Muerte y vida de las grandes ciudades

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Capitán Swing Libros, 27 nov 2020 - 488 páginas
Cincuenta años después de su publicación, Muerte y vida de las grandes ciudades es, según el New York Times, " probablemente el libro más influyente en la historia de la planificación urbana". Jane Jacobs, columnista y crítica de arquitectura de principios de los años sesenta, afirmaba que la diversidad y la vitalidad de las ciudades estaban siendo destruidas por algunos arquitectos y urbanistas muy influyentes.
Popular no sólo entre profesionales, el libro es una fuerte crítica de las políticas de renovación urbanística de los años cincuenta, que destruían comunidades y creaban espacios urbanos aislados y antinaturales. Jacobs defiende la abolición de los reglamentos de ordenación territorial y el restablecimiento de mercados libres de tierra, lo que daría como resultado barrios densos y de uso mixto. Frecuentemente cita el Greenwich Village neoyorkino como ejemplo de una comunidad urbana dinámica. Riguroso, lúcido y deliciosamente epigramático, Muerte y vida es un programa para la gestión humanista de las ciudades. Sensato, documentado, ameno e indispensable.
 

Índice

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Sección 4
Sección 5
Sección 6
Sección 7
Sección 8
Sección 15
Sección 16
Sección 17
Sección 18
Sección 19
Sección 20
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Sección 9
Sección 10
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Términos y frases comunes

Sobre el autor (2020)

Divulgadora científica, teórica del urbanismo y activista político-social, su obra más influyente fue Muerte y vida de las grandes ciudades (1961), en la que critica duramente las prácticas de renovación urbana de los años cincuenta en EE.UU., cuyos planificadores asumieron modelos esquemáticos ideales que condujeron a la destrucción del espacio público. Con métodos científicos innovadores e interdisciplinares, Jacobs identificaba las causas de la violencia en lo cotidiano de la vida urbana, según estuviera sujeta al abandono o, por el contrario, a la seguridad y calidad de vida. Paralelamente, la autora destacó por su activismo en la organización de movimientos sociales autodefinidos como espontáneos (grassroots), encaminados a paralizar los proyectos urbanísticos que entendía que destruían las comunidades locales. Primero en EE.UU., donde consiguió la cancelación del Lower Manhattan Expressway; y posteriormente en Canadá, a donde emigró en 1968 y donde consiguió la cancelación del Spadina Expressway y la red de autopistas que pretendían construirse.

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