Elegías de varones ilustres de Indias, Volumen 4

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M. Rivadeneyra, 1857 - 567 páginas
 

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Página 11 - PRIMERA PARTE. ELEGIA I. CANTO PRIMERO. A cantos elegiacos levanto Con débiles acentos voz anciana, Bien como blanco cisne que con canto Su muerte soleniza ya cercana : No penen mis amigos con espanto, Por no lo comenzar mas de mañana ; Pues suelen diferir buenos intentos Mil
Página 158 - contento De voces concertadas en su punto, Cuyos conceptos lleva manso viento A los prontos oidos por trasunto : Corre mano veloz el instrumento Con un ingenioso contrapunto , Enterneciéndose los corazones Con nuevos villancicos y canciones. Porque también Polimnia y Erato, Con la
Página 459 - con él, y certifica Ser tierra de esmeraldas y oro rica. Y entre las cosas que les encamina Dijo de cierto rey que, sin vestido, En balsas iba por una piscina A
Página 383 - piedras anejas á tesoro; Tiene ya cada cual paje de falda, Por mas autoridad y mas decoro ; Adórnase los dedos con anillos; Penden las arracadas y sarcillos. Del galán á la dama corre paje Con blanda locucion y bien compuesta ; Oyese por las partes el mensaje ; Vuelve no menos grata la respuesta
Página 158 - los otros festejando. Pasaban pues la vida dulcemente Todos estos soldados y vecinos, Donde la fresca sombra y dulce fuente Al corriente licor abre caminos : En el Val de San Joan principalmente Eran los regocijos mas continos , Y á sombra de la ceiba deleitosa Admirable de grande y de
Página 377 - la mano, Repartiendo por orden los solares En el istmos que goza de dos mares. Segun comodidad se dió la traza Por diestros y peritos medidores : Lo que era monte se desembaraza , Talándolo los nuevos pobladores ; Señalaron iglesia, dióse plaza, Y á San Sebastián dos de los mejores Solares, donde
Página 271 - de cabellos, Con las preseas ricas que pendientes Van de nariz, orejas y de cuellos, Muñecas y molledos rodeados De brazaletes de oro mal labrados. A fama de nacion tan opulenta, El Pedro de Vadillo y Palomino Recogieron trescientos y cincuenta Soldados, y el
Página 154 - Acabó su carrera santamente, Y en Indias el protervo y el sencillo Tienen justa razon de bendecillo. Mas vista por entonces la demencia De los de Cumaná y el desatino, Los señores de la real audiencia Buscaron el remedio que convino . Vino por capitán desta tenencia
Página 459 - derramado. Mas él dentro de Bogotá lo puso, O término quel nuevo reino boja, Pero ya no lo pintan tan incluso En él que su distancia lo recoja, Antes por vanidad de nuestro uso Lo finge cada cual do se le antoja, Y en cuanto se descubre, corre y anda, Se lleva del dorado la demanda.
Página 51 - Para salir mejor con mi porfia. Otros conoci yo también vecinos, Nacidos en el orbe castellano, Que en la dificultad de mis caminos Pudieran alentarme con su mano ; Y son por cierto de memoria dinos, Villasirga y el doto Bejarano ; No guiara tampoco mal mi paso El

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