Glosas; páginas del Glosari de Xenius (1906-1917)

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Editorial "Santurino Calleja,", 1920 - 320 páginas
 

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Página 259 - PLATERO es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: «¿Platero?», y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Página 10 - Que cada cual desvele y cultive lo que hay de angélico en él, esto es, el ritmo puro y la suprema unidad de la vida, lo que, declarado, quiere decir: la elegancia. «Aconsejaron los últimos románticos: ordena tu propia vida como un poema. La «Bien Plantada» aconseja mejor: ordena tu propia vida como la elegante demostración de un teorema matemático».
Página 19 - Días de descomposición, de turbia senectud mezclada a la fiebre de nuevas germinaciones, que aun se ignoraba qué podrían traer; una dolorosa inquietud, un apetito de tiniebla dominaron las almas. La fe religiosa se había perdido: la fe en la ciencia redentora, que durante un siglo entero ilusionó a los hombres, estaba ya hundida; el nuevo idealismo no se había articulado aún, y permanecía como una vaga aspiración, nueva causa de malestar y de ruina, ante las realidades de la existencia.
Página 268 - Rubén — le había dicho Maese Romeu (porque el huésped era Rubén Darío, el más melodioso poeta que hayan escuchado jamás orejas hispanas) — Rubén, tú eres un juguete en manos del Señor. Tú eres como un trompo lleno de música. Para oír este tu dulce zumbar, cuando bailas, las estrellas se vuelven locas. Si te sientes envuelto el cuello y agarrotado por el dolor, Rubén, ¡no llores! Es el Señor que te da cuerda".
Página 258 - ¡Dios mío, cómo están redactados esos libros! ¡Qué expresiones más pedestres, qué confusión, qué léxicos, qué sintaxis! ¡Qué barbarie en todo y qué ausencia de buen gusto! Por excepción hallamos en una página media docena de frases bien construidas. Y si en un capítulo damos con una página elegante y clara es por azar. Lo más triste en todo eso es que los autores no suelen apenarse por tan grave ausencia de buen gusto; al revés, muchas veces aparentan estar satisfechos de ello....
Página 219 - Mis límites son mis riquezas.» «En la conciencia de los propios límites revélase precisamente la virilidad. Es varón el hombre que sabe decirse: Hasta aquí llega mi esfera de poder, hasta aquí llega mi esfera de derecho; tales esferas debo llenarlas, pero no excederlas.
Página 258 - ... Eso no es de un escritor», dicen al sumergirse deliciosamente en los pantanos de la más triste confusión. «Eso no es de un escritor.» No, por cierto, decimos nosotros. Ni tan sólo de persona bien educada. ¿En qué país del mundo se considera persona bien educada a quien carece de ortografías elementales? De hecho, el hombre de ciencia español no lee después, en la soledad, el libro de su colega. Y asi, poco le importa que el estilo de tal libro sea inteligible o no.
Página 20 - Fue el tiempo del decadentismo y de la sensualidad enferma... Recordad la literatura, recordad el arte de entonces. He aquí a Verlaine; el que vive muriendo en las prisiones y en los hospitales, componiendo odelettes obscenas o letanías a María. He aquí a Aubrey Beardsley, a Felicien Rops, al vizconde de Toulouse-Lautrec, corruptos de Japón y de prostitución. He aquí a Ibsen, que pretende disolver la familia y la sociedad, ya Tolstoi, que quiere disolver la vida civil. He aquí a Huysmans...
Página 279 - Universidad, donde, si el cigarrillo se disimula bajo el banco, el bostezo no se recata. Escuelas y dispensarios, juzgados de primera instancia y juzgados municipales. Tertulias al sol y tertulias a la sombra. Pórticos de iglesia, foscas trastiendas, polvorientas librerías. Peñas de Casino y peñas de Ateneo. Mesas de café, mesas de cervecería, mesas de tabernas, total: tabernas. Incalculables esperas, citas no cumplidas, el señor que no viene, el señor a quien no se halla en su puesto, mil...
Página 196 - ... postergación despreciativa, la burla, y, un día y otro, en Madrid y en toda la España provinciana. . . la cita como patrón de la extravagancia y de lo ridículo. Durante estos mismos veinte años, claramente ha llegado a verse. Rubén era el más grande lírico viviente de la lengua castellana." Y añade: "Si en horas más recientes muéstrase en la poesía castellana una renovación, de él proviene. Caso singularísimo, podría decirse, si por acaso en ella florece algún poeta que no tenga...

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