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jor se empalagan en lo mucho, á que asimismo acomode el estilo, procurando ni hacerme obscuro en la brevedad, ni en la difusion molesto, aplicándome á la dificultad del medio con mas sabor de mi inclinacion y quando la desconfianza de esta me imponia deseo de diferir el publicarlo, por parecerme que aun tenia mucho que afinar y perfeccionar (en lo posible á mi pluma), ofreciéndose ocasion de venir á Madrid á precisos negocios, y comunicando su original á personas de toda mi satisfaccion, mayormente al mismo Don Juan Lucas Cortés, que me alentó á emprenderal Marques de Agropoli, cuyo relevante juicio es esmalte de su gran calidad, y cuyo papel con que me lo restituyó, pongo aquí', por autorizarme con su aprobacion, y al Cronista mayor, y mayor en toda erudicion Don Joseph Pellicer, me reduxéron á anticiparlo á las prensas, á que me allané, entendiendo poder al mismo tiempo que tardase en ellas, irle dando la última mano; intencion que turbáron en tropel molesto cuidados graves y graves achaques, que aun el corregir los descuidos de los moldes, me impidiéron con la aplicacion que requeria, no pudiéndose ya suspender la edicion, en que habia empeño de ageno interes, así sale á luz, á despecho de mi deseo, con los defectos de no pocas erratas, y sin aquellos últimos retoques que el genio del archivo suele dar á las obras qué remata con espacio y gusto: pero quando uno y otro falta en enfermo y pretendiente, disculpa tiene su defecto; y que este sea menos notado queda merecien do quien lo reconoce è ingenuamente lo confiesa.

1 Se ha omitido por ser solo aprobacion de la obra.

ECLESIÁSTICOS Y SECULARES

DE LA CIUDAD DE SEVILLA.

LIBRO I.

En el año 1246, Era 1284. Resuelve San Fernando la conquista de Sevilla del poder de los Moros. Estado en que se hallaba esta esclarecida Metrópoli, con sucinta noticia de su antigüedad. Sucesos notables de su asedio hasta la entrega y entrada triunfante de las christianas armas. Restauracion de su Iglesia Catedral, y establecimiento de su gobierno Eclesiástico y Secular, con otros progresos del principio de su nueva poblacion hasta la gloriosa muerte de San Fernando, cuyo elogio epiloga las soberanas acciones de su vida, y termina este libro con el periodo

San

de seis años en el de 1252.

ERA 1284, AÑO 1246.

an Fernando, gloriosísimo Rey de Castilla y Leon, habia con el progreso de veinte y tres años de felices empresas conquistado de los Moros la mayor parte de la Andalucía, teniéndolos reducidos á temor grande de sus siempre vencedoras armas, quando, corriendo el año de 1246 de la reparacion humana Era de Cesar 1284, se hizo Señor de la ciudad de Jaen, que le entregó por el mes de Abril el Rey de Granada, y Arjona, Aben-Alhamar, cuya bien lograda empresa avi

TOMO I.

A

vó sus deseos de intentar la de Sevilla, Metrópoli de la Bética, y objeto principal de sus armas, que á restablecer en ella el dominio de la Iglesia se encaminaban christianamente fervorosas; de que tomaré principio para estos Anales, en que pretendo copilar sus mas notables memorias, cogidas en las mas puras fuentes de nuestras Historias, en las extrangeras coetáneas, y mejor en sus archivos, que han reservado ocultas en su afectado retiro muchas noticias dignas de la pública. Referiré tradiciones constantes, sucesos ciertos, novedades infalibles, mediante pruebas reales de seguros instrumentos; ciudad, cuyas excelencias en lo Eclesiástico y Secular, que tienen por testigos las muchas naciones que la freqüentan, ni caben en breve elogio, ni puede ponderarlas menos que muy difusa la mayor eloquencia.

2 Quinientos y treinta y dos años habia que esclava esta ínclita Metrópoli de la tiranía Agarena, obedecia las infames leyes del Alcoran desde que despues de la general fatalidad de España fué ocupada de los Moros, no sin mucha resistencia de sus valientes naturales que dexó, si mas gloriosos, mas oprimidos á los pocos que en ella quedáron: de su inmemorial antigüedad, de sus primitivos nombres, ya Hispalis, ya Ibilla, hay mucho escrito, como de sus inmortales trofeos, habitada de los originarios Españoles, para los quales la cimentó el héroe, que ó tuvo propio, ó mereció apelativo el nombre esclarecido de Hércules, sojuzgada despues de los Romanos, que la constituyeron segunda Roma en magestad y prerogativas, quantas aquella República domadora del orbe concedió á sus mas estimadas colonias, con el nombre famoso de Julia, y el epiteto de Ró mula, que le dió el invencible Julio Cesar. Opresa luego al decaer la magnitud Romana de los Silingos y Vándalos, siendo Corte primero de su reyno, y teatro despues de su ruina, y señoreada últimamente de los Godos, en cuyo dominio se ostentó no menos ilustre y gloriosa, estados en que la describiéron doctas plumas,

ya que no atreviéndose la mia, solo renacida por la espada feliz de San Fernando, la emprende Sevilla moderna; asunto que padece mas achaques del descuido, que ideado muchas veces de ingenios sublimes, no paso de sus ideas.

3 Poseida de los Moros desde el año de Christo 716, y habiendo sido su primer Corte en España, pues en ella Abdalasis se ciñó la corona, y dió el título Real á su nombre, hijo del conquistador Mura, y que convirtió en grandeza propia lo que su padre adquirió para la agena, fué por ellos ilustrada de quantos requisitos en su manera de policía constituian una ciudad cabeza de Imperio, qual fue siempre esta, aunque no siempre en sí contuviese la suprema silla, dilatáron y fortaleciéron su alcázar, y profanando su Catedral templo, levantáron en su lugar una de las mas grandiosas Mezquitas que tuvo la Morisma; ennoblecieronla con la excelsa torre, digna de añadirse al número de las maravillas del mundo; fabricáron el largo y fuerte conducto de las aguas; reedificáron los muros haciendo en los antiguos mas freqüentes las torres, como se nota en la diversidad de la obra. Pero si con estas á su modo la engrandeciéron deshaciendo las antiguas, sepultáron las mas ancianas memorias soterrando en los cimientos de la torre casi quantas piedras animadas de inscripciones Romanas eran firmes testigos de su antigua magestad; estrecháron las calles, haciendo que en el ámbito de sus murallas, que gira casi dos leguas castellanas, cupiese aún mas numerosa multitud de casas; y en fin, en quinientos y treinta y quatro años que la señoreáron, casi nada dexáron que no reduxesen á la norma de sus poblaciones, haciéndola despues humillar á varios cetros, qual fue siempre la mudanza de ellos en esta inconstante nacion; entre cuyo infeliz cautiverio fué célebre por las escuelas freqüentadas de todas las naciones, por florecer en ella la doctrina de las artes liberales con eminencia, y doctísimos maestros, esmero del poder de aquellos Reyes, cuyo esplendor fué conforme à su felicidad.

4 Tal habia sido y era Sevilla en poder de los Mahometanos, y estaba poseida en feudo de los Miramamolines de Africa, por Axataf, valiente y poderoso, que sucedió á Avenhuc, de quien triunfáron las christianas armas en la milagrosa batalla de Xerez, quando declarado en Jaen en la primavera de este año el propósito de San Fernando, eran diversos en sus Consejeros y Capitanes los pareceres; porque unos, la cabeza de cuyo dictámen era el Maestre de Santiago Don Pelai Perez Correa, apoyado de los caballeros de su Orden, querian que luego inmediatamente se le pusiese sitio, cligiendo con mas intrépido valor lo mas peligroso; otros que se conquistase ántes la comarca y en particular los lugares marítimos que daban paso á los socorros ultramarinos con que lentamente pensaban reducirla á estado que ó voluntarios se entregasen sus moradores, ó cediesen á mas breve asedio, quando militaria contra la misma á favor de los Christianos su propia grandeza, y la multitud de sus habitadores, faltos de socorro, scria la que mas apresurase su ruina.

5 Prevaleció el voto del Maestre, mas gallardo y mas conforme á la voluntad del Rey, que inspirado de soberanos impulsos, tenia en su alma mas seguras prendas del logro que manifestaban sus palabras, y quedó resuelto el principio para el del otoño, entre cuyas prevenciones se gastó el verano; y á sus fines, dexando por guarda de Jaen á Don Ordoño Ordoñez de Asturias, pasó á Córdoba, y recogido brevemente el exército que alojaba en las fronteras, en que (palabras de su Crónica) iban con el Rey los caballeros que mas á la mano estaban, mientras llegaban los demas comenzó á campear despues de 15 de Setiembre; porque este dia en Córdoba otorgó privilegio de ciertos repartimientos á Don Blasco de Martos y á otros caballeros salió pues seguido de los Infantes Don Henrique su hijo, y Don Alonso de Molina su hermano, los Maestres de Santiago, Don Pelai Perez Correa, de Calatrava Don Fernando Ordoñez, Don Gutier Suarez de Meneses, Don

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