tarraconense sugetas à la Metropoli de Narbona por mucho tiempo: pero viendo que tardaba la restauracion de Tarragona mas de lo que correspondia al deseo; procuró un Abad, llamado Cesario, ser consagrado à titulo de nuestra Iglesia, para que, como previenen los Canones, tuviese esta Provincia Metropolitano proprio: y en efecto pasando à Galicia le consagraron Arzobispo de Tarragona los Obispos del Reyno de Leon y Galicia, que à la sazon eran once. Pero no queriendole reconocer por Metropolitano Tarraconense los Sufraganeos ni el Arzobispo de Narbona, envió Cesario à Roma un Presbitero, llamado Galindo, dando al Papa cuenta de todo lo acontecido, y usando el titulo de Arzobispo de la Provin cia Tarraconense, como verás en su Carta, puesta en el Tomo 19. pag. 370. y antes en la pag. 160. mostramos corresponder este suceso cerca del año 962. por las razones alli expuestas contra Balucio.

12 Del titulo que Cesario usaba de Arzobispo de Tarragona, hay otra prueba en la Escritura alegada por Diago

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