Psicología de la Bolsa

Es un hecho bien reconocido entre los operadores e inversores con experiencia que los movimientos más pequeños del precio de una acción y muchas de las oscilaciones más grandes, son el resultado de un cambio en el estado mental del público inversor, que pueden coincidir o no con las alteraciones que se producen en la compañía de la acción.

Psicología de la Bolsa es un clásico sobre inversión y especulación corto, pero brillante y lleno de consejos prácticos que todavía son relevantes en los mercados financieros actuales. Aunque hayan pasado más de cien años desde que Selden escribió esta joya olvidada, la naturaleza humana no ha cambiado desde entonces. Emociones como el miedo, la avaricia, la esperanza, y la frustración siguen siendo factores críticos en todo lo que hacemos en nuestra vida, incluso en la bolsa de valores.

En este libro, Selden aconseja a los participantes a no reaccionar emocionalmente a la hora de tomar decisiones operativas para evitar actuar precipitadamente ante la información sensacionalista. Selden mantiene que demasiados cocineros estropean el caldo, por lo que los inversores deben actuar según su propio juicio, o bien absolutamente según el juicio de otro, independientemente de su propia opinión.

Acerca del Autor Original

George Charles Selden, antiguo miembro de la política económica y finanzas de la Universidad de Columbia, fue amigo del mismísimo Charles Henry Dow y uno de los primeros divulgadores de sus ideas a través de los artículos que escribió para The Magazine of Wall Street y de los dos libros que se derivaron de ellos: Phychology of the Stock Market y The ABC of Stock Speculation.

Selden reconocía la influencia a largo plazo de los factores fundamentales en los precios de las acciones, sin embargo, destacaba hasta qué punto los precios de un cierto día también reflejaban el estado de ánimo del público en general.

Esfuérzate por tratar de captar la tendencia del sentimiento de mercado,
incluso si esta fuera por algún tiempo en contra de las condiciones fundamentales,
ya que no es rentable oponerse a ella.
- G.C. SELDEN